Un demonio a mí espalda

Capítulo 3: Líneas rojas

Viendo que la cosa estaba bastante tranquila, decidimos salir un poco coincidiendo ambos en nuestros trabajos algo normal.
Quedamos con unos amigos y nos fuimos a la playa a disfrutar de un ratito de buena música y buen ambiente. Se mostraba entusiasmado con la idea ya que en su trabajo apenas tenía tiempo libre y estos ratos para él era una importante desconexión que también necesitaba.

Era una de esas pocas ocasiones de las que incluso coincidí con mi hermana algo muy raro pero el cual también agradecí ya que ella y yo nos veíamos relativamente poco.
Yo le insistía a a Marcos en que por favor me dijera si todo iba normal ya que siempre existe esa incógnita mi interior de que algo se puede torcer sin embargo todas las respuestas de él eran de tranquilidad lo que hizo que yo me relajara aún más.

Algunas de mis amigas ya sabían lo que me ocurría así que estaban bastante lenta pero por algún motivo durante esa noche increíblemente todo fue normal o eso pensaba yo.
Porque en un momento en el que mis ojos se cerraron al volver a abrirlos vi a Mario encima de mí con la bragueta bajada y yo completamente desnuda. Grité cerré las pierna y le di un rodillazo en los testículos a Mario que se retorció de dolor.

Agarré mi teléfono móvil y le mandé un mensaje a Marcos con la ubicación en tiempo real y pídele ayuda desesperadamente viendo que Mario se incorporaba y se dirigía hacia mí.
Intentó reducirme a base de golpes, insultándome pero yo me defendí y respondí zafándome de sus brazos.

Con un fuerte derechazo le respondí pero Mario no se rindió y volvió hacia mí cada vez más enfurecido y que los ajos envueltos en sangre.
Yo sabía que tenía poca posibilidades así que era por él y como si fuesen una luchadora que le decía en la cabeza una lámpara que había en la mesilla de aquella habitación.

Mario se revolvió y una de sus manos impantó mi nariz reventándola , y provocándome una hemorragia nasal considerable.
Para mi fortuna la puerta se abrió para golpes y los pies de alguien hicieron temblar el suelo, al mismo tiempo que Mario giraba la cabeza.

Marcos llegó con una barra metálica y le endosó un fuerte golpe en las costillas que lo dejó herido en el suelo.

—No podrás librarte de ella,he puta , me has oído¡ jamás!—

Salí de aquella habitación y huimos de allí mientras el amanecer no regalaba una improvisada puesta de sol.
Mi corazón se relajó mientras veía conducir a Marcos asegurándose de que nadie nos siguiera.

Condujo más de treinta minutos sin una dirección predeterminada simplemente para alejarse de allí. Una vez lo que yo conveniente se detuvo en una estación de servicio salió del coche y resopló.
Era la primera vez que le veía tan fatigado tan agobiado y tan preocupado lo que hizo que me viniese abajo.

Marcos me miró y me dijo.

—No se librará de mí y por mucho que lo intente e insista no me iré de tu lado. Sea lo que sea se ha equivocado conmigo si piensa que me va a asustar y que haga lo que haga te va a hacer el cambio de opinión—

Marcos se sentó le dio un sorbo a una botella de agua y trató de relajarse. Yo esperé impaciente a que comenzara a decirme todo lo que había ocurrido antes de despertar y ver a a Mario encima de mi.

—No sé cómo explicarlo realmente porque hay cosas que no son sencillas. Esta noche por primera vez me he enfrentado a lo que sea que está dentro de ti y por fin he visto realmente cómo es y lo que es capaz de hacer—

Le pedí por favor continuara y que se relajara pues seguía muy nervioso.

—La primera vez que noté que no eras tú, fue porque te vistes una copa de un trago al mismo tiempo que increpabas e insultabas a una persona por haberte empujado. De tu boca salió fuego envenenado lo que me hizo ver que ya no eras tú. Me planté delante de ti y observé unos ojos muy diferentes a los tuyos; verdes brillantes y a su vez aterradores con un tono rojizo que me pusieron la piel como espinas.

La pedí que se alejara de ti ,que saliese de ti y sus respuesta fue, este cuerpo y esta persona le pertenecía a ella. A los pocos minutos se alejó y comenzó a bailar con todo el mundo que se le acercaba lo más mínimo.
Se subió a una barra de la discoteca, y comenzó a tirar todas las copas al suelo, mientras la seguridad la pedían que se bajara.

Yo me enfrenté a ella le pedí que parase que volvieses tú y me escupió la cara. Fue entonces cuando me dijo , si quería comprobar el poder que tenía y fue entonces cuando toda la discoteca se apagó y al encenderse, tenía la mirada clavada en mí.

Entró en mi cabeza y empezó a mostrarme imágenes de mis padres de mi familia muriendo . Eran tan reales que creía que estaba ahí dentro y que todo era verdad.
Pero lo peor llegó después cuando yo recobré el conocimiento la agarré por la espalda y la puse una pequeña cruz en la frente.

Salió humo a contacto con el metal y en pocos segundos la persona que estaba a su lado, y que estaba observando la escena cayó al suelo fulminada muriendo de un paro cardíaco.

" Morirá más gente si no me dejas en paz y te alejas de mí. Eres un mierda, y un puñetero fracasado. Lía necesita otra persona una más segura que la pueda proteger, y que sea más hombre que tú. Ella no te quiere ; así que deja de hacer gilipollas, y deja la que viva una vida plena y no la mierda de vida que la das tú. Y encima eres pobre no tienes dinero ni para unos días de vacaciones"

Estas palabras Lia, me dolieron muchísimo y me tiré el resto de la noche llorando en un lado de la discoteca hasta que te perdi de vista, y fui a buscarte. Justo cuando ibas a salir de la discoteca, te asalte . Insistía en que te quedaras que no fuese a ningún lado, pero aquel ser o lo que sea miró al chico que iba con ella, y este mendozó un fuerte puñetazo en la boca del estómago, para luego darme varias patadas en el suelo—

Tras esto último Marcos comenzó a llorar lo cual me estremeció.



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En el texto hay: misterio, paranormal

Editado: 21.10.2025

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