Once años después.
Estoy caminando por el parque buscando un banco para poder sentarme, mis pies se sienten inchados, ya tengo 6 meses de embarazo y cada vez mi barriga esta más grande.
Sonrío, pensando en todo lo que es pasado hasta este momento, llevo más de 4 años casada, volví a mi ciudad de nacimiento para estas navidades pasarla con mi madre y que los niños convivan más con su abuela.
Acaricio mi vientre muy abultado, sonriendo cuando veo a mi esposo seguir a nuestro dos hijos hasta llegar donde esta el heladero.
—¿Maithe?
Tengo el instinto de voltear para ver quien es.
—¿Yhon?
—Si soy yo.
Me levanto de nuevo y doy no más de tres pasos porque el se termina de acercar.
—Tanto tiempo sin verte, Maithe.
—Lo mismo digo, Yhon. —sonrío.
A cambiado bastante, ya no somos unos adolescentes de 15 y 16 años eso está más que claro.
—Oh, estas embarazada.
—Si lo estoy.
Se rasca la parte de atrás de su nuca en forma de incomodidad.
—¿Te cásate? —pregunta.
—Sí, me case — contesté.
Él me dedica una sonrisa agradable.
—Felicidades.
Como señal de agradecimiento asentí.
—¿Tú, te casaste?.
Su sonrisa se desvaneceun poco pero no completa.
—Sí, pero un tiempo después me divorcie.
—Lo lamento.
Él niega.
—No éramos lo que el otro necesitaba.
—Bueno...
—¿Es tu primer hijo?
Sonrío mientras digo:
—No, es mi tercer y seguramente último hijo.
En su rostro puedo notar la sorpresa de la noticia.
—¿llevas muchos casada?
—Casi cinco años.
—¡Mami! —escucho que gritan a la misma vez mis dos hijos.
Veo como mi hijos llegan hasta abrazarme muy fuerte las piernas y entiendo porqué.
—¿Qué pasó?
—Papi dice que no podemos comer dos helados, mami regañalo.
Una pequeña risa se escapa de mis labios y les acaricio el cabello a los dos.
—Tienen bastante de ti —dice Yhon
—Gracias. —contesté.
—¡Amor!, me acaba de llamar tu mamá que ya esta lista la cena, para que nos vallamos —mencione mi esposo llegando a mi lado.
Volteo a verle con una sonrisa.
—Claro.
Sacudo mi mano en forma de despedida a Yhon.
—Fue un gusto volver a verte, Yhon.
—Lo mismo digo, Maithe, espero que nos volvamos a ver.
Le dedico una sonrisa para agarrar a unos de mis hijos con mi mano la otra a mi esposo y él cargar al más pequeño en su brazo.
Así nos a vamos lejos del chico que una vez hace mucho tiempo quise, el chico el cual pensé amar y del cual me enamoré.
Muchos años después de eso puedo decir que no siento nada por él, pero le doy gracias porque gracias a él tomé la decisión de irme y así conocí a él que hoy en día es el amor de mi vida.
De algo doloroso siempre sale algo bueno.
Dolió mucho como me sentí, pero siempre se puede vivir con un corazón destrozado.
Un hermoso final para una hermosa historia con la que aprendí mucho, gracias por llegar al final y si tienen curiosidad de algo a continuación les dejo los datos curiosos.
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Editado: 28.01.2024