Un contrato de amor

Capitulo 39

— Sam, llegas tarde, lo están interrogando
— Llegar tarde es mi especial, pero sabe cuál es mi mayor especialidad, acabar con la carrera de abogados tan mediocres como tú
Camino asta la sala donde me encuentro un hombre vestido de negro y a mi marido sentado – levanta nos vamos
— Estoy haciendo un par de preguntas al acusado
— ¿Acusado? Sabe que me gusta acabar con los mediocres como ustedes que se adelantan a cualquier veredicto
— Sam— niego – amor, está bien, solo hacen su trabajo.
— ¿Los cargos?
— Complicidad, lavado de dinero y posición – Julián se vuelve a sentar
— Entonces, señor, palacios ¿Qué tiene que decir sobre las acusaciones?
— No tengo nada que decir realmente solo son eso acusaciones sin fundamento – me cruzo de brazos detrás de mi marido.
— Ahí una grabación que dice lo contrario
— Perdón, acabo de perderme ¿Una grabación?— asiente mirándome con superioridad – esto se sostiene por una, grabación, por favor eso no se puede sostener ante ningún juez
— No, pero sí da pie a empezar una investigación contra su marido y muchas figuras.
— Perfecto, pero mientras eso pasa mi defendiendo tiene derecho a irse a casa y hacerme unos masajes
— Claro, solo no puede salir del país – ruedo los ojos y salimos de la sala, cuando estamos fuera suelto su mano
— Ve a casa – levanta la ceja
— No vendrás – niego sacando mi teléfono – Sam soy inocente
— Eso es la peor parte que tu mujer tiene las pruebas para demostrar que no lo eres – gruño marcando el número de Erik
— ¿Qué?
— Te irás a casa y no te quiero ver asta que lo solucione, me decepcionas Palacios, te creí más inteligente y ahora una puta puede acabar con tu vida.

El auto de Erik se estaciona en la esquina y solo camino asta allí sin mirar atrás, mi carrera se terminó incluida la de él, pero no acabará asta que yo acabe con todos
— ¿Cómo te encuentras?— suspiro mirándolo – si se que nos debes de odiar
— Los hombres que una vez creí intachable son una porquería como debería estar.
— Algunos no tuvimos opción
— Erik, te conozco si la tenías, pero aceptaste tu destino como buen cobarde que eres
— Sam, la familia es primero
— Esa mierda la escuché toda mi vida y no justifica que fueron un grupo de hombres inútiles que encima no saben cubrir sus huellas.

*********

Estoy entrando al departamento con una pila de papeles y expedientes – amor – Palacios aparece rápido – me tenías preocupada
— No se porque – digo dejando los papeles en la mesa – Lulú me traes café por fin
— Amor, mírame, por favor
— Para que si solo veo al responsable de que mi carrera se vaya a la mierda
— Lo lamento— baja la cabeza – mis abogados se aran cargo de todo
— Ahí por favor Julián sabes mejor que nadie que no lograrán hacer nada, gracias – tomo un poco de mi café – Antonio, Francisco y Giovanni – digo poniendo su carpeta separada – sus padres, los Palacios, los Mendoza, los Wilson todo son iguales de podridos – me cruzo de brazos – y luego están los que para salvar a sus familias se ensuciaron las manos.
— Niña – niego caminando hacia Julián que no ha movido ni un músculo
— Mi padre, mi socio y qué casualidad mi marido – sus ojos oscuros se fijan en los míos
— Sabes lo basará que me siento mi vida fue una mentira, la fortuna que tantas puertas me abrió es sucia – rio falsamente – pero más tonta por intentar tapar el sol con un dedo y confiar ciegamente en que eras un hombre intachable— suspiro recogiendo mi pelo - ¿Tus amigos realmente se fueron?

— Hace mucho, amor escucha, no ahí forma de probar nada de eso, solo son calumnias

— No me digas – agarro la carpeta que encontré en su oficina, mezclada con lo que Erik tenía – eres cómplice y te beneficiaste de ellos

— Revisaste mis cosas – mira con detenimiento cada hoja— ¿harás tu trabajo?

— Niña – Lulú se pone en el medio - tienes que ayudarlo, no puedes hacer algo así

— Yo no tengo que hacer nada lulú, él es un hombre adulto, tomo sus decisiones sabiendo las consecuencias, da gracias que son lentos.

— Ella no quiere que se sepa que su padre es parte también de todo eso

— Si se mete con lo mío, su padre y todo lo que conoce desaparecerá – tomo las carpetas y le quitó la que él tiene – avisado estás, en días te llegará el acta de divorcio

— ¿Qué? – gira y me empieza a perseguir – Sam, no puedes hacerme esto

— Te lo hiciste solo Palacios, no quise meterme y al final voy a ser yo la que acabe con todo esto, no es fácil y no quiero estar con un hombre con tan poco honor.

— Solo hice lo que creí mejor en ese momento Sam – me enojo de hombros - ¿Qué haces?

— Me voy – tomo mi maleta – y no te preocupes todo el dinero que me diste, estará en tu cuenta en la mañana, no quiero nada de tus negocios sucios

— Sam, amor, por favor entiende, no hace falta que hagas todo esto, te necesito

— Y yo necesito alejarme para no acabar igual o peor que ustedes – sigo poniendo prendas en la maleta – te pueden quitar todo, pero aún sigues siendo millonario, yo no si pierdo mi carrera, pierdo todo.




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