Un deseo para nosotros

08

Uriel miro los documentos que la directora le entrego, cuando Andrea le pidió regresar si bien eso hizo no tomo el camino hacia el comedor sino que fue hacia el despacho.  

—Los días pueden variar —exclamo Delia —Todo depende de lo que el gobierno decida, muchas veces los trámites son rápidos y en otras ocasiones son lentas. Si tienen un abogado que les ayude con el papeleo les ayudaría mucho.  

—Por supuesto —dijo el —Por la tarde nuestros abogados estarán haciendo todo lo que se requiere para poder adoptarlos. Me gustaría darle esto a mi esposa como regalo de navidad.  

Delia sonrió y asintió, debatiéndose si le decía o no, pensó en Liam que cuando supiera la noticia no creería que así fuera sonrió sin poder evitarlo y soltó una pequeña risa sacudiendo su cabeza.  

—Lesly y Matías cumplen años en noche buena y navidad —expreso Delia haciendo que Uriel elevará el rostro —Mientras que Liam el día de los reyes magos. Sin duda alguna le dará el mejor regalo a ellos y s su esposa.  

Uriel soltó a reír antes de ponerse de pie y ofrecerle la mano a ella.  

—Usted me ha dado un motivo más para poder hacer más rápido estos trámites, mi esposa desea ser madre y yo quiero darle la oportunidad a ellos de pasarla en familia —musito —Simplemente gracias.  

Delia le estrecho la mano y le brindo una sonrisa.  

—Gracias a ustedes por darle la oportunidad a nuestros niños y brindarles un poco de alegría a ellos con sus regalos —musito.  

Uriel le sonrió antes de salir del despacho y caminar nuevamente hacia el comedor en dónde las voces y cortas carcajadas revisando los regalos que le había dado. Busco con su mirada a los dos pequeños más que se iban a ir con ellos, cuando los encontró se acercó a pasos lentos. 

—¿Puedo sentarme aquí con ustedes? —pregunto haciendo que Lesly elevará la mirada y asintiera. 

Uriel tomo asiento enfrente de ellos y sonrió a Matías que le brindo una sonrisa. 

—¿Les han gustado sus regalos? —cuestiono. 

Lesly asintió con una gran sonrisa en sus labios. Le hacía encantado la ropa que había salido en su bolsa, así como también lo que a su hermanito le había salido.  

—Es hermosa la ropa —musito ella —Me la pondré el día que cumpla nueve años.  

—¿Nueve? —dijo el —Ya eres toda una señorita.  

La vio asentir y darle un beso a su hermano que lo cargaba, a la mente de Uriel llegaron los recuerdos de su hermana menor, el parecido era casi irreal que las dos veces en dónde se tuvo qué pellizcar para ver si no era una mala jugada de su mente, se dijo que era la vida hablándole. 

—Perdone que yo le haga este tipo de preguntas —hablo Lesly en voz baja —Se perfectamente que no debo de meterme en cosas de las cuales no me corresponde, pero tengo está curiosidad de saber si ya han elegido al niño o niña que van adoptar. Yo podría ayudarles con información de ellos o lo que deseen.  

—No te preocupes por eso —murmuro Uriel —Y aunque no realizaste la pregunta, te diré que si tenemos ya a quien vamos a llevar a nuestro hogar.  

—¿Podría saber quién es? —pregunto ella con intriga.  

—No porque le restaría la emoción al saberlo —expreso el encogiéndose de hombros —Fue un gusto hablar contigo Lesly.  

—Igual con usted señor —dijo ella.  

En el patio Andrea dejo un beso en la frente de Liam, lo había dejado que procesará la noticia que le acaba de dar, le tomo el rostro y le sonrió.  

—Esto quedará entre nosotros tres, mi esposo, tu y yo —murmuro ella pasando las yemas de sus dedos por las mejillas de Liam —Quiero que sea una sorpresa para tus hermanos, no le cuentes a nadie más. 

—No lo puedo creer todavía —menciono él.  

Andrea soltó una corta risa y asintió comprendiendo lo que sentía él.  

—Entonces es hora de que lo creas —musito —Nos iremos pronto a nuestra casa, a tu nueva casa.  

Liam soltó una risa incrédula, dándole un abrazo para luego dejarla sola. Al estarlo se fijó en el cielo y emitió un suspiro.  

—Gracias Dios por darme la oportunidad de brindarle el amor a estos niños —susurro —Les juro que cuidare de ellos como si fueran míos.  

Un fuerte viento le acarició el cuerpo a Andrea haciéndola temblar un poco y sonreír a su vez, regreso adentro después de ver el cielo. Sabía que no podía estar mucho tiempo con ellos por lo que regreso al comedor en dónde se encontraban todavía todos los niños comiendo lo que había llevado. 

Se acercó a Uriel que le dio un beso en la frente y contempló con el a todos, deteniendo sus ojos en los tres hermanos que comían junto a otros niños. Se dijo que para las fechas especiales vendrían a darles un pedacito de felicidad a ellos, porque también se merecían amor, salieron de ahí dos horas después ansiosos por poder llevarlos a sus casa.  

Liam no dejaba de pensar en lo que el había dicho aquello parecía uno de los tantos sueños que tenía y no sabía si eran real o solo producto de su imaginación, los días pasaron y en menos de nada solo faltaban solo tres días para el cumpleaños de Lesly. Así como también no supo nada más de ellos, el temor de que todo fuera una burla hacia eco en su mente.  

Haciéndole enojar hasta aquella tarde en dónde se encontraba acostado mirando el techo, había pasado una mala noche y según sus propios conocimientos tenía síntomas de una gripe, por lo que el dolor en su garganta junto al malestar general lo mantuvo en cama durante todo el día..  
 




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