Un contrato de amor

Capitulo 11

Deje mi plato a aún lado hace 5 minutos, pero mi marido ya fue por su tercer plato de tacos, come como si no tuviera fondo y luego me pregunta ¿Cómo mantengo mi figura? La pregunta correcta sería ¿Cómo la mantiene él? Lo veo venir y cuando deja su plato veo 6 tacos lo miro sorprendida, pero él parece tan satisfecho comiendo.
- no me mires de esa forma.
-¿De qué forma te miro?
- tengo un buen apetito Sam – asiento mirándolo comerse un taco entero, lo disfruta tanto que mi cabecita se pregunta.
¿Me disfrutaría de esa forma a mí?
- Que es lo que te estás imaginando – suspiro cruzándome de brazos – pareces frustrada
- quiero ir a la playa llevamos mucho aquí – le recuerdo- te molesta si me adelanto.
- No, solo ve con cuidado – asiento tomando lo último que me queda en el vaso y me acerco dejando un beso en su mejilla, y salgo casi corriendo.
Horas después
No llegues tarde, te espero en el salón en 15, usa el vestido – la nota está encima de mi cama, es imposible no verla.
Miro el vestido de brillos y elegante – no que no sabías de esto – busco en mi segunda maleta el vestido negro con un gran escote y de espaldas descubierta que compre antes de venir por puro capricho.
22:10
Llevo una hora entre que me bañé, maquillaje y me vestí, estoy antes el gran espejo de cuerpo completo, mi pelo ondulado le da el toque, tomo la llave de la habitación antes de salir y ahí veo al hombre que desvía la mirada.
- ¿Qué tal? – le pregunto girando
- Se ve muy hermosa señora – sonrió caminado hacia el ascensor, si ya sé, pero no puedo arruinar mi maquillaje ni mi presencia.
=Julián Palacios =
Hace una hora Samantha debía estar aquí, no la veo desde la tarde cuando estábamos comiendo mis nervios aumentan por cada minuto que pasa, no me contesta las llamadas, pero su guardaespaldas me dijo que estaba en la habitación y no había salido desde que volvió de la playa, estoy a nada de ir por ella cuando la veo entrar.
Mi boca se abre el vestido que trae, no es el que le elegí yo, este la hace ver igual a un ángel que te haría pecar, mi entre pierna se endurece haciendo que me incomoden mis pantalones, ¿Qué se cree está niña? No puede dejar que la vean así, nadie que no sea yo puede ver su hermoso cuerpo, los celos brotan notando como cada hombre en la sala la mira.
Posesivo y celoso.
- Querido – Lorena toca mi brazo sutilmente para llamar mi atención está coqueteando.
- discúlpame – ella se pega a mí y veo como la mirada de Samantha se oscurece- si me disculpas necesito ir con…
- buenas noches – la miro de arriba abajo se ve tan sexy -amor, te estaba buscando – su tono me genera un hormigueo en mí entre pierna.
- ¿Y tú eres? – Lorena la mira despectivamente, pero mi Sam ni se preocupa
¿Mi Sam?
- Samantha Palacios, su esposa – me suelta el brazo de golpe y retrocedo un paso al igual que ella
-Es un gusto- estira su mano, pero mi mujer no la toma - no sabías que te casaste, felicidades
Miro a mi mujer fijamente, se ve extremadamente tranquila, pero algo me dice que no lo estará cuando nos encontremos solos.
- amor te presento a Lorena
- su exnovia - esta mujer ve al diablo venir y aun así no se calla.
- si me disculpan iré a saludar a un viejo amigo – miro hacia la misma dirección, ahí está Brandon – buenas noches- deja un beso en mis labios rápido y se retira.
Cuando se acerca y él la toca necesito todo mi autocontrol para no ir y tomarla en brazos, llevarla al cuarto, pegarle un par de nalgadas y hundirme en ella, disfrutar su hermoso y tentador cuerpo y hacerla totalmente mía.
Está loco, totalmente confirmado, eres un loco y posesivo de mierda.




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