Un cuerpo para dos

Capitulo#6 Naturaleza Depredadora.

 

Huí despavorida sin rumbo fijo. Quería dejar atrás la voz de mi cabeza. Estaba muy asustada y confundida. Deseaba creer que todo esto que me estaba pasando no era más que un delirio causado por la fiebre, pero el dolor que sentía en mi cuerpo era demaciado real.

—Tienes que controlarte—advirtió la voz en mi mente.

—¡Sal de mi cabeza!—ordené con mi pensamiento. Quería gritar y lo hice con todas mis fuerzas pero lo que salió de mi boca fue un aullido aterrador.

—No puedo salir, somos una. Soy algo así como tú conciencia.—explicó insistente.

—¡No quiero!—me negaba a aceptar la realidad.

—Siempre he estado aquí pero no podía manifestarse.—continuó diciendo la voz.

—¿Qué eres tú?—exigí perturbada y furiosa.

Me detuve. Por más que corriera no cambiaría nada, el problema estaba en mi mente.

—Soy tu loba interior.

—Más bien eres parte de mi locura.—espeté sarcástica.

—No estás loca, te lo aseguro. Eres de otra especie pero eso no es locura.

Aseguró. Ella era la única que lo creía.

—Yo quiero ser un humano común y corriente y nada más.—respondí frustrada.

—Lo eres... Al menos en parte. Yo estoy peor que tú, siempre he estado escondida, sin poder comunicarme con nadie. Creciendo y madurando a la par tuya y sin poder salir o mostrar.

Había angustia en sus palabras. Al parecer esa voz estuvo más solitaria que yo y eso que no imaginaba más soledad que la mía. Y aquí estaba compadeciéndome de mi conciencia, mi locura o lo que fura esa voz que había aparecido en mi cabeza. Irónico, cuando mi situación actual era tan increíble y aún así me quedaba espacio para conmoverme por alguien más.

—¿Porqué somos así?—pregunté desesperada y con ganas de llorar.

—Yo tampoco lo sé. Soy tú, por lo tanto sé lo mismo que sabes. Sólo puedo experimentar la vida a través de tí.

Miré al frente y captó mi atención un venado, me avalance sobre él feroz pero algo lo alertó de mi ataque y escapó veloz. Lo seguí ágil y cuando estuve cerca atrapé una de sus patas traceras con mi boca. El animal trató de escapase pero lo derribé y luego mordí su cuello hasta dejarlo sin vida. Lo devoré con ansias hasta saciar mi hambre.

—Siempre quise poder hacer esto.—aseguró mi voz interior.

—Yo igual—confesé—pero ahora después de terminar me da lástima este pobre venado.

—Es nuestra naturaleza, no es tu culpa.

Quiso consolarme pero sin éxito. No había duda de que tenía naturaleza depredadora. La loba en mi interior se había despertado y no sabía que hacer al respecto. Siempre supe que era diferente pero nunca imaginé cuánto. Una inquietud profunda se apoderó de mí. ¿Cómo volvería a ser humana otras vez? ¿Pediría? En las películas volvían a ser normales cuando terminaba la luna llena. !Pero esto era la vida real! ¡Era mi vida! Estando así no podía ni siquiera acercarme a las personas, no podía regresar aunque quiera.

Lamentaba profundamente lo que era . Observé mis patas delanteras. Eran tan oscuras como la noche. No podía ver mi aparecía pero la imaginaba. Era un lobo bastante grande, comparé mi estatura con el tronco de un árbol. Si me ponía en dos patas era más alta que un humano. El aullido que salió a continuación fue como un grito desgarrador que salía de mi alma.

—No me preguntes, yo no sé cómo transformarse.

Respondió aún cuando no le había preguntado nada y lo único que hizo fue aumentar mi preocupación. Si ella no tenía repuesta entonces ¿quién? Esto era una horrible pesadilla y me quería despertar.

—Tú no sabes nada por lo visto. Mejor no estorbes y quédate en silencio.

Gruñí como si pudiera morderla.

—Hola pequeñas mías.

Dijo otra voz que parecía venir de todas partes. Lo que me faltaba. Otra voz sin dueño.

Me removí inquieta.

—No sé asusten—continuó diciendo— yo soy su verdadera madre y siempre estaré a su lado para cuidarlas.

—¿Quién soy? ¿De dónde vengo? Necesito que aclares todas mis dudas.

Pregunté por instinto sin meditar pero las palabras nunca salieron de mi boca.

—Cuídense y vivan una buena vida con los humanos. Sean responsables y no los lastimen. Hagan el bien pero nunca revelen su verdadera identidad. Los humanos le temen a lo desconocido y podrían lástimarlas—advirtió.

—¿Dime qué soy?

Insistí con mi mente aún cuando lo que salían de mi boca eran puros gruñidos. Aún así esperaba que me entendiera. Ansiaba con desesperación que me diera respuestas lógicas que aclararan mi situación.

—Eso ya lo sabes. Eres mitad humano y mitad lobo.

Respondió. ¡Sí podía entenderme! Un rayo de esperanza me iluminó.

—¿Déjame verte?—pedí.

—Algún día nos veremos. Pero no en esta vida. Si te sientes sola mira la luna. Puedes platícrame así, siempre te escucho aunque esta sea la primera vez que te hable. Ahora no te sentirás más sola. Tu hermana Leyla (significa bella como la noche) y tú son una. Confíen una en la otra. El nombre que te dieron tus padres de crianza me gusta mucho. Es perfecto. Rayilunsel. (rayito de luz en la selva)

Mi nombre parecía música en su voz.

—¿Quién eres?, ¿porqué no puedo verte?, ¿porqué puedes escuchar mis pensamientos?

Sé que preguntaba demasiado pero añoraba respuestas.

—Sean fuertes y unidas y no olviden que siempre las estoy cuidando. Las amo mis niñas. Adiós.

Por más que busqué no pude encontrar a la dueña de esa voz melodiosa y maternal. Después de sus palabras solo quedó el sonido propio de la noche en la selva.

—No te vallas así—supliqué—¡No me has aclarado nada!

Todo lo contrario, me había dejado con más dudas. Mis padres eran humanos y mi madre me dio a luz. ¡Yo no era adoptada! Esa voz decía que era mi verdadera madre, eso no podía ser verdad. Todo era una gran locura. Mi cabezas daba vueltas. De verdad me estaba enloqueciendo.

Esperé un buen tiempo para ver si respondía pero no volvió a hablar. Al parecer se había marchado. Me decidí ha regresar siguiendo mi rastro como si me estuviera cazando a mi misma. Me había alejado mucho más de lo que pensaba, comprobé.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.