Al bajar al gran salón, se encontro a su abuela y a la señora tomando el té. Se sento en el sofa suspirando, su abuela la mira de reojo
-¿Mi niña, te preocupa algo? .
Lara niega con la cabeza—Nada abu, solo que estoy pensando que...—esta fijo su mirada en la señora para poder preguntarle lo que tenía en mente—. ¿Usted sabe donde esta la casa del anciano? Me refiero a ese hombre que cuenta las historias a los niños.
La mujer la mira durante un momento y luego asiente con la cabeza—Claro que si, todos aqui lo conocen por el señor de los cuentos ¿Pero porque lo preguntas?
lara niega con la cabeza—. Por nada solo por curiosidad, lo oí antes contando historias y queria visitarlo y...
la mujer negó con la cabeza—. No creo que sea buena idea, el odia que alguien entre a su casa, es mas el mes pasado denunció a una joven por entrar a su casa, quiza permita entrar a los jóvenes. Pero a las chicas...
Lara no entendía lo que decia esa señora y tampoco le importaba, sabia que para quitarse todas las dudas que tenia en su mente y corazón tenia que hablar con ese hombre- ¿Porque haria algo asi? ¿Acaso ese hombre esta loco?.
Jimena mira a su nieta con seriedad—Niña, deja de quejarte y ve a disfrutar del paisaje. Hoy hace un bonito dia para pasear.
Lara se levanta sonriendo—Eso es precisamente lo que iba a hacer, iré a dar un paseo. Volveré a la hora de la cena.
Lara iba de un lado a otro mientras pensaba en una idea para poder halar con el anciano,pero no se le ocurría nada. No tenia ni la menor idea de que hacer, sentia que tenía que ir a esa casa y resolver sus dudas. e pronto se para cuando una idea nada adecuada y segura se le cruza por la cabeza, sabia que quiza era arriesgado o lo que fuera pero tenia que llegar a hablar con ese anciano. Sin pensarlo dos veces pidió a evan que le prestara algunas prendas suyas para poder ponérselas, al principio este quiso primero saber para que los quería pero Lara no tenia tiempo de explicarle y cuando tuvo la ropa de este salio corriendo. Al estar ya vestida fue directamente a la casa del anciano que unos niños le señalaron su ubicación, al principio penso en llamar pero al ver que la puerta estaba abierta penso que este se encontraba dentro y sin dudarlo entro a la casa. Al ver que no habia nadie pensó en salir pero oyó al anciano hablando fuera y llena de miedo se escondió detrás de la puerta.
–Maldita sea, esto me pasa por mi maldita curiosidad. De seguro que me pillan y será humillante ver abu a la cara.
Están tan nerviosa que no vio que estaba reproduciendo y que no le faltaba nada para llegar a las escaleras que llevaban al sotano. Justo en ese momento entró el anciano y la miro con cara de sorpresa y enfado.
–¡¿Que haces aquí niña?!–grito señalándola con el dedo.
Lara maldijo al ver que este pudo adivinar que no era un chico y por miedo a que la pillara dio un paso atrás, lo que hizo que está resbalara y rodará por las escaleras. Oyó como el anciano maldecía en su idioma, sintió que su cabeza se rompía en mil al chocar con el duro suelo, lo último que vio y oyó fue al anciano bajando las escaleras y regañandola.
–¡Niña, estas en serios problemas!–grito el anciano.
Eso fue lo último que oyó ya que todo se volvió oscuro a su alrededor.
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Escocia inverness 1632
Alexander no se podia creer que por fin tenia una gran misión en sus manos, hacia días que había estado entrenando a sus hombres en ese bosque. Miro a sus cinco hombres sonriendo, ahora tenía a cargo a los mejores hombres de toda escocia, los habia elegido el uno por uno y sabía que aún que fueran solo seis de seguro que lograrían llevar al traidor de Ken. Se levantó sujetándose su espada y camino delante de sus hombres.
–¡Mañana será el gran día en que traigamos al traidor!–grito para que estos lo oyeran con claridad.
Brad miro a su jefe sonriendo–. Jefe, oí que los hombres del traidor son muy fuertes.
James le dio un codazo a este al oír lo que dijo–Quieres callarte, el jefe te dará una paliza por esto.
Álex se para ante el con cara seria–Hare como si no oí nada, tenéis que tener siempre en mente que nosotros ganaremos.
Bruce y Andrew se echaron a reír al ver que Brad agacha la cabeza, Alexander les dio la orden de seguir entrenando. Este señaló a Ronald para entrenar con él. Lara abrió los ojos poco a poco, se llevo la mano a la cabeza gimiendo de dolor, se incorporó poco a poco y miro a su alrededor, no sabía donde narices estaba y que no podía enfocar bien donde se encontraba. Camino unos cuantos pasos y oyó el sonido de algo metálico, se dirigió donde venía el ruido y al llegar solo podía ver las figuras de algunas personas, esta no lo pensó dos veces y caminó hacia ellos.
Ronald se rió al ver a su jefe en el suelo–Vamos jefe, no seas tan bueno dejándome ganar y...
Este dejo de hablar al ver al joven que se acercaba a ellos, rápidamente Alexander ordenó sacar sus espadas y apuntaron al joven. Alexander miro al joven de arriba a bajo, por lo que podía ver el chico tenía un bien golpe en la frente y se veía que estaba apunto de perder el conocimiento.
Lara levantó la mano–Ah...todo me da vueltas...
Esta se dejó caer al suelo al notar que sus pies no la podían sostener por más tiempo, se llevó una mano a la cabeza maldiciendo. No pensaba perder el sentido ahí, tenía que despertarse, miro a uno de los hombres y le extendió la mano.
–Dame una botella de agua por favor–pidio está como pudo.
Vio como el hombre la miraba con duda, pero al final fue a por el agua cuando Alexander le dejo ir a por ello. Este le dio un cubo lleno de agua, Lara no hizo pregunta y se lavo la cara con el agua helada, suspiro profundamente y aparto el cubo maldiciendo. Sentía que poco a poco el mareo desaparecía y miró a su alrededor algo confundida.
–Como demonios acabe haciendo esta mierda–maldijo levantándose poco a poco.
Esta miro a los hombres sonriendo, pero se le borro la sonrisa al ver las espadas que tenían en sus manos. Esta pensó que eran de mentira o algo por el estilo, pero algo en sus miradas le decís que esos hombres eran peligrosos.