Un Corazón De Oro

Capítulo 26

No habíamos tenido la oportunidad de celebrar el hecho de que al fin era la dueña de Industrias Wilson. Con todo lo sucedido el día del juicio, celebrar era lo menos adecuado.

Por fortuna, Liam mejoro con la cirugía de corazón, duro alrededor de dos semanas en observación y aun continuaba hospitalizado, pero se encontraba estable. Anne lo cuidaba como si fuera su hijo. Aunque Liam se negaba a ser mimado como niño pequeño en el fonde le encantaba estar descansando, mientras su amada esposa lo consentía.

Amber solo permaneció cuatro días en urgencias, dos de ellos debido a que se encontraba deprimida. La despedida con David la había dejado hundida en lágrimas y autocompasión. Pero me tenía a su lado, para contarle lo último en chismes sobre moda y hacer maratón de películas románticas con Ryan Gosling y Zac Efron.

David, se había ido fuera de la ciudad, para encargarse personalmente del proceso del vino. Michael estaba a cargo de su antiguo puesto en Industrias Roux. Como nueva dueña de las industrias había decidido tomar como oficina principal, el lugar que solía ocupar Michael.

Era viernes por la noche y Michael me invito a celebrar mi nuevo logro. Aunque mis días laborales eran pesados me gustaba ese trabajo, después de todo era mi legado familiar. Y daría lo mejor de mi para continuar creciendo en el mundo de la moda.

Ese día, los pendientes terminaron rápido, quizás era la ansiedad por salir con mi novio. Nos veíamos a diario, porque vivíamos juntos, pero nuestras citas se basaban en pasta cocinada por él, vino que enviaba de regalo David y claro, terminaba con una noche llena de amor. Pero salir de nuestra tranquila, ocupada y bella rutina era agradable.

 Michael envió a mi oficina un vestido de coctel corto en color rojo, era hermoso. Demostrando que de verdad deseaba que nuestra cita fuera especial.

Cuando baje al estacionamiento, él se encontraba allí, con su traje negro y corbata roja a juego con mi vestido.

— Hola nena, pareces reina de belleza con ese vestido.

— Gracias cariño, tú no te quedas atrás.

—Me alegra escuchar eso, pero debo restringir tu vista por un momento.

—¿Como? ¿por qué?

Beso mis labios brevemente.

—Tengo una sorpresa, preparada para ti.

Dicho eso, Michael procedió a vendar mis ojos.

Todo era un misterio para mi esta noche, pero me encantaban las sorpresas de mi novio.

De toda la fortuna del mundo había ganado la lotería con su corazón de oro.

Después de conducir lo que me pareció una eternidad, lo que en realidad fueron tan solo quince minutos. Llegamos al destino, mis ojos continuaban vendados. Michael abrió mi puerta y guio mis pasos.

—¿Michael?

—Dime cariño.

—No eres un asesino serial ¿cierto?

Me aterraba no ser consciente de, hacia dónde me dirigía.

— No amor, no lo soy.

— Bien, el suspenso me pone ansiosa.

— Descuida, estamos por llegar.

Quito las vendas que cubrían mi vista, estábamos en el bar donde nos conocimos. Aunque a diferencia de esa noche, todo se encontraba en silencio.

— ¿Qué hacemos aquí?

— Aquí Señorita Wilson, es en donde me enamore de ti.

Mi vista era escasa, la luz del salón era tenue, esto cambio cuando, el centro del salón se ilumino con luces navideñas, dándole un aspecto romántico a la sobriedad del bar. Aunque debía de estar lleno por la actividad nocturna, este se encontraba desierto, luciendo maravilloso únicamente para Michael y para mí.

Una hermosa melodía salió de los altavoces, era Beginning middle end, de Leah Nobel. Esa canción la baile junto a Michael en la boda de Daniela la letra expresaba todo lo que sentía por él. "Di que serás mío, mi comienzo, intermedio y final". quería tener a Michael a mi lado siempre, de eso no había duda. Lentamente me balanceé entre los brazos firmes de mi novio.

La canción se fue perdiendo mientras mi atención era capturada por Michael.

Cuando la música termino Michael se apartó de mi lado y subió al escenario.

Familia y amigos salieron de la oscuridad. Esto nunca lo espere, pero me alegraba tenerlos cerca para celebrar mi logro. Mi madre Mónica, Anne, Amber, Thomas incluso David. Mis mejores amigas junto a sus parejas y otros conocidos, incluyendo a mis abuelos, estaban ahí. Mi novio había planeado una noche realmente especial.

La voz de Michael se escuchó por lo alto. —Gracias por acompañarme en esta ocasión tan importante. Mis amigos saben que soy un pésimo cantante, pero, esta mujer hace que quiera cometer locuras.

Dijo avergonzado mientras me apuntaba con su mano y me sonreía con adoración.

— Cariño esto es para ti, te amo nena.

Una pista lenta comenzó a sonar, la voz de Michael se hizo presente, era una romántica canción de Jason Derulo. Esto debía ser un sueño.

—Ciento cinco es el número que se me viene a la cabeza cuando pienso en los años que quiero estar contigo.

No deseaba llorar en ese momento, pero las emociones se acumulaban en mi pecho, porque Michael estaba proponiéndose.

— Cuando más te miro, más encuentro razones por las que eres el amor de mi vida.

Michael era humilde, porque su voz era preciosa.

— Te juro que voy a decirlo ¿Te casarías conmigo?

Sus ojos me miraban expectantes. Bajo del escenario mientras continuaba cantando. Hace dos años nunca hubiese pensado que ese sexi y divertido hombre del bar se convertiría en la persona más importante en mi vida, pero recordando cada una de las cosas que atravesamos juntos no hay lugar para las dudas, respondería que sí.

—Si lo pierdo todo eso no significa nada, porque te tengo a ti, nena te tengo. Así que me pongo de rodillas.

Canto mientras imitaba la acción, Michael estaba frente a mí, arrodillado con una caja aterciopelada en sus manos. La abrió, revelando un hermoso anillo corte princesa.




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