Un contrato de amor

Capitulo 19

Parece perdido en sus pensamientos, pero asiente y me sigue mirando a todos lados para no mirarme a mí algo dentro mío duele mucho, pero tan solo hoy empieza mi largo camino asta mi libertad – buenas noches.
Wilmer está frente de nosotros con una gran sonrisa, me mira y me siento desnuda, este hombre realmente me mira como si fuera comida – buenas noches – respondo y el mesero se acerca con una copa y se la entrega—
— Palacios felicidades, ahora no solo eres el hombre más afortunado por tener una mujer tan hermosa, espero hagamos negocios alguna vez
— Cuando dejes de ver a mi mujer – responde cubriéndome con su cuerpo – que te diviertas Wilmer
— Tranquilo hombre – me guiña el ojo y entra – espero podemos cerrar el negocio
Desaparece y mi marido está rojo de la ira, no es el primer hombre que me verá con esos ojos, esta noche será larga, muy larga— bienvenidos.
— Señora Palacios, esta noche se encuentra muy hermosa – mira a mi marido – qué suerte tienes
— Lo sé – sonríe mirándome – pase tenga una hermosa velada – cuando sale de nuestro radar gruñe – mataré a alguien esta noche
Me mira fijamente mientras recorre cada parte de mi cuerpo y es cuando se da cuenta y se quita el saco y me lo pone – no te acerques a nadie Samantha o vas a conocerme.
No digo nada, solo sigo recibiendo a la gente que llega y mi marido va, estar muy rabioso al enterarse de que ni con su traje dejo de recibir cumplidos – Sam – Erik no está en la lista, esto va a salir mal, muy mal.
— ¿Qué haces aquí?
— No respondes mis llamadas, nunca lo haces
— Nunca fue un problema
— No, hasta que te casaste, me estoy volviendo totalmente loco de solo pensar que alguien más te toca y disfrutar de tu cuerpo
— No empieces, Erik estás tan casado como yo – miro a todos lados para asegurarme de que nadie nos escuche
— Sabes que si me lo pides me divorcio – siempre lo mismo – solo tienes que volver a ser mi Sam
— No gracias, debes irte o entra de una vez
— Sam, te sigo amando como el primer día
— No es mi problema Erik
— Sé que me sigues amando Sam – toma mi mano – por favor, bebé.
— Suéltame o llamaré a seguridad – él aprieta más su agarre e intenta acercarse – Erik
— Decías que me amabas – gruñe moviéndose hacia mí – mientras te hacía el amor
— Basta – me suelto y alejo – lárgate, no te quiero ver aquí puede venir en cualquier momento mi marido, ve a casa con tu esposa
— Una noche Sam solo una para recordar lo que es tener tu cuerpo, necesito volver a sentirme vivo
— Aléjate de mi mujer – Julián lo empuja haciendo que caiga – te vuelvo a ver tocando a mi mujer y te mato
— Ella es mía – Erik se levanta – siempre lo ha sido desde que se entró a mí por amor, ella me sigue amando
— Vete, hablamos en la oficina – él sonríe con superioridad consiguiendo que Julián intente írsele encima, pero logro detenerlo – por favor amor— lo miro y él me mira a mí – no vale la pena




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