Capitulo 15

6:40
Me dormí a las 3 AM de tanto llorar y no precisamente por el dolor sino por lo que hizo el hombre que escuchaba que estaba en contra de cualquier agresión, se atrevió a abusar de su esposa, Marcos me llamo a mi teléfono hace minutos diciendo que el avión para volver ya está listo.
Armo mis maletas con tranquilidad y es la primera vez que no he hecho un desastre
—nos vamos en 20 – sale del baño hablando - ¿te volviste sorda?
— No sé, ¿te volviste un maldito violador? – retrocede – creo que a partir de ahora soy sorda y muda.
Terminó de cerrar la maleta y Luis entra por ella y yo salgo sin esperarlo, el hombre me mira algo extrañado, pero no dice nada, bajo por las escaleras conectando mis auriculares, mi teléfono está lleno de llamadas perdidas de mis padres y ex, pero solo lo ignoro
Horas después
Llegamos al departamento y Fabi es la más feliz de verme. Claro, Lulú también, me disculpo y voy directo a mi cuarto para cambiarme e irme a la entrevista. Me miro al espejo y es totalmente correcto: unos pantalones jeans, una blusa y unos zapatos con poca plataforma. Tomo mi bolso, las llaves de mi auto, me despido de Fabi y salgo.
— ¿Dónde crees que vas?— sale de la cocina sin camisa y todo sudado - No saldrás de aquí
— Intenta detenerme – digo entrando al ascensor.
Bajo al estacionamiento y ahí veo a mi hermoso bebé, ahí estacionado, me subo y el ascensor se abre dejando salir a Palacios ya vestidos.
Llegó al canal después de 16 minutos, Marcos me está esperando fuera, me entrega un papel con las preguntas y la respuesta que tendría que usar, pero no lo reviso, sé lo que diré.
— Señora Palacios, bienvenida.
— Hola, gracias por invitación.
— Es la mujer más importante del momento, soy afortunada— mira el papel – tengo las preguntas, no sé preocupé
— Olvidé eso haga las preguntas que usted crea correctas— parece sorprendida
— ¿Segura?
— Si
— Lista – Marcos aparece con una chica que intenta ponerme un polvo, pero me niego – ahí que comenzar— grita – tu marido está por matarme.
Me siento en el sillón y la periodista enfrente mío – lindo día gente – sonríe – hoy tener un programa increíble, una gran entrevista con la mujer más nombrada del momento, Samantha Palacios – ella me mira – bienvenida, gracias por darme la primicia
— Un placer estar en tu programa Marisol.
— Es un honor tenerla aquí, le parece si comenzamos – asiento - ¿Qué tiene que decir de las noticias de estas últimas horas?
— Me sorprendió mucho escuchar eso del candidato y más la opinión de la gente, en especial de las mujeres – ella se cruza de piernas— en esa entrevista se dijo muchas cosas incorrectas
— ¿Cómo cuál?
— Primero no tenemos ningún vínculo íntimo, conocí al candidato el día de mi boda.
— Correcto, hace menos de un mes ¿Verdad?
— Sí
— Pero dígame ¿Hubo infidelidad? ¿Cómo lo tomo el candidato Palacios? – regresa el ardor en mi zona, pero me niego a pensar en eso
— Nada de infidelidades como mujer estoy siempre en el ojo de huracán y mi marido sabe que jamás traicionaría lo que tenemos.
— ¿Qué tienen? –
— Un amor inquebrantable, es el amor de mi vida, el hombre perfecto
— El candidato es uno de los hombres más guapos del país, sin duda cualquiera mujer moriría por estar con él.
— Entenderás que con un hombre así a tu lado que te da la estabilidad, el amor, la paz y la confianza, no se puede estar con nadie más ni en tus sueños.
— De verdad lo ama – miro mi anillo que todavía sigue en mi dedo.
La entrevista termina después de algunas otras preguntas más, cuando salimos de aire, Marcos me aplaude y su sonrisa al ver los comentarios es notoria – ahora atiende el teléfono – me lo extiende, pero corto la llamada – se molestara.
— Déjalo – salgo del canal y ahí está Luis esperándome junto a mi auto.
— Señora, la escoltaré a casa
— Claro – subo a mi auto y en vez de girar a la izquierda para volver al departamento, sigo recto, necesito hablar con mamá y ella es mi curita al alma.
Estacionó mi auto y Luis estaciona la camioneta atrás mío, lo miro y camino a la casa – mama – llamo desde la puerta – mama, estás en casa.
— Cariño – sale de la cocina - ¿Estás bien? – niego y corro a abrazarla y llorar como niña chiquita - ¿Qué sucedió mi niña?
— ¿Dónde está papá? – intentó limpiar mis lágrimas y respiro hondo
— Fue a jugar al tenis con sus amigos.
— Necesito que hablemos a solas.
— Claro cariño ven, vamos a la cocina – caminamos, al entrar me recibe el aroma de mi infancia – siéntate, cuéntame ¿Qué paso? Vimos el noticiero
— Abuso de mi mamá – ella retrocede llevando su mano a su boca – piensa que lo engañe
— Es imposible, nunca arias, algo así
— Mamá, él no me conoce y no le importa— me entrega un vaso de agua.
— Hablaré con tu padre, terminarás con ese matrimonio y lo denunciaremos
— Mamá tenemos un contrato aparte, las cláusulas son millonaria
— Cariño – toma mis manos entre las suyas-lo solucionaremos, no permitiremos que seas infeliz.
— Ya es tarde, verás una entrevista mía en TV
— Ahí mi niña lamento mucho, esto es nuestra culpa, no mereces esto
— Estaré bien – me paro y dejo un beso en su mejilla – gracias mamá me ayudó mucho hablar contigo
— Cariño quédate a dormir – niego – no es seguro que te quedes con ese hombre
— Tranquila, demostraré la clase de mujer que soy y una vez se encuentre en la sima como tanto lo quiere, me libraré de el.
— ¿Estás segura? – asiento – aquí me tienes, llámame e iré por ti por encima de cualquier cadáver
— Gracias mamá, te amo, tengo que irme.
—