Steven
Bajo las escaleras, con una sonrisa, voy a visitar a mi amiguis y a fastidiar a su esposo.
Con Alejandro ya no es divertido sacarle la rabia porque ya ni me presta atención, en cambio, Dorian se pone de mil colores antes de que yo deba salir corriendo por mi vida.
―Steven―Me detengo cuando una voz gruesa pronuncia mi nombre.
― ¿Qué? ―Me doy la vuelta y me encuentro con el Sugar de Gustavo― ¿Dime, querido?
―Necesito que hablemos en privado― Lo dice tan serio que me provoca escalofríos.
― ¡No fui yo! ―Grito levantando las manos―O bueno, puede que sí haya sido yo, pero tu mujer me obligó―Retrocedo.
― ¿De qué hablas? ―Me detengo al ver que me mira confundido.
―Mmm. Nada―Sonrió recomponiendo y sacando mi abanico― ¿Para qué estoy buena?
―Vamos al estudio, necesito hablar contigo en privado―Abro los ojos y me muerdo los labios.
―Por fin se me están haciendo realidad mis sueños―digo de forma coqueta y camino adelante moviendo mis caderas.
Quiero que se dé cuenta de lo que se ha perdido todo este tiempo.
Escucho su risa ronca y ambos entramos a su oficina.
―Siéntate―Señala y empiezo a desabotonar la camisa― ¿Qué haces? ―Pregunta divertido.
―Lo siento, es la costumbre―Vuelvo a abotonarme la camisa―Ya sabes, cuando estoy a solas con un hombre y me dice siéntate significa, desnúdate―Guiño el ojo haciendo que sonría de nuevo―Ahora si dime, ¿Te diste cuenta de que necesitas colágeno? ―Paso mi mano por el cuello―Tanta comida rancia puede provocar diabetes―Gustavo suelta una sonora carcajada haciéndome reír.
Este hombre se parece tanto a James Bond que lo único que provoca es arrodillarse y rogar que te torture con su manguera.
―Necesito que leas esto―Saca una carpeta y me la entrega.
― ¿Acaso es un contrato de sumisa? ―Muerdo mi labio abriendo el contrato― ¿Dónde debo firmar?
― ¿De qué hablas? ―Pregunta divertido―Solo léelo.
Frunzo el ceño, es un contrato para contratar mis servicios de tutor.
― ¿Y esto? ―Pregunto.
―Necesito que nos ayudes con algo―Dice antes de soltar un suspiro―O más bien, necesito que ayudes a unos amigos en algo―Levanto la mirada―Hace unos años, unos amigos vinieron a un evento en la ciudad y trajeron a su hija pequeña con ellos dejándola en el hotel junto a su niñera y personal de seguridad. Lo que no contaban es que algunos de sus empleados los traicionarían y se llevarían a la niña secuestrándola. La buscaron por todos lados, desplegaron agentes por todo el país y no se encontró el paradero de la niña ni tampoco hubo pedido de rescate. Después descubrieron que las personas que se habían llevado a la niña habían tenido un accidente mientras huían y habían muerto en el lugar. En cuanto a la pequeña, no se supo nada, había desaparecido. Se buscó y no encontraron nada hasta hace poco. Después de 15 años dieron con su paradero.
― ¿15 Años? ―Pregunto sorprendido y asiente con la cabeza.
―Sí, resulta que alguien subió una imagen de ella al internet y esta se hizo viral―Señala la carpeta y abro los ojos y me encuentro con una chica realmente hermosa.
―Esos ojos―Susurro despacio.
―Son violetas, por esa razón se hizo famosa y tampoco hay que negar que la chica es realmente hermosa.
― ¿Y la encontraron así no más? ―Pregunto― ¿Qué había pasado con ella?
―Gracias a la tecnología avanzada se pudo rastrear sus rasgos y dar con el paradero y en cuanto a lo que había pasado con ella es que al parecer después del accidente quedó desorientada y deambulo por la carretera, no se sabe por cuantas horas, solo se sabe que una familia de campesinos la encontraron y se la llevaron a casa. La niña cayó agotada y un poco herida, ellos como personas humildes no podían llevarla al hospital y se dedicaron a cuidarla y después de unos días reportaron a la policía sobre la niña, pero como vivían en un pueblo aislado no llegó la alerta Amber ni nada sobre su desaparición y al final se quedaron con la niña criándola como parte de la familia.
―Sorprendente, ¿Pero qué servicio de tutor necesitan?
―Necesita que la ayudes como ayudaste a mi nieta―Dice―La chica… Ella ha crecido rodeada de campo, animales y de hombres y bueno, no tiene educación ni modales.
―Es una completa salvaje―Afirmo ―Bueno, no tengo problema de domarla.
―Hay algo más―Enarco la ceja ante la seriedad de las palabras―Veras, la chica no solo viene de una familia acaudalada, ella es… una princesa.
― ¿Princesa?
―Así es y es por eso que requieren tu servicio y tu discreción. Los medios de comunicación no pueden saber nada de ella, no por ahora, hasta que pueda ser presentada no solamente ante la sociedad sino ante su reino.
Interesante, trabajar con una princesa va a ser la oportunidad de escalar y llegar a la cima y quien quita que termine en la realeza.