Epílogo.

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- Y así es la historia de nuestra isla y el por qué ya no hay magia, pero siempre se habla de ella. ¿Qué te pareció la historia, Jaci? – finalizó el padre.

- Fue una historia muy triste papá, pero... me gustó igual ¿Ellas si están juntas?

Preguntó la pequeña secando unas cuantas lágrimas que rodaban por sus ojos, mientras que su madre le acariciaba tiernamente el cabello.

- De seguro que sí, han de estar felices por ver que no ha vuelto la guerra a ninguna isla. Espero que comprendas el valor de esta historia. Ha pasado de generación en generación en nuestra familia. Atesora, mi vida, este tesoro en forma de cuento.

- Entonces, ¿Sí pasó? La hija de los De'Ath se llama cómo yo, ¿Somos familia?

- Jaja, ¿Te preocuparía si así fuera?

- Mmm, no lo sé.

- Bueno, no somos familia, nada nos relaciona a ellos con la sangre. Solo el hilo de la historia. – el padre acarició la cabeza de su hija, y la madre le dio un beso en la mejilla.

- Pero ahora, es momento de dormir, corazón. – dijo la madre tomando la mano de su esposo.

- Hasta mañana mami, hasta mañana papi.

- Hasta mañana mi vida.

- Que Lys cuide tus sueños, corazón.

Los padres dejaron a su hija en la habitación y la pequeña entró en un sueño profundo, donde vio la inmensidad del mar y el borde del cielo, muchas islas, personas, puertos, amores y animales que solo en los cuentos de hada había visto ilustrados. Jaci durmió plácidamente esa noche.

- Amor – dijo la mujer a su marido – ¿Crees que ella estaría feliz?

- Sí, gracias a ella sabemos que el amor no conoce el tiempo, solo conoce a los ojos que los mira.

Ambos padres pasaron un pasillo, en donde había pinturas de varias personas con sus nombres grabados en una insignia, estaba cada cabeza de su familia, la familia Toriumi.

En un retrato estaba la imagen de una mujer con semblante amable, cabellos que igualaba los hilos de oro y unos ojos de intenso azul; que en su placa enmarcaba el nombre de Maiara Toriumi.

Fin.

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Bueno, gracias por leer este pequeño cuento, de verdad espero que les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo, no duden es dejarme saber que opinan, pero siempre con respeto, recuerden.

Gracias a quienes se animaron a darle/me una oportunidad, a partir de ahora trataré de traer mis nuevos proyectos a esta plataforma, gracias todos. Les mando buenas vibras y recuerden que si luchamos por un sueño, si se pueden hacer realizad.