Un contrato de amor

Capitulo 1

#Samantha #
7 meses después
Bajo las escaleras corriendo, pero me detengo en el último escalón cuando veo a mi mamá esperando algo o tal vez a mí.
- Hija- su voz sale baja y llena de dolor
-¿Lo sabías?
- Cariño hablemos.
- No hay nada de que hablar papá y tú me traicionaron-cruzo la puerta, escucho los gritos de mi padre
- Vuelve a la casa Samantha – lo miro fijamente, pero ya es tarde el motor de mi auto se enciende.
Salgo de la propiedad a toda velocidad, mi padre acaba de venderme a un político corrupto 16 años mayor, para conservar su nivel de vida y mi madre lo sabía. Casarme a tan solo 5 meses de mi graduación debe ser una jodida broma.
- ¿Estás bien?- mi secretaria Fabiola aparece en mi campo de visión con una expresión bastante preocupada - ¿Sam?
- Tráeme un café bien cargado.
Sale de mi oficina y me dejó caer en mi silla, la cabeza me da vuelta- te casarás con palacios – las palabras de mi padre retumban en mi cabeza, una y otra vez, el corrupto mujeriego y sexy candidato a gobernador. No es un secreto que hace muchos años estuve por sacarme, pero elegí mi futuro y mis sueños y ahora fui vendida.
- Sam – miro a la puerta y ahí está Erik - ¿Estás bien?- vuelvo a la realidad – te traigo el caso que nos llegó esta mañana – asiento tomando la carpeta para revisarla - ¿Segura qué estás bien?
- Problemas familiares – leo el nombre del cliente – ahí que armar el caso en contra – asiente – puede encargarte estoy con el caso de los Williams
- Claro, te mantengo al tanto – asiento sonriendo – puedes confiar en mi Sam, ¿Lo sabes?
No respondo y parece que no necesita que lo haga Erik Wilson, mi ex y primer amor. Cuando empecé la carrera, me pidió ante todos que me casara con él, pero en mis planes no estaba ver la señora Wilson en ese momento. Después de dos años, se casó con su actual esposa, una mujer encantadora que no le gustó que su marido y su ex tuvieran un despacho juntos, pero no se opuso.
10 horas después.
Me pasé mucho tiempo en mi oficina sin querer volver a casa, después de 20 llamadas perdidas de mi madre, supuse que tenía que volver me gustara o no, cuando llegó está todo prendido aunque es de madrugada, entro y los veo sentados en la sala cuando me ven se ponen de pie – Sam cariño – papá se acerca, pero lo esquivó para saludar a mamá.
- Linda, por favor.
- Quiero que me expliques cómo es posible que estemos en la banca rota – papá baja la cabeza.
Nos sentamos después de qué mamá lo hizo entrar en razón. Ella es la que manda.
-Hace un año invertí en lo que sería una gran cadena de hoteles, luego nos demandaron y perdimos en caso contra una familia que había perdido a un padre en una de las construcciones, no traía puesta la seguridad obligatoria y no solo perdimos el juicio sino los permisos y socios importantes.
-¿Por qué no me lo dijeron?
-Linda no era tu responsabilidad
-Si lo era y ustedes me lo ocultaron y ahora prácticamente me vendieron a ese político de mierda
-Cariño – papá toma la mano de mamá – entenderemos si no lo quieres hacer
-Estás manipulando – gruño poniéndome de pie – sabes que nunca dejaría que pasaran carencias.
-Linda – niego subiendo las escaleras, ahora casarme no suena tan mal como la pobreza y no me juzguen, no podría ver a mis padres ni me los imagino ahorrando o viviendo con lo mínimo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.