Un deseo para nosotros

09

Delia miro los documentos y la firma del estado en dónde vivían antes de ver a los abogados dándole una sonrisa que fue devuelta. Oficialmente los Madrigal eran los padres adoptivos de los niños Rivers, el matrimonio había venido junto a ellos y se encontraban afuera en espera del resultado. 

—Señores Madrigal pueden pasar —exclamo en voz alta para que le escucharán.  

Cuando lo hicieron ella observó como la mujer tenía la nariz sonrojada así como sus ojos irritados por lágrimas ya derramadas, mientras que el señor tenía la expresión de alguien que conocía ya la respuesta que estaba escrita en uno de los papeles que le habían dado.  

—El día veintiuno de diciembre del corriente año la corte de Berlín —comenzó a decir —Le ha aprobado la adopción de los niños bajo el nombre de Liam Josué, Lesly Yahoska y Matías Ezequiel Rivers.  

>>Niños que ustedes pueden cambiarle de apellidos en dado caso que ellos deseen —siguió diciendo —Por lo tanto una vez entregada está documentación firmada bajo el estado correspondiente y el orfanato Luz de vida, los señores Uriel Antonio y Andrea Carolina de Madrigal pueden llevarse a los mejores a su nuevo hogar... 

Andrea apoyo su mano sobre el asiento que tenía enfrente, eran sus hijos sus ojos se llenaron de lágrimas antes de que Uriel la sostuviera entre sus brazos cuando sintió que ella estaba a nada de caer al piso.  

—¿Ya son mis hijos? —pregunto ella en un hilo de voz —¿Ya lo son?  

Delia sonrió y asintió, no podía describir las emociones que ese matrimonio le estaban dando y ver el reaccionar de Andrea era algo que no había llegado a ver durante todo el tiempo que llevaba a cargo del orfanato.  

—Así es señora Madrigal —hablo ella poniéndose de pie —Ahora ustedes son los padres de ellos.  

—¿Has escuchando eso amor? —cuestiono Andrea hacia su esposo dándose media vuelta para verlo —¡Ellos son nuestros hijos!  

Uriel parpadeo y le dio un beso en la frente asintiendo, agradeció con la mirada a los abogados que se marcharon dándoles privacidad.  

—Iré a llamar a los niños, para que ustedes les puedan dar la noticia —exclamo Delia.  

Si bien ninguno de los dos respondió, sabía que le habían escuchado. Cerró la puerta a su espalda dejando que disfrutarán como pareja esa noticia, le da cierto tranquilidad al saber que los hermanos Rivers iban a estar con un matrimonio que les daría el amor que necesitaban, ese calor que en ese sitio no se encontraba.  

Cuando llegó al patio se encontró solamente con los dos pequeños bajo el cuido de Lauro el amigo que había hecho Liam al llegar, se acercó a ellos ubicándose al lado del mayor que al verla le saludo.  

—Buen día señorita directora —escucho que decía.  

—Buen día Lauro —musito —¿En dónde se encuentra Liam?  

—Esta descansado —respondió —Le dije que fuera a enfermería porque no ha pasado buena noche y solo dijo que con dormir un rato estaría mejor.  

El ceño fruncido de Delia no se hizo esperar después de asentir.  

—Diles a Lesly que vaya junto a Matías a la dirección y que me esperen adentro —ordeno.  

No espero respuesta sino que se encamino hacia el dormitorio general en dónde se encontró con el bulto que hacia el cuerpo de Liam bajo unas gruesas colchas, se acercó haciendo ruidos con sus tacones, pero ni aún así logro despertarlo al estar cerca llevo su mano hacia la frente que se encontraba cubierta por una capa fina de sudor la retiro con rapidez al sentir lo caliente que se encontraba.  

Le quitó las colchas viendo el cuerpo de él encogido sobre la cama mientras temblaba, sintió un nudo en su garganta y se sentó en esta tomándole el rostro para tratar de despertarlo.  

—Liam vamos abre tus ojos niño —pidió ella moviendo su rostro con suavidad.  

Pero no reaccionaba por mucho qué deseara, por lo que solo suspiro antes de ponerse de pie e ir hacia su despacho en dónde estaba el matrimonio.  

—Señores Liam necesita un médico —exclamo —Se encuentra con fiebre y no quiso ir a enfermería temprano.  

Andrea se puso de pie con rapidez y se vio con su esposo antes de seguir a la directora, el sitio en dónde estaba él era frío, pero cuando se acerco donde estaba lo tomo entres sus brazos llamando con cariño mientras pasaba una de sus manos por la frente.  

—Liam soy Andrea —murmuro cerca de su oído —He venido a llevarte conmigo a ti y tus hermanos.  

>>Vamos hijo abre esos ojos o simplemente háblame para saber si estás conmigo —pidió ella apoyando su frente contra la sien de él en dónde dejo un beso.  

Liam escuchaba la voz de ella lejana, sentía su piel muy fría y que dónde estaba hacia demasiado frío. Se encogió buscando claro, un calor que venía cerca por mucho que deseara abrirla sus ojos no podía los sentía muy pesados.  

—¿Mamá? —susurro él y Andrea lloro abrazándolo con fuerza, tal vez no la veía como tal, pero escucharle hablar fue lo único que necesitaba para saber que la fiebre a pesar de ser alta estaba  consciente. 

—Mi amor —dijo ella cerrando sus ojos —Seré tu madre, tu amiga, lo que desees con tal de que mejores.  

Uriel entro en ese momento junto al doctor que se encargaba de los niños, para revisarlo el tuvo que pedirle a Andrea que lo soltará para poder ver el estado en que estaba. Pero fue Uriel quien la tuvo que apartar para dejar hacerle el trabajo al doctor que después de varios minutos en dónde le colocó una inyección vía intravenosa y le colocara un paño húmedo en la frente se dejó vuelta hacia los tres.  

—Es un proceso respiratorio —comento —Su garganta se encuentra bastante irritada, además no se ha estado abrigando muy bien. La fiebre es normal en un proceso viral como este, pero lo más recomendable es que los niños no estén muy cerca de él para evitar más contagio… 

 




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