Un contrato de amor

Capitulo 36

Las balas impactan en su pecho una y otra vez, y las camionetas llegan al lugar, los disparos disminuyen - amor, ¿Estás bien?— Palacios me abraza, pero solo puedo ver el cuerpo y sus mujeres llorando a su alrededor – amor – miro el arma y él me la quita – háblame
— Quería ayudar— él asiente y me abraza fuerte, me dejo llevar hasta la camioneta
— Mírame, no es tu culpa
— Si es yo los traje hasta aquí por mi loca idea de mejorar todo, pero en vez de eso lo jodí todo
— No lo has hecho, es el comienzo de todo – besa mi cabeza y descanso en su pecho.

2 días después

Pedí un aplazo para el juicio y fue aceptado será pronto todavía no sé qué are estoy muy cansada la imagen de ese hombre muerto y esas mujeres llorando a su alrededor está en mi cabeza todavía no duermo desde esa noche ni porque estoy demasiado cansada, algo está haciendo ruido alguien le tuvo que decir nos aseguramos de que nadie nos seguía, pero aún nos encontraron ¿Cómo?

Me levanto del sillón para ver por la ventana ahí un nuevo auto en la otra calle, no sé si los hombres se dieron cuenta, pero yo sí es el mismo modelo y dos ocupantes— señora.

Luis ha estado todo el tiempo conmigo, no puede dejarme mientras palo fue trasladada a la mansión como castigo, tengo más seguridad que antes mientras él arregla todo lo que según hice mal
— Disculpen – miro hacia la puerta de la cocina, Sofía está ahí – puedo hablar con usted – asiento— en privado
Luis nos da espacio y nos sentamos en el balcón lejos de la orilla – mi padre sabía quienes eran esos hombres yo lo vi hablar con uno – levanto la ceja – mamá dijo que era lo mejor
— ¿Un trato?— asiente - ¿Qué pidieron tus padres?
— Dinero y protección todavía ahí un hombre demasiado peligroso mucho más que los que me quieren
— Dime ¿Quién es?
— No sé su nombre, solo sé que fue un hombre del medio político— giro mi cabeza hacia dentro – lamento no poder ayudar.

Medio político, el único que podría… No puede ser, tengo que salir de aquí – Luis – hablo llegando al ascensor – necesito ir a mi oficina.

Cuando salíamos de la casa dos camionetas nos siguen, la seguridad de mi marido fue reforzada no me dejan ni un momento sola es bueno y malo al mismo tiempo, bajamos en mi oficina y subo sola dejando a Luis en las escaleras, entro en la oficina de Erik mirando a todos lados, el mueble en la esquina del lado de la ventana me llama.
— La llave – miro a todos lados y la encuentro bajo unas carpetas – dame lo que necesito.
Erik lleva trabajando en esto mucho más que yo, tiene que haber algo que no sé y solo él puede tenerlo – sí – abro el cajón y saco las carpetas.

Miro todas asta que una llama mi atención es la misma letra que vi en la casa.

— Palacios – Erik los estaba investigando - ¿Por qué no me lo dijo?
—2000 – 2014, tantos años de investigación – me tocó la cara - ¿Qué estabas haciendo?

Busco entre los papeles y veo fotos al final de la carpeta – Mendoza, mi padre y el señor palacios se conocieron más de lo que mi madre me dijo, Mendoza y su hijo – que es esta mierda
— Señora – levanto la cabeza – el señor está en la línea – agarro el teléfono que me está entendiendo
— Sam, ¿Por qué saliste de casa?— miro los papeles – Sam
—tenía que buscar un par de cosas en la oficina, pero ya voy para casa
— Avísame Sam, es mi deber protegerte
— Sí, perdón no volverá a pasar
— ¿Estás bien?
— Si solo un poco cansada, nos vemos en casa.




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