El ambiente estaba tenso y el aire se podía cortar con el cuchillo de untar mantequilla. Las personas a nuestro alrededor dejaron sus importantes charlas para aguzar su oído y así lograr saber hasta el último detalle de la situación; otros menos discretos simplemente sacaron sus teléfonos y comenzaron a filmar la escena con un descaro que me hizo recordar mi odio temporal a los avances tecnológicos. Me puse de pie junto a Derek y coloqué mi mano sobre su hombro para llamar su atención, pero en cambio obtuve la de ambos hombres que ahora miraban atentamente mi cara y median los movimientos del otro.
-Caballeros, me temo que tendremos que continuar con nuestra charla en otro sitio.
-¿Por qué?
-Porque Arthur, si no lo has notado estamos rodeados de unos cuantos e incontables entrometidos fisgones que aman los dramas y sin dudas les fascina grabarlos o transmitirles en vivo por sus redes sociales.
-¿Nos están filmando?
-¿Y qué esperabas? Si hoy día hasta el vuelo continúo de una mosca es motivo suficiente para realizar un vídeo viral. ¿Imagínate nuestra pequeña escena? Tendrás que sonreír por las calles de tan famoso que te harás, pero por el momento yo no deseo ese tipo de fama; es por eso y más que sugiero continuar esto en otro sitio.
Tomé el brazo de Derek para hacerle entender que también estaba hablando con él aunque no lo dijera con palabras. Afortunadamente él era más listo que mi antiguo prometido y acepto salir sin mayores objeciones, pero algo me decía que la tormenta pronto se desataría y Arthur era su blanco principal.
Cuando salimos a la noche fuimos recibidos por una brisa fresca que envolvió mi cabello y refresco mi temperamento, pero no podía decir que había hecho el mismo efecto en ellos.
-¿Qué demonios estás haciendo con mi prometida?
-Tranquilízate Holand, además tú no eres ningún santo que digamos.
Esa frase de Arthur atrajo mi atención, aunque siendo su ex debería saber cómo era él, aún así no pude evitar sentir que Derek me ocultaba algo y más cuando él ni siquiera negó lo dicho por su antiguo socio.
-¿A qué se refiere con eso Derek?
-A nada Helen.
-¿A nada? ¿Por qué no le dices la verdad?
Habíamos caminando unos metros para alejarnos del restaurante y ahora estaba deseando tener una buena farola que me permitiera ver la expresión de Derek y descubrir si me estaba engañando. Los segundos pasaron y por cada uno de ellos un nudo se formaba en la boca de mi estómago por el temor a descubrir que en realidad Derek si me estaba ocultando algo.
-Bien Holand, si tú no se lo vas a decir entonces seré yo quién lo haga.
-¡No te atrevas!
-¡Ella no se merece que la engañes! Y mucho menos si piensan casarse.
-¡Mira quién habla! ¡El muerto se asusta del degollado!
-¿A qué te refieres Holand?
-¿¡A caso no fuiste tu quien la engaño con su propia hermana mientras estaban comprometidos!?
-¡Eso fue un error! ¡Uno del cuál tú sacaste provecho!
-¡Yo no hice tal cosa!
-¡Por supuesto que sí! Ese es tu mayor atributo Derek Holand, disfrutas arrebatando aquello que no te pertenece. Primero nos engañas a todos y nos haces creer que eres un santo, luego de ganarte la confianza de los demás comienzas a planear como quedarte con todo; primero fue nuestra asociación la disolviste y tú te quedaste con todo, pero como si eso fuera poco ahora también te quedas con mi ex prometida!
-¡Yo no fui quién rompió nuestra asociación! ¡Fuiste tú idiota cuando te calentaste con Meredith y mandaste todo al infierno! ¡Tú solito firmaste los papeles para quedar con una gran suma de dinero a cambio de dejarme la asociación a mi y fuiste tu quien arruinó el compromiso con Helen!
-¡Y por supuesto tu fuiste el galán que puso el hombro para consolarla! Ya te habías tardado demasiado, creí que atacarías en cuanto la noticia de nuestro rompimiento voló.
Al parecer ambos se habían olvidado de que yo estaba ahí presente, pero en cuanto mi cerebro hizo Click y comprendí a lo que Arthur se refería pude sentir mi mundo romperse.
-Derek…
Él me miró y en sus ojos vi reflejado el dolor que había en los míos y entonces supe sin tener que preguntar, que había llegado a la conclusión correcta.
-Tu… ya sabías quién era mi ex prometido y sabías porque había roto con él; es por eso que jamás me preguntaste sobre eso. Porque ya lo sabías.
-Helen, déjame explicarte…
-¿Sabías lo de mi hermana y mi prometido?
Él suspiro en resignación y sus hombros se curvaron hacia adelante en un claro gesto de derrota.
-Si.
-¿Y no pensaste en decírmelo?
-No, es decir; si iba a decírtelo, pero entonces…
-¿¡Pero qué!?
-Habría tenido que admitir que estaba enamorado de la prometida de mi mejor amigo y socio. Por eso cada vez que te veía yo me iba del lugar y jamás me viste, pero no creas que no quería decírtelo. Aunque también sentía que no era yo quién debía decirte.
-Y dejaste que ellos jugaran con mis emociones a escondidas y mientras yo estaba como una idiota enamorada planeando la boda… ¡Este imbécil dormía con mi hermana y tú los respaldadas!
-No… no es…
Él quiso acercarse, pero yo me alejé negando con la cabeza mientras me acercaba al taxi que había llamado unos minutos antes cuando salimos del restaurante. Abrí la puerta con los ojos nublados de lágrimas y lo último que vi antes de que el auto arrancará fueron los ojos dolidos de Derek, pero él o era el único herido, mi corazón estaba igual.