Un destino y Un juramento

Hyria,una nueva generación.

Tras la muerte de Hashirama, Tobirama tomó el lugar como segundo Hokage con 30 años, la aldea en ese momento era un reino de paz y tranquilidad. Después de todo, los conflictos habían finalizado y un nuevo gobernante velaba por ellos día y noche, su nombramiento como Hokage trajo consigo varias reformas en las líneas shinobis y sobre todo en su propia vida. Los consejeros de la aldea le pidieron que se casara para mantener el linaje de la familia. Tobirama quien no se interesaba por ninguna mujer hasta el decidió llevar solo el mandato de la aldea durante dos años.
Hasta que la segunda Guerra ninja dio comienzo, con el fin de obtener el poder de la Kidemóne que se encontraba en Konoha. El segundo hokage quien hasta ese momento no tenía ni idea de el poder que resguardaba la muchacha que había salvado hace unos años se las ingenio para mantenerla a salvo al principio.
Pero el egoísmo y el deseo de poder de las aldeas que anhelaban tal linaje no conoce límites. Cientos de vidas se perdieron durante la captura de la Kidemóne, la tierra del rayo fue la primera en poseerla. Tobirama no dio brazo a torcer, cegado por la ira de perder a su gente se emprendió en la recuperación de la mujer, siguiendo la batalla hasta recuperarla. Cuando la devolvió a la aldea, se comprometió con ella y le hizo hacer un juramento.

Tobirama:cuando te salve aquella vez, condene a mi pueblo a perder a sus seres queridos, así que ahora les debes tu vida, velaras junto a mi para liberarlos de sus penas y tendrás mi descendencia para liberarte de tus pecados. Lyria, este será tu destino y el de tus siguientes generaciones a partir de ahora… Mantén la paz y utiliza tu habilidad por ellos.

Lyria, quien se arrepentía de ser la causa solamente por haber nacido, asintió y se entregó a las manos del Hokage. Durante años. Procuro reducir el sufrimiento de la aldea, convirtiéndose en la guardiana de las almas tristes. Finalmente, Lyria quedó embarazada de una hermosa hija, de piel clara, cabellos blancos y ojos celestes. Pero la felicidad de Lyria fue limitada,sabiendo cual era el destino de la niña que estaba en su brazos, y las palabras de Tobirama cuando la vio solo hicieron que su preocupación creciera.

Tobirama:Al crecer…cuando tu madre muera, debes de tomar su lugar y proteger mi pueblo pequeña niña…un poder como el tuyo no debe de ser utilizado para otra cosa…

Lyria: Al menos llámala por su nombre. -Se aerco a tomo a la bebé en brazos.-

Tobirama: No es necesario… ella no entiende.

Lyria: Pero yo si.

Tobirama: Bien, ¿Cómo es su nombre?

Lyria: Ponle uno tú.

Tobirama: … Hyria.

Lyria: Que creativo…

Tobirama se paró frente a la mujer con la niña en brazos y puso su mano sobre el hombro de la mayor.

Tobirama: Lyria… se lo que sientes, pero sabes…

Lyria: Si, lo sé mejor que nadie. No hablemos de eso ahora.

Lyria dio un paso atrás alejándose del toque del Hokage para salir de la habitación que tan asfixiante se sentía, con su hija en brazos, salió al jardín para poder tomar algo de aire fresco
Mirando a la niña acarició suavemente su cabeza mientras abría los ojos y se quedaba viendo a su madre y soltaba una risilla muda. Lyria sonrió levemente y besó la frente de la bebé.

Lyria: Perdoname mi niña… pero ya no puedo cambiar nuestro destino.

Con el paso de los años, la mente de Lyria se veía más y más atormentada por los lamentos de los Shinobis de Konoha, ese mundo, era un mundo lleno de sangre y sufrimiento, donde las pérdidas de seres queridos no hacía más que aumentar. Esa era la triste realidad.
Hyria cumplio seis años, era una niña alta y fuerte, su madre la crió para que entendiera los dolores del mundo y viera la realidad incluso desde pequeña, tratando de prepararla tanto como pudo, mientras estuviera viva, quería que su hija entendiera el porqué de su nacimiento y su propósito en el mundo, un propósito que ya había sido prescrito. Tobirama por otro lado, la preparó físicamente desde los 4 años, al tener un crecimiento anormal, a los cuatro años ya era más alta que los niños de su edad. Al verla crecer con el paso del tiempo, claramente un cariño paternal se desarrolló en él, pero no lo demostraba, ya que desde un principio dijo que desde el matrimonio con Lyria era todo una simple formalidad. Sus ideales se vieron confundidos mientras veía a la niña y su madre todos los días esperándolo en casa con la cena hecha. Las anécdotas del día de estudio de Hyria se habían vuelto un consuelo para su cansancio y estrés sin que él se diera cuenta, la comida de Lyria, siempre tibia cuando él llegaba también se convirtió en una costumbre, una que lo hacía sentir en casa.

Mientras cenaban y Lyria ayudaba a Hyria con su comida, la niña le contaba a su papá lo que había aprendido en el inicio de la academia ninja. Pero al mencionar un comentario de uno de sus compañeros, su vocecita chillona se apagó un poco.

Lyria: ¿Qué te dijo el niño?

Hyria: No me dijo nada… mamá, ¿puedo hacerte una pregunta?

Lyria: Claro que si mi niña, dime.

Hyria: ¿Por qué soy más alta que los niños de mi edad? Es que todos mis compañeros, dicen que soy demasiado grande para tener 6 años.

Lyria: Ese niño te dijo algo con respecto a tu altura, ¿Verdad?

Tobirama: ¿Cómo se llama el niño?

Lyria: Tobirama…

Tobirama: ¿Qué? Solo quiero saber.

Hyria: Hoy entrenando con la shuriken, el niño se burló de mí, por mi estatura y me tiró con un palo, diciendo “¿Haber si llego a darte en la cabeza”?

Lyria: ¿Por qué los profesores permiten ese tipo de comportamiento?

Tobirama: No lo sé, mañana lo citaré para hablar con él y los padres del niño.

Hyria: Papá, mamá, ¿Yo estoy mal?

Lyria. Claro que no mi niña. ¿Por qué estarías mal?. Mira, recuerdas lo que hablamos el otro dia?

Hyria: ¿Lo de la señorita Cassia?

Lyria: Así es, nosotras dos, no estamos mal, somos especiales, porque el día de mañana, tú ayudarás a las demás personas con el don que tienes. Y como te dije, cada don, tiene una responsabilidad y consecuencia. Nada en esta vida es gratis. Tú serás más alta que ellos por un tiempo, porque durante la niñez, tenemos un crecimiento conocido como el crecimiento de los dioses, a los 15 o 16 años, ya no serás tan alta, al menos no más que los chicos de tu edad. Solo debes esperar y no dejar que las palabras de los niños te afecte.



#2001 en Fantasía
#6062 en Novela romántica

En el texto hay: traicion, drama, amor

Editado: 04.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.