Un chico nuevo cada semana

Capítulo 4

No sabía que hacer. Quería que la tierra me tragara. Él había leído todo lo que escribi sobre esos chicos ¿y si pensaba que era una acosadora o algo similar? de pronto él comenzó a llamarme por mi nombre y a moverme.

–Despierta Chiara.

Abri los ojos. Y entonces me di cuenta de que estaba demasiado cerca. Mi corazón se aceleró demasiado. Este chico realmente me volvía loca, había alterado todos mis planes.  Se acercaba lentamente y de pronto sopló.

–Lo siento es que tenias algo en el cabello–Se alejo. Mientras pasaba la mano por su nuca–.Por cierto me gustaría saber ¿Qué significa esto?

Me señala mi cuaderno. No podía ser. Entonces si lo había visto ¿y ahora que diría?

–Ah es que–Me senté sobre la cama–.Es que analizo chicos por aburrimiento, ya sabes. 

–¿Y el 158? ¿Por qué no continuaste?

Por tu culpa. Por ser tan lindo y arruinar todos mis planes.  O al menos eso es lo que quisiera decirle.

–Pues no sé, creo que me rindo. Es muy cansado buscar chicos nuevos.

–Entiendo. Bueno en realidad no entiendo nada, es muy raro. Pero el chico 157 me es muy familiar. No sé siento que lo conozco ¿será alguien de nuestra escuela?

¿Estará bromeando? es que acaso no se reconoce a si mismo y las descripciones. Menos mal la historia de como los conozco no esta en ese cuaderno.

–No, debe ser coincidencia–Obviamente no le diré que es él–. Deberíamos ir a desayunar fuera e ir por un café. Para después llegar a clases ¿no crees?

–No tengo dinero para invitarte–Agacha la cabeza afligido.

–Invito yo.

–No es correcto que tu lo hagas, después de todo. Es por mi culpa que te pusiste mal.

–No fue tu culpa–Lo miro fijamente–.Fue mi decisión darte mi paraguas. A partir de ahora te ayudaré siempre que pueda hacerlo ¿entiendes?

–Claro, por cierto–Me mira apenado–.Tomé una de tus pijamas.

Lo miro bien y noto que es verdad lleva una pijama color blanco con ositos. Me causa gracia y suelto una risita.

–Soy muy patético ¿no crees?

Comienzo a reírme. Y él me mira.

–Lo siento, no eres patético–Digo entre risas–.La verdad es que eres adorable y muy tierno.

Él me mira y en su rostro se dibuja una sonrisa de oreja a oreja.

–Gracias Chiara, es la primera vez que una chica no se burla de mi o me dice directamente que soy patético.

–Bueno, debemos apurarnos, yo invito el café.

Me levanto de la cama. Y voy al baño. ¿Cómo que la primera chica que no se burla o le dice que es patético? algo había mal con este chico.

Llegamos a la escuela y a Zoe le debió disgustar mucho esto. Pues jaloneo a Noah de la ropa hacia afuera del salón en cuanto entramos. Quería interponerme pero sinceramente creo que no era el momento adecuado. No me encontraba con la valentía para hacerlo. No tardaron mucho y Noah ya estaba sentado en su banca. Lo mire desde lejos. Él había pasado de estar feliz a estar muy triste.

Decidí enviarle una nota.

¿Quieres pasar otra noche en mi casa? :D

Miro la nota varias veces. No quiero que se mal interprete la situación. Así que decido añadirle algo más.

¿Qué tal otra película de terror? :0

Y para no dudar más se la mando. Le lanzo la bola de papel a su mesa, él la toma discretamente y la abre. Después de unos segundos cuando ya la leyó, rápidamente me mira. Afirma con la cabeza y me alza un pulgar en señal de aprobación. Me lanza una sonrisa y la tristeza de su rostro se ha esfumado.

Al salir. Camino despacio, otra vez los miro, Zoe y Noah caminan de las manos pero al llegar a cierto punto. Ella lo suelta y lo deja ahí abandonado.

–Hola Noah–Digo en cuanto estoy lo suficientemente cerca.

–Ah hola Chiara–Suspira–.Gracias por invitarme de nuevo a pasar la noche en tu casa.

–Claro y esta vez podrás dormir cómodo. Prometo que no me pondré mal.

–Gracias.

Notó tristeza en su mirada a pesar de que tiene una sonrisa en la cara.

–Realmente te debe gustar mucho ¿no?

–¿Disculpa?

–¿Y si vamos por golosinas para esta noche? tengamos una pijamada.

Su mirada se ilumina instantáneamente. Y de nuevo esa sonrisa encantadora que tiene vuelve.

Caminamos hasta encontrar un pequeño supermercado. El se contiene de comprar todo lo que quiere pero al final logro convencerlo de llevarse todo lo que quiera.

–Enserio eres grandiosa–Me mira tiernamente.

–No es nada. Solo estoy siendo una buena amiga.

–Nunca nadie había sido tan amable conmigo como lo eres tú, de verdad estoy muy agradecido. Haré todo lo que tu me pidas.

–No es necesario pero gracias.

Llegamos a casa. Acomodó y preparó todo para ver la película. Hacemos palomitas y preparamos todas las golosinas que hemos comprado. Él realmente se ve feliz, quizá haya arruinado mi plan pero la verdad desde que llegó a mi vida, hay un pequeño rayito de esperanza en mi.

Estamos viendo la película tranquilos.
Mientras comemos palomitas y algunas golosinas. De pronto nuestras manos chocan en el tazón de palomitas. Yo la quitó rápido.

–Lo siento–Él me mira apenado.

–No pasa nada, sigue comiendo. Iré al baño.

Me levantó lo más rápido que puedo. Y al llegar al baño en cuanto cierro la puerta pongo la mano sobre mi corazón. Realmente late demasiado más que cuando estaba enamorada de Mason. Pero esto no puede ser posible no quiero sufrir. De verdad que no quiero hacerlo. Así que debo olvidarme de todo esto de una buena vez.

Al salir del baño lo miro abriendo la boca sorprendido. Algo que me provoca curiosidad ¿qué habrá mirado para tener esa expresión en el rostro?

–¿Qué sucede?–Me atrevo a preguntarle.

–Es Zoe y su afán de molestar, sinceramente he querido terminar con ella pero no puedo hacerlo. Cada vez que lo intento me siento mal por ella.

–Mmm... ¿y qué fue lo que viste? ¿Con qué te molesto esta vez?

–Esta en una fiesta cuando me dijo que le dolía la cabeza. Pero en estas fotos que público no parece tener mucho dolor de cabeza.



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En el texto hay: juventud, amor, libro corto

Editado: 12.03.2022

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