Capitulo 18

— Dime Erik – él levanta la ceja
— Sam, que bueno que respondes tenemos una emergencia
— ¿Cuál?
— El señor Wilmer quiere una reunión en dos horas para la asociación – miro el reloj
— Es imposible estoy con Julián hoy son las elecciones
— Sam esto es importante para S&E – ruedo los ojos – tienes que venir
— No puedo lo lamento dile qué lo llamaré luego para disculparme o cambia la fecha
— Sam
— No Erik es fundamental para mí estar aquí, cierra el trato tu
— No quiere hablar conmigo, quiere verte a ti, tienes que ir
— Hablaré luego con él, adiós.
¿Cuelgo la llamada buscando mi agenda en mi bolso – genial – levanto la cabeza y está saliendo de la oficina malhumorada de nuevo ni él se aguanta, me levanto para mirar a dónde se va?
— Hola buenas habla Samantha
— Hola hermosa – responde el hombre que me da náuseas al otro lado de la línea - ¿lista para vernos?
— No de hecho para eso llamaba, tendrá que disculparme, pero no podré ir, pero mi socio está muy calificado – suspira
— Qué mal, tenía tantas ganas de volver a verte, supongo que el ser socios no se podrá dar
Típico hombre machista, misógino de mierda, miro a mi marido que me está llamando
— Tiene una invitación abierta a la gala de esta noche, si cambia de opinión podemos cerrar el trato ahí.
Cuelgo la llamada y voy donde mi marido que está tenso recostado por la mesa en el medio de la sala – amor ¿Con quién hablabas?— pregunta dejando un beso en mi cuello Marcos mira de reojo y sonríe
— Wilmer, rechazo a la sociedad porque no iré
— Que se joda no lo necesitas
— Si lo necesitamos – digo mirando la pantalla – necesitamos dinero y él iba a darlo
— Me tienes a mí – ronronea dejando besos por todo mi cuello y hombro – puedo darte el dinero si no vuelves a ver a ese maldito que te mira con ganas de comerte
— ¿Celos?
— Bastante, no lo necesitas
— Mira – me suelta para mirar dónde Marcos le indica que está ganando por 20 puntos en este momento – Dios gracias.
El día pasa entre estrés y buenas noticias, hace 15 minutos mi marido se volvió el nuevo gobernador, está que no se aguanta ni a su mismo de la felicidad y yo le di su espacio para qué festejará con su equipo, después de que prácticamente me comió la boca cuando se cerraron las votaciones me fui a prepararme para la gala y ajustar los últimos detalles.
— ¿dónde te metiste? – levanto la cabeza, lleva un traje negro, le queda tan perfecto su cabello y su barba perfilada se ve tan sexy – Sam
— Estaba terminando algunas cosas – giro para dejar de mirarlo o voy a empezar a babear – podemos ir a la puerta, están por empezar a llegar
— Mírame – exige - ¿Sucede algo? – niego, se acerca, toma mi cara entre sus manos haciendo que lo mire a los ojos - ¿Qué sucede?
— Mis padres no vendrá, mamá se reúsa a compartir cualquier lugar contigo
— Es entendible Sam – acaricia mi mejilla – soy el malo de todas las historias, incluida la mía
— No importa el show debe continuar – me alejo de él y agarro la lista de invitados - ¿Listo?