Un Deseo Celestial

Un deseo celestial

15 de Diciembre, 2018.

 

Queridos Reyes Magos, papá y mamá hoy están muy tristes. Acaban de llegar del médico y no paran de llorar. No pueden darme un nuevo hermanito. Los tratamientos no funcionan y eso hace que mamá y papá no tengan ilusión por vivir esta vida que se nos ha regalado.

 

Quiero abrazarles y decirles que todo irá bien. Pero sé que no me van a escuchar y que no puedo calmar sus penas con mis abrazos. Deseo de una manera tan fuerte, que no tengan que derramar ni una lágrima más... Que mamá no se agarre el pecho con pena y papá no se limite a abrazarla, mientras las lágrimas ruedan por sus mejillas.

 

Señores Reyes Magos, por favor, ayuden a mis papis. Son gente buena y no piden nada ambicioso, ni malo. Solo el poder tener una familia sana y feliz. Deseo con toda la fuerza de mi corazón el poder tener un hermanito o hermanita. No me quejo sea niña o niño, jugaré y le cuidaré siempre, y le protegeré de que nada malo le pase.

 

24 de Diciembre, 2018.

 

Queridos Reyes Magos, vuelvo a escribiros, ya que no recibí respuesta alguna y me preocupa que mi carta no llegara hasta vosotros. Hoy es noche buena, y mañana será navidad. Es tiempo de deseos y de amor. Y no he visto amor más sincero y profundo que el que se procesan mis padres.

 

Ahora estamos alrededor de la mesa, cenando con toda la familia. Mis abuelos sonríen intentando animar lo deseos fallidos de mis padres. Mis tíos van de aquí para allá, riendo, cantando, sin pensar que eso hace daño a mis padres; que aunque no falte nadie en la mesa más que un deseo idealizado, se encuentran de  duelo en estos instantes. Mis primos ríen y cantan canciones navideñas, tocan la pandereta y la zambomba y comen tantos chocolates que mi abuela María, tiene que reñirles porque si siguen así más tarde les dolerá la barriga.

 

Yo me mantengo en mi sitio, al lado de mamá; viendo como una lágrima traicionera recorre su pómulo, mientras le cojo la mano que no agarra papá, intentando en vano que se calme.

 

Por favor, si recibís esta carta, cumplir mi deseo de traer mi hermano a la vida.

 

31 de Diciembre, 2018.

 

Queridos Reyes Magos, os escribo de nuevo, con la tristeza recorriendo mi cuerpo. Estamos a unas horas de despedir el año viejo y dar comienzo al año nuevo. Mis padres permanecen estáticos mientras nuestros familiares no para quietos, preparando todo lo necesario para la gran noche.

 

Estamos los tres sentados en el sillón, observando el revuelo de gente que hay formado hoy en nuestra casa, avanzando tan rápido como si fueran a perder el autobús. Mamá suspira y se levanta del sillón dándole una palmadita en el muslo a mi padre y avanza a la cocina para ayudar a mis tías y a mi abuela con la cena de esta noche.

 

Observo la cara decaída de mi padre; apenas ha podido dormir desde que los médicos les dieron la noicia. Las ojeras son visibles bajo sus ojos y sus manos no paran de temblar. A veces me da miedo de que una de las veces en las que se levanta de la cama por las noches, caíga al suelo para no volver a despertar. Tengo mucho miedo, por favor no dejeis que pase nada...

 

Mi abuela avanza hasta el teléfono, que no ha parado de sonar en toda la tarde, con gente felicitándose por sí esta noche no se pueden llamar con el ajetreo de sus casas. Mi abuela coge el teléfono y su rostro se ilumina por completo, llamando rápidamente a mi madre, la cual corre hasta a ella y agarra el aparato con duda e imprecisión, antes de contestar.

 

Mi padre mira con duda a mi madre y esta asiente sonriendo levemente, colgando el teléfono y una enorme aunque dudosa sonrisa aparece en los labios de mi padre.

 

No sé qué ha pasado, solo escucho a mi abuela decir que nuestro deseo de año nuevo se va a cumplir, que tiene una corazonada y que sus corazonadas nunca se equivocan...

 

Ojalá tenga razón, ojalá venga a casa por navidad, mi nuevo hermanito...

 

Os lo suplico, hacer felices a mis padres...

 

7 de Enero, 2019.

 

Estamos en recepción de la fría clínica en la que revisan el vientre de mi madre, siempre que mis padres intentan traer al mundo a mi pequeño hermano.

 

Mi padre agarra la mano de mi mamá y acaricia su espalda, intentando controlar sus nervios, aunque he de admitir que él está incluso más ansioso que ella por entrar.

 

La enfermera hace pasar a mis padres y entramos a la habitación, acomodandonos frente a la mesa del doctor. El doctor está revisando algo en el ordenador, mientras las piernas de mi madre tiemblan. Este sonríe, bajando sus gafa y da la noticia.

 

Está embarazada.

 

Los estudios estaban confundidos, todo este tiempo había estado embarazada. Mi padres ríen y lloran al mismo tiempo y yo no quiero hacer otra cosa que saltar sobre ellos y abrazarlos.

 

El doctor los conduce a una camilla y mi madre se tumba en ella. Enrolla su camisa sobre su vientre y echa un gel que parece bastante frío sobre la tripa plana de mamá, haciendo que ella de un brinquito y ría avergonzada.



#28187 en Otros
#8905 en Relatos cortos
#19853 en Fantasía
#4199 en Magia

En el texto hay: bebe, amor, amor amistad navidad

Editado: 21.12.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.