— Amor no necesitas nada de eso nunca va a faltarte nada
— Tu dinero no lo quiero – cierro la maleta – prepárate Lorena fue citada y una mujer dolida es capaz de todo
— Ella no dirá nada – levanto la ceja – confío en que sabrá que tiene que hacer
— Claro, por supuesto
— ¿Qué?
— Nada, ahora estoy segura de que le prometiste algo, por eso ha estado tranquilo
— Sam no digas cosas que no sabes – salgo del cuarto – por favor no te vayas, yo te amo
— En ocasiones no es suficiente, sabías quién era y a qué me dedicaba y aun así me elegiste, ahora asume que tu mujer y futura exmujer acabará con tu carrera política si es necesario
Salgo de la casa sin mirar a nadie ni a Luis— Erik, ¿Wilmer está contigo?
— Sí, Sam, ¿Qué está pasando? Llegaron con una orden y destrozaron todo
— Me imaginé que eso pasara – freno – estoy a 2 minutos.
— Está bien.
Cuelgo y llamo a mamá, pero nadie responde, seguro está sintiendo lástima por Pablo en este momento típico de él y muy normal de ella – Sam, ¿Estás bien?— Wilmer aparece en la escalera cuando voy abriendo la puerta
— Sí – subo y me encuentro con el desastre – acaba de cavar la tumba de su familia también
— Me dieron un citatorio— asiento - ¿Qué aremos Sam? Están muy… — lo callo
— Nos vamos.
Cuando bajamos y salgo veo un auto negro muy parecido a los demás, la seguridad de Wilmer es mucha y eso me deja más tranquila – necesito irme
— No aras tal cosa y deja de ser un marica – giro hacia la derecha y en la esquina freno y estacionó el auto
— ¿Qué es este lugar? – Wilmer sale de su camioneta y nos sigue
— Lo compré después de casarme – entramos y prendo las luces – teléfono— señalo el cajón
— ¿por qué tanto misterio?
— Los Wilson, Palacios, Mendoza, entre otras familias importantes, incluida la mía, son responsables de toda la mierda por la que tanto luche, todos mis casos fueron resueltos
— ¿Qué puedo hacer?
— Realmente no podemos hacer mucho más que esperar que la investigación siga su curso – Erik se sienta con un trago – deja eso
— Lo necesito, estoy muy estresado
— Solito te lo buscaste, ahora deja de tomar – le quitó el vaso y lo pongo lejos - ¿Sabes lo que tienes que decir?
— Más o menos responde preguntas y desmentir cualquier palabra que diga esa
— Tan fácil como eso – Wilmer se ve preocupado, es un hombre normal con negocios legales que se está metiendo en todo esto - ¿Estás bien?
— Si asumí hace mucho que mi vida cambiaría si o si
— ¿sabes de esto hace mucho?
— Si, tiempo después de casarme, pero quise tapar el sol con un dedo y alejarme de eso y no pude.
***********"*
El dinero ya fue depositado a la cuenta que uno de sus abogados me mandó, fui a ver a mi padre, mi madre está destruida, él jura que no hizo nada malo, pero encubrimiento y complicidad tiene castigo, le guste a quien le guste eso no está bien
— Sam – me lo tomo de frente a unos Palacios un poco desalineados— amor
— Palacios – lo esquivo y sigo mi camino asta la sala donde están haciéndole un par de preguntas a Erik
Julián Palacios
Días después
Ella se fue hace un par de días, mi carrera, la vida que construí y mi mujer se destruyeron por errores del pasado, pero lo que más duele es que ella se decepcionó de mí, me veía como un hombre intachable, pero solo soy el fruto de mis malas decisiones
— Amor – llevo escuchando esa voz tan molesta desde hace rato – olvídate de ella no vale la pena
— No hables de ella – gruñó poniéndome de pie – ella es mucho para mí realmente
— Te abandono cuando más la necesitas, eso no hace una buena mujer, pero aquí me tiene a mí siempre a tu disposición – la miro mientras baja el vestido, a mi cabeza solo viene Sam, su sonrisa, sus labios – yo sé cómo quitarte lo estresado
— No me toques – me siento de nuevo al otro extremo del sofá— vístete.
Hace su típico berrinche por no conseguir lo que quiere y luego se va al baño, Sam no me haría esto ¿Por qué no sé estar solo? Tanto me cuenta esperar que ella acepte hablar contigo pero verla preocupada por su ex Me partió el alma y me lleno de odio.
— Señor, palacios – Patricia baja los escalones y camina hacia mi tan elegante y tan fina como siempre – que bueno volver a verlo
— ¿Qué quieres? – vuelvo mi vista a mi vaso – sea directa, no tengo tiempo
— Tengo un trato que hacerle – me incorporo – se cómo salvar su carrera – se muerde el labio y su mirada es coqueta típica – puedo acabar con la piedra en el camino, Samantha Palacios – aprieto mi mandíbula antes de tomarla por el cuello y matarla
— Mi mujer no es un problema – sonrió tomando lo último de mi trago - por eso me gusta
— Lo mandará a la cárcel – lo hará, miro la foto que está justo en la mesa – puedo callarla, luego podríamos hablar del mi precio
— Vaya, me imagino que el precio por tu servicio es él— al final de escalón está mi pequeña flor igual de hermosa y delicada que cuando la volví a ver - tan poco profesional eres
— Solo hago que mis clientes salgan limpios – mi mujer asiente tomando la foto que estaba viendo antes – las piedras son fáciles de quitar
— Si tienes razón, no deberías estar con tu padre y hermano – a la mujer junto a mí se le borra la sonrisa – no falta mucho para que te pase lo mismo – levanta la carpeta – yo que tu correría, yo soy experta en quitar la mierda de mi camino.
Patricia Mendoza desaparece de mi vista en cuestión de nada – hola – mi voz sale baja y algo insegura
— Hola palacios – mi corazón se me está por salir en cualquier momento
— Estás hermosa
— Lo se – me extiende unos papales – los cargos fueron retirados tus abogados te notificarán mejor
— Sí— grita Lorena cortándose de mí, miro a Sam que no tiene ninguna expresión – amor, felicidades
— Bueno, eso era todo, buen día
— Sam – ella no se detiene - ¿Qué mierda te pasa? – quito sus sucias manos de encima y corro a buscar a mi mujer – Sam espera— tomo su brazo y la giro – no es lo que parece
Editado: 28.10.2024