Un deseo insaciable sabor a muerte

Capitulo 4

Actualidad

Seguía mirando con tanto dolor lo que estaba haciendo, porque en el fondo no
quería esto, sin embargo, ya había pasado mucho, muchísimas cosas que mi
pobre corazón no podía seguir aguantándolo. La sangre estaba corriendo por
todo el sueño y miraba aquellos reflejos de las personas que estaban frente a mí,
ellos eran los que definían mi mundo; un mundo negro y oscuro, peor me
alegraba con tanto grado de dolor, aunque dolía mucho, se regocijaba mi alma
de felicidad. Ahí nos volveríamos a ver una vez más, mi pequeño amor…
Voz omnisciente
Un grito ensordecedor sacude a los vecinos de aquel tranquilo barrio, el alarido
provenía de la casa de Lazy, eran de dos mujeres, aquella joven que no era muy
conversadora pero bastante amable. Todos iban saliendo de sus casas, ya que no
sabían que era lo que estaba sucediendo. La puerta se abrió y todos se asombran
por lo que ven y es aquel cuerpo bastante ensangrentado de Lazy, la trae su
padre en brazos con un dolor inmenso y desesperación, mientras su madre solo
pide ayuda y grita, su hermana pequeña no puede con el llanto y la gente ayuda
a subir el cuerpo de Lazy a una camioneta.
—¡No dejes que se muera, arranca, arranca! —grita angustiada la madre.
La camioneta arranca y a lo lejos vemos cómo el cuerpo de Lazy sigue sin
responder en los brazos de su padre. Mientras la muerte se la llevaba, Damián
estaba durmiendo sin saber lo que sucedía, sin imaginarse que el amor de su
vida se estaba yendo de este mundo.
Urgencias estaba bastante quieto, eran las 9 de la mañana, pero todo cambio
cuando Lazy paso por las puertas. Su madre no deja de llorar y patalear, y es
entendible, es el dolor de una madre y no puede evitarlo. Lazy estaba en una
camilla, en una sala grande, no importaba lo que los médicos hicieran, ellos
mismo se miraban entre ellos, porque sabían que Lazy había muerto, y no hace
poco, Lazy había dejado este mundo hace unas horas atrás, Lazy ya estaba
muerta, y murió en un piso frío y sola, como lo esperaba, aunque era lo que más
le temía.
El dolor de Isabella era demasiado, y peor aún, sería peor cuando le contarán
que su hermana no cumplió la promesa de nunca hacerse daño y dejarla sola.
Isabella ha estado llamando a Damián por 10 minutos y el aún no responde, su
frustración es muy grande ya que no puede hacer nada al respecto. Para Isabella,Lazy era lo más importante que tenía, por eso tenía miedo de que la dejara sola,
ya nada después iba a tener sentido. Isa ya no marcaría más, pero de pronto
Damián estaba llamando.
—¿Qué sucede Isabella?
Isabella no sabe cómo decirle, cómo explicarle que el amor de su vida se había
cortado las venas.
—Por amor a Dios, Isa, ¿dime qué pasa?
—Lazy, Lazy se cortó y está en el hospital.
A Damián se le fue el alma y el aliento, se tuvo que agarrar fuerte para no caerse
y corriendo salió de su casa lo más rápido que pudo para el hospital donde vio
a los padres de Lazy. La madre al verlo se le vino encima.
—¿Qué mierdas haces tú aquí?
—Cálmate, Milena, esto es un hospital, respeta así sea por Lazy.
—¿Dónde está Lazy? —pregunta Damián.
—¡Que te largues te digo o llamo a seguridad!
Damián tenía muchísima rabia, mucho dolor en él, así que hizo lo que nunca
pensó hacer.
—No me voy a ir de aquí hasta no ver a Lazy, por su culpa ella está aquí, todo
es su maldita culpa.
—¡cállate idiota! Tú no eres más que un pobre imbécil.
Las demás personas solo veían lo que estaba sucediendo y aparece un vigilante
y un médico.
—Por favor, se calman o se van.
—Familiares de Lazy Valverde.
—Yo, yo soy su madre y él es su papá, ¿cómo está mi pequeña?
Damián solo la podía mirarla con odio, porque es lo único que había sentido en
ella desde que la conoció.

—Lo siento, pero Lazy llegó sin signos vitales, hace aproximadamente 4 horas
que falleció, lo lamento.
El médico se va y la madre empieza a gritar y a llorar, mientras que Damián el
mundo se le estaba yendo, sentía un dolor horrible en el que nunca había
experimentado, ya que primero había perdido su felicidad y ahora el amor de su
vida estaba muerta, el dolor lo invadió por completo y aquí fue cuando se
rompió, se le rompió el alma en pedazos y comenzó a golpear la pared llorando,
tuvo que llegar varios de seguridad a detenerlo, ya que estaba rompiéndose las
manos.
—¡Tú me la quitaste, me la arrancaste, ella solo quería amor y ahora no está,
todo esto es tu maldita culpa! —llora con mucha tristeza—. Lazy era todo lo
bueno en este mundo, y eso te molestaba, y por eso quería apagarlo.
El padre de Lazy tuvo que tomar con fuerzas a su mujer, estaba incontrolable.
Las enfermeras tuvieron que intervenir y darle calmantes a todos o el hospital
terminaría siendo un caos.
—Se te va a acabar tu teatro, me oíste, lo vas a pagar. —fueron las últimas
palabras que salieron de la boca de Damián antes de cerrarlos ojos.




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