SAN VALENTÍN
14 de febrero, 2003
Otra día de mi monótona vida, con la diferencia de que hoy es el dia de los enamorados, es este dia del año el que todas las parejas se olvidan de sus problemas y actuan como tortolos enamorados, para mañana cuando se acabe todo volver a las peleas, infidelidades y discusiones habituales.
Terminé de arreglar mi cabello y salí de casa para ir al instituto, opté por no tomar el bus y disfrutar de una caminata matutina con mi mp3 reproduciendo "Dancing Queen" by Abba"
You are the dancing queen
Young and sweet
Only seventeen
Dancing queen
Feel the beat from the tambourine, oh yeah
You can dance
You can jive
Having the time of your life
Ooh, see that girl
Watch that scene
Digging the dancing queen
Iba tarareando la canción hasta que recordé que no le había comprado nada a Alex por San Valentín, desvié mi camino y vi un letrero frente a un local que decía " Tienda de antigüedades George" era mi única opción si no quería quedar como una mala novia que ni siquiera recordó de comprarle un regalo de San Valentín a su novio.
Entre al local y pude apreciar estanterías repletas de objetos extraños, el polvo sobresalía entre los objetos y la poca iluminación le daba al lugar un aspecto sombrío, en el medio del local se encontraba un mostrador de madera con una caja registradora algo vieja en su superficie, camine hasta acercarme ya que no veía a nadie en el local.
-¿Hola, hay alguien aquí?
De una habitación que estaba justo detrás del mostrador salió un anciano algo mayor, de aproximadamente unos 70 años, estaba vestido con un pantalón marrón y una camisa blanca, llevaba unas enormes gafas sobre su rostro y su cabeza totalmente calva, pero lo que mas me llamó la atención sobre él fue su aspecto triste, como si no hubiese sonreído en años, El fingía estar vivo, pero la verdad es que estaba poniendo todo su esfuerzo en tratar de sobrevivir.
-Oh hola, supongo que usted es George, estoy buscando algo que pueda regalarle a mi novio para san Valentín
El señor George sacó un baúl repleto de amuletos, pulseras, y collares.
-Puede mirar ahí a ver si hay algo de su agrado- dijo pasándome el baúl.
-Gracias.
me acerque al baúl y rebusque en el hasta encontrar una pulsera de plata con pequeñas lunas talladas en ella, era preciosa.
-Creo que llevare esta- dije mostrándosela
-Esa pertenecía a mi querida esposa Lily- mencionó con una mirada melancólica- murió hace unos meses- habló antes de que pudiera preguntar.
-Yo, lo siento mucho, no tenía idea
-No te preocupes, con el tiempo he aprendido a sobrellevarlo, aunque admito que la extraño cada día, anhelando el momento en el que nos volvamos a juntar.
Pague el amuleto y salí del lugar.
El profesor Álvarez es un señor bajito y regordete de unos aproximados 60 años de edad, lleva trabajando casi toda su vida en esta escuela, y es uno de los mejores profesores que tengo, gracias a el me encanta la geografía, pues la explica tan bien y con tanto amor que te es imposible no interesarte.
Ahora nos encontrábamos copiando algo sobre Europa, todos en el salón estaban concentrados en sus deberes, pero yo solo estaba preocupada por que no he visto a lisa y ayer en todo el día no respondió mis mensajes. Termino de copiar la clase y miro el reloj que está en la pared, solo quedan 2 minutos para cambio de hora, en la siguiente hora me toca álgebra y esta materia si la comparto con Lisa, guardo todas mis cosas y espero a que suene el timbre, Jess también terminó de copiar y guardó sus cosas.
-¿que tienes ahora?- me pregunta
-álgebra, me toca con lisa,¿ y tu?
-Historia-dice mientras suelta un bufido
A Jess nunca le ha caído bien la maestra de historia, ya que dice que es una bruja que le coquetea a sus estudiantes, la mujer tiene unos 30 años y siempre usa vestidos que se moldean a su esbelto cuerpo. Tiene el pelo rubio teñido y siempre tiene una mirada egocéntrica, una vez se esparció un rumor de que se estaba acostando con un estudiante de ultimo año, ella lo negó y como nunca se encontraron las pruebas necesarias todos olvidaron el asunto.
Sonó el timbre, me despedí de Jess y me dirigi al salón de algebra, al llegar vi a lisa en el lugar que siempre nos sentamos, entré a el salón y me sente a su lado, llevaba unos vaqueros rasgados y una camisa de cuadros. Lisa es una chica regordeta y con un look muy relajado dándole un toque dark, siempre admiré su estilo.
-Hola, por qué no respondiste mis mensajes?- le reclamé
-Ah, hola
-estas enojada conmigo?- le pregunté
-claro que no tontita-dijo dándome una sonrisa
Eso logro tranquilizarme un poco aunque no del todo, la profesora de álgebra llegó y inmediato empezó a poner las ecuaciones.