Un Cuento Antes de Dormir

I.

- ¡Aún no quiero dormir, papá!

Mencionó la pequeña niña a su padre que la sostenía en brazos.

- Pero Jaci, tienes que dormir para crecer y ser más alta que yo.

El padre recostó a su hija en la cama, pero esta no quería dormir.

- Mamá, cuéntame una historia para dormir, por favor. Prometo dormirme después.

La pequeña se sentó en la cama y le habló a su madre. Ambos padres se miraron, el padre acercó una silla a la orilla de la cama, mientras que la madre se acostó con su hija en la cama.

- Está bien corazón, ¿quieres que yo te cuente una historia? – mencionó el padre a su hija.

- ¿Tú sabes historias para dormir papá? – la pequeña giró su cabeza en signo de duda ante tal pregunta de su padre.

- Sé una historia que nadie más sabe. – el padre bajó la voz y se acercó a su hija - ¿quieres que la cuente?

Los ojitos de la niña se iluminaron por la espera de su cuento para dormir. Se acomodó entre los brazos de su madre y miró expectante a la futura historia que su padre estaba por comenzar.

- Había una vez...

>> Hace varios milenios atrás, existía la magia en la Isla Madre, todo lo que está en los cuentos de hadas, unicornios, ninfas, lagunas que mostraban lo que más añoras. Las personas eran un vínculo entre el medio mágico y nuestro mundo real, pero como todo, nada es para siempre, y menos cuando no se lo cuida correctamente.

En la Isla Madre había cinco grandes familias muy influyentes, dedicadas a mantener el orden mágico y natural de cada rincón del archipiélago, pero había una familia interesada en querer ser la única gobernante de todas las islas y el poder que cada una resguardaba.

La guerra se desató por la búsqueda del poder entre una de dichas familias, consiguieron aliados rebeldes y de lugares lejanos para llevar a cabo su meta, acabando con la vida de miles. El caos estaba presente en cada rincón, todo se volvía cada vez más difícil de conseguir y de mantener, la magia estaba inestable, cada criatura mágica era encerrada y decapitada al día siguiente, exponiendo sus cuerpos en los rincones de las islas, impartiendo terror a todos, las escasas criaturas mágicas que quedaban fueron desapareciendo sin dar indicios de poder encontrarlas y la magia desapareciendo poco a poco. La familia De'Ath tomó lugar en las entradas del castillo, logrando posicionarse como los regentes de una era llena de sombras, siendo el momento en el que la magia desapareció por completo del archipiélago. El sol dejó de brillar en el cielo y solo habitó la noche sin luna. Los sobrevivientes se vieron sometidos por el nuevo mandato, lleno de egoísmo y maldad, sin una pizca de amor.

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- ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados!

Una noble, de galas humildes y cabello dorado cual hilos de oro y ojos tan azules como el mar, fue la primera en abrir la reunión ante los presentes.

- ¡No tenemos más magia! Se ha marchado, todo ápice de ella se fue o fue asesinado por los De'Ath.

- Tampoco tenemos tropas ni hombres que quieran ir a otra guerra en este punto tan crítico para todos. Tampoco recursos, será difícil hacer algo ahora, madame M.

Había varias personas en la cabaña de madame M., todos pensando en cómo regresar su hogar al brillo del sol, pero sus conclusiones se iban viendo cada vez más oscuras con la gélida realidad.

- Entonces, madame M., ¿Cuándo piensa llegar aquella persona de quien nos comentó?

La puerta fue tocada sutilmente al terminar de pronunciar la duda de uno de los presentes, y madame M. se dirigió a comprobar quién era y al hacerlo, abrió la puerta con todo el entusiasmo que cabía en su cuerpo, recibiéndola con un cálido abrazo. Los presentes en la sala se quedaron atónitos al ver a la joven en la entrada, el cabello rojizo borgoña natural destacaba, sus ojos verdes con motas doradas resaltaban en su rostro con facciones tan delicadas, pero a su vez tan misteriosas y bellas. Con un solo vistazo a su apariencia todos los presentes supieron que en sus venas aún portaba la magia que daban por perdida.

- Disculpen mi tardanza, me topé con algo indeseado en el camino. Soy Amery, y mi apellido a estas alturas no importa.

Para los presentes en la sala no les quedó duda alguna, era la heredera de todo, se rumoreaba que la habían matado, decapitada en la capital ante la toma del castillo, pero ahí estaba, viva, entre los que querían armar una revolución.

- Tranquila querida, no es tarde, ya es lo suficientemente bueno que hayas podido llegar a unirte a nosotros. Y bien, me dijiste que tenías un plan ¿Qué piensas que sería lo mejor que podemos hacer a estas alturas?

Todos voltearon a verla, expectantes ante la respuesta de aquella pregunta.

- Todo el perímetro del castillo está resguardado, sería muy imprudente dar un ataque directo. Primero enviemos gente para poder estudiar la rutina de los guardias, con dos semanas que esté ahí será suficiente. Señores ¿tenemos caballeros o gente que sepa manejar una espada o el arco? He encontrado muchas personas dispuestas a seguir la causa, pero entre más seamos mejor será el resultado.

Todos se miraron, ciertamente la forma en la que la princesa hablaba era digna de un líder, no había flaqueza en su voz, era firme y te daba la sensación de querer dejar tu vida a su merced.

- Tenemos unos cuantos hombres y mujeres especializados en combate, pero no llegan a setenta y una parte de ellos están heridos e incapaces de ir al campo de batalla.

- Muy bien, que ellos sean los encargados de enseñar entonces, los visitaré mañana para hablar con ellos, esto se tiene que hacer sin dejar tanto tiempo, pues ahora, los De'Ath creen que no hay algo que los pueda vencer y tomaremos eso a nuestro favor. Tenemos tres meses para que todos estemos listos.

La reunión continuó por un largo tiempo. Todos prestaban atención a los que Amery hablaba y trazaba, cada hombre y mujer presente dio su apoyo y lealtad ciega para seguirla al campo de batalla. Cada uno planeo qué hacer para evitar tantas bajas en soldados. Lo mejor sería aprovechar la magia que aún se encontraba viva para protegerlos.



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En el texto hay: gl, magia

Editado: 08.07.2024

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