Por la mañana Michael me esperaba. Tome el ascensor para bajar con rapidez, intentaba controlar el palpitar de mi pecho.
Al verlo impecable y deslumbrante con esa seriedad en su rostro, como si tuviera las respuestas a todas mis dudas. Me paralice, debía detener el brote de nuevos sentimientos, pero cuando el me miraba y me dedicaba esa sonrisa de comercial que solo la tenía, me dejaba en blanco.
Me saludo mientras abría la puerta del auto para mí, le sonreí con nerviosismo. Inconscientemente tomando preso mi labio inferior, ese gesto llamo su atención, sentí su mirada clavada en mi boca, sus oscuros ojos reflejaban un destello de deseo, sabía lo que pasaba por su mente, me ruboricé al instante. Un carraspeo salió de mi garganta buscando disipar la densidad en el aire. Entendiendo mi incomodidad, solo me sonrió y dio marcha al automóvil.
Nunca en mi vida un hombre me había hechizado de tal manera, pero mi prioridad ahora era el trabajo, no tenia el tiempo suficiente para luchar por la empresa y el amor a la vez.
Esta mañana la cotilla del día sería la nueva empleada y el Sr, Turner director administrativo, la premisa "nace un romance en la oficina".
Las chicas clavaron su mirada en mí, solo iba a unos pasos de Michael, tomando en cuenta que era mi lugar de trabajo, la distancia era necesaria si deseaba destacarme por mis hazañas profesionales y no por los chismes de pasillo.
Para mi buena suerte la compañía era un caos, la industria Wilson era famosa dentro del sector de la moda, fundada por mi abuela hace 60 años, comenzó con lencería y trajes de baño, en la época donde la mujer se estaba independizando. Sus diseños aportaron fuerza a esta revolución femenil. Por desgracia mi padre no aprendió nada de esa historia, actualmente competía con grandes marcas en la ropa interior para hombre. Aun así, el mercado más fuerte era hacia las mujeres, actualmente contábamos con línea de ropa para todo tipo de ocasión, eventos casuales, la línea ejecutiva y eventos de glamur. Además, el éxito de la compañía también se debe a nuestros importantes diseñadores.
La época de verano era la más agitada, vestidos, trajes de baño, las tendencias del año actual, la demanda y competencia, todo influía para nuestra estrategia de mercado.
Me dolía la cabeza al mirar los datos en mi computadora, aunque solo eran resultados de encuestas aplicadas a los clientes, eran demasiadas, y por desgracia el Sr. Turner deseaba un reporte de todas ellas para esta noche. Le dedique una mirada de protesta, él se limitó a mirarme serio, sabía que él tenía el mando y yo debía seguir sus órdenes. Le sonreí forzadamente. y continúe tecleando hasta que terminara con todo o bueno hasta que mis manos no se acalambraran.
Se llegó la noche, por fin había terminado el reporte, mire el reloj el cual marcaba las 3 de la mañana. Michael se encontraba dormido rodeado de papeles mientras posaba su cabeza sobre su brazo, parecía un niño pequeño. Tomé su saco del sofá y lo puse sobre él. Acomode los papeles y le deje una nota informando que había concluido con éxito mi tarea del día.
Apenas llegué a casa mis ojos no podían mantenerse abiertos, sin darme cuenta caí en un profundo sueño.
Por la mañana, el portero me informo que un chico me esperaba abajo con un enorme ramo de rosas. Desconcertada baje, tenía una semana sin ver a David, por el trabajo y el hecho de su mal comportamiento, no le había dedicado la más mínima fracción de mi tiempo.
Me dedico una mirada de cachorro arrepentido, mientras me tendía el enorme ramo de rosas, era hermoso, pero ningún obsequio iba a reparar mi nuevo concepto sobre su persona.
— Mariane acepto que fui un completo idiota, pero en ese momento no pensé en las consecuencias de mi acción.
— Me cegué por los celos, te vi tan alegre junto a ese hombre mientras yo estaba intentando convertirme en alguien permanente para tu vida que las inseguridades se apoderaron de mí.
—David, aun así, eso no es justificación, aunque reconozco que estuvo mal de mi parte no pensar en tus sentimientos, debes recordar que nunca te he dado falsas esperanzas creo que he sido muy clara todo este tiempo respecto a que solo te considero un amigo y no sé si eso cambie a futuro.
— Lo sé, disculpa, no volveré a arruinar esta relación, esperare con paciencia, anhelando que un día la agitación de tu corazón sea por mi causa.
Sus palabras me estaban conmoviendo, pero una enorme grúa estaba intentando llevarse mi auto.
Grite furiosa al conductor explicándole que mi auto estaba en el estacionamiento de mi edificio y no debía de llevárselo. Este hombre solo salió mostrándome una hoja, firmada por mi padre, en la cual manifestaba que a partir de la fecha actual el auto estaría bajo su techo recalcando que era parte de sus bienes.
Quería llorar, mi padre cada día me daba dificultades, pero debía soportarlo y demostrarle que no necesitaba de su dinero.
— Mariane, si necesitas salir puedes llamarme en cualquier momento.
Quería rechazar la propuesta de David, pero estaba comprometida con mi trabajo y Michael tenía un fuerte sentido de la puntualidad.
—Gracias David, tengo un nuevo empleo y sería contraproducente para mi si llego tarde.
Al llegar a la compañía me miro extrañado, el conocía las industrias Wilson, podía ver como deseaba hacer infinidad de preguntas, pero se resignó a decir.
—Llámame si deseas que pase por ti, ten un maravilloso día en la compañía.
—David, un último favor, no le digas a nadie de mi familia sobre esto.
— confía en mí, tu secreto está a salvo.
Michael tenía una mirada seria en su rostro, pero solo me cuestiono sobre mi hora de salida la noche anterior.
— Gracias Mariane, revise el reporte a primera hora y tu redacción es impecable, deseo te sigas desempeñando como hasta ahora.
Lo mire emocionada, con sus palabras calando en lo profundo de mi corazón, que reconociera mi esfuerzo me llenaba de alegría.