De camino a quién sabe que lugar, tantee el bolsillo de mi saco y mis dedos descubrieron la nota en su interior, era la que había llegado junto con las flores, pero decidí que la leería cuando estuviera a solas para no arruinar la sorpresa de Derek; después de todo, si era algo realmente urgente él sacaría el tema y entonces la leería rápidamente.
Unos kilómetros más adelante Derek se desvío de la autopista principal y entro en un camino cerrado de árboles a cada lado, las ramas de algunos de estos cruzaban la calle de un lado a otro tocándose entre sí y dejando la vista al cielo tapada.
-¿A dónde vamos eh?
-Ya te dije que es una sorpresa.
-¿A caso ya te hartaste de mí y buscaste un lugar alejado y solitario dónde matarme y enterrarme?
Él me miró aterrado y en su mirada había cierto recelo, pero no comprendía el motivo.
-¿A caso estás hablando en serio?
-Mmm ¿No?
-¿Por qué lo preguntas siquiera? Helen, no me cansé de ti y estoy seguro de que jamás lo haré.
-Sabes, no me sentiría ofendida si un día llamas y me dices; Oye Helen ¿Sabes qué? Ya me aburrí de esto y además conocí a alguien y…
-¿Esa es tu sutil forma de decirme que estás terminando nuestro compromiso falso porque conociste a otro hombre que si te atrae?
-¿¡Qué!? ¡No! Por supuesto que no.
-Ah, menos mal. O él habría estado en problemas.
-¿Por qué?
Holand desvío la vista del camino y sus ojos miraron directamente a los míos con mucha seriedad antes de hablar.
-Por meterse con mi prometida. Ya llegamos.
El motor quedó en silencio y él bajo del coche para abrir la puerta de mi lado mientras yo aún trataba de procesar sus palabras.