Su respiración es pesada, me mira los labios y sonríe pegando nuestras bocas en un beso tan excitante, intento seguirle el ritmo, pero no lo logro, me está devorando, se está llevando mi alma con él – tú eres solo mía – oírlo ronronear sé ha vuelto mi cosa favorita, pero no planeo decirlo en voz alta.
— Sáquenlo de la propiedad – ordena, dejado beso por mi cara— tendrás que decirme que pare Sam – muerde mi mentón haciendo que jadee – no estás ayudando
Alguien se aclara la garganta y cuando llevo mi mirada es Enríquez y de su brazo viene colgada Lorena que nos mira con odio.
— Buenas noches
— Buenas noches – responde Julián sin soltarme – tenga una buena velada – me jala lejos de todo haciendo que grite de sorpresa cuando me carga – tengo que hacerlo te juro que si no te pruebo me volveré loco
Tiró mi cabeza hacia atrás cuando toca mi pecho derecho – dame tu consentimiento, por favor
— No – gruñe mordiendo mi pezón con rudeza – tendrás que tomar la decisión
— Mi polla va a explotar Sam – toma mi mano y la guía – siente como estoy desde que te conocí, esto solo lo provocas tú.
— Toma la decisión – gimo apretando su bulto, esto me gusta más de lo que puedo admitir
— Eres mi perdición— se deja caer de rodillas ante mí, lo miro desde arriba con una gran sonrisa cuando mete la cabeza entre mis piernas – ábrete para mí.
Cuando su respiración hace contacto con mi cuevita del amor, grito de sorpresa, lame mi zona sin reparo – cuevita del amor – repite y rio entre jadeos – me gusta, lo mejor que he probado.
Se incorpora, besándome, saboreo mis propios fluidos y es la cosa más rica de este mundo, no solo besarlo, sino tenerlo entre mis piernas comiéndome – quédate así me encargaré cuando la gala termine.
— Palacios— se detiene a mirarme – tu cabello es un desastre al igual que tu boca
— Todavía no te has visto – sonríe mordiendo su labio – tan sexy y lista para mí
— O para otro – mi sonrisa crece cuando me arrincona y me refriego en él.
— Samantha vamos a dejar algo claro – asiento limpiando su boca – no juegues con fuego, puedo matar a cualquiera que solo te mire – gimo sintiendo que en cualquier momento voy a venirme – nena, estás tan necesitada – estoy tan perdida - ¿Me necesitas?— llorisqueo mordiendo mi labio - ¿Quieres correrte? – asiento desesperada – hazlo entonces, córrete para que todos escuchen lo que te provocó
Su mano se encuentra dentro de mi vestido, sus dedos fríos conectan con mi clítoris y siento que voy a desmayarme con tan poco, encuentra un ritmo rápido y doloroso a la vez, me aferró a su cuello con los dientes para evitar que los invitados escucharan demasiado. Lo que estamos haciendo no está del todo bien, pero estoy tan perdida mientras tiemblo llegando al mejor orgasmo de toda mi vida, apoyo mi cabeza en su hombro y vuelvo a escucha su respiración, que es tan irregular como la mía.
— Tan sexy te tienes que ver – rio sutilmente llevando mi cabeza hacia atrás intentando recuperar la cordura – ahí que volver o te llevaré a casa y te follaré asta que pierdas el sentido.
Me miró al espejo, estoy hecha un desastre, mi cabello está hecho un nido de pájaros, mi vestido está lleno de mis fluidos, mi maquillaje totalmente arruinado - ¿Estás bien?— entra dejando mi segunda opción en la silla
— Soy un desastre – arruga la nariz, esa simple acción hace que se vea tan sexy los años no pasan para el.
— Marcos trajo tu maquillaje, dijo que lo ibas a necesitar
Me cubro la cara con mis manos negando, todos escucharon de eso, estoy segura
- ¿Qué tan malo es?
Editado: 28.10.2024