Un destino raro, Pero único ( todo es posible con un deseo#3

Prólogo

Escocia, inverness 1632

Alexander se sentía el más miserable de todos sus hombres, sabía que su misión era llevar al maldito de Ken ante el Consejo. Pero les había fallado a los dos, tanto al Consejo como a sus hombres que estaban muertos a su alrededor. Se levantó apoyándose en su espada, oyó los gritos de los hombres de Ken. Jamás pensó que su muerte sería de tal forma, el penso morir con honor, no como un miserable y cobarde hombre que intentaba llegar como podia al otro lado del bosque. Pudo oír unos pasos acercándose hacia él, se giró para ver a su enemigo a los ojos con valor. Si la hora le había llegado quería por lo menos morir con valentía y no temer la muerte, pero sin embargo no vio a ninguno de sus enemigos, se sorprendió al ver a una mujer al otro lado del río, intento levantarse pero fue en vano. Vio como la mujer decía algo y empezaba a retroceder, levantó su mano señalándola con la última fuerza que le quedaba y solo pudo articular una palabra .

–Ayúdame...– pero sus palabras sonaron muy débiles para que esa mujer pudiera oírlos y se dejó caer en el frío suelo.




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