Un día normal

Un día normal

UN DÍA NORMAL

Tocaba día de supermercado. Mientras cerraba la puerta con la llave se dio cuenta que alguien estaba esperando al ascensor. Le vio de espaldas y le pareció un hombre mayor, era bajito y estaba muy encorvado. No le parecía que fuera ninguno de sus vecinos habituales. Sería una visita. No le dio mayor importancia, pero cuando giró la cabeza hacia él y vio su rostro, se le cayeron las llaves al suelo y pegó la espalda a la puerta aterrorizado. Su rostro era horrible, parecía una especie de lagarto. Aquel ser le miró con sus pupilas verticales y brillantes y abrió su inmensa boca. 
--Buenos días, ¿va a bajar? -preguntó el monstruo sujetando la puerta del ascensor que ya había llegado.
Él intentó gritar, pero no salió ningún sonido de su garganta. Pensó en correr, pero eso implicaba pasar por su lado.
--¿Va a bajar? -Volvió a preguntar el monstruo. 
De forma instintiva movió la cabeza de un lado a otro horizontalmente haciendo el típico gesto de negación.
El monstruo se encogió de hombros y después de decir cordialmente  "hasta luego" se introdujo en el ascensor.
Empezó a dudar si lo que había visto era real o había sufrido una alucinación. 
Bajó por las escaleras, y al llegar a la calle, el terror se volvió a apoderar de él; aproximadamente la mitad de las personas, eran normales, como él, pero la otra mitad eran lagartos antropomorfos. Se cruzaban entre ellos con toda tranquilidad, se daban los buenos días e incluso bromeaban.
Al llegar al supermercado se encontró con la misma situación, lagartos y humanos hacían sus compras, depositando artículos en sus cestas con toda normalidad. 
Él llenó su cesta y se dirigió a una caja. 
--¿Es usted él último? 
Escuchó a su espalda. Al girar la cabeza vio a una mujer normal. 
--¿No le dan miedo los monstruos? Preguntó a la mujer. 
--¿Qué dice? ¿Qué monstruos? -dijo ella con gesto de extrañeza y recelo --Déjeme en paz, eh -añadió mientras se iba hacia otra caja. Le escuchó decir, hablando para si misma: "cuanto loco suelto".
Al llegar su turno para pagar comprobó que el cajero era uno de esos seres no humanos. 
--Buenos días, señor ¿le cobro? -dijo el lagarto con cortesía al ver que se quedaba parado sin reaccionar. 
--Si -dijo él  --Oiga, se ha roto una botella en el pasillo de las bebidas, está todo el suelo mojado -añadió sorprendiéndose a sí mismo al escucharse. 
--Ah,  pues aviso a mis compañeros ahora mismo para que lo limpien, no vaya a ser que resbale alguien. Gracias por avisar -dijo el lagarto. 
--De nada -dijo él, comenzando a vaciar la cesta en la cinta para que le cobrara.

José Luis Guerrero Carnicero
Todos los derechos reservados
https://www.safecreative.org/work/2102287046820-un-dia-normal



#10176 en Fantasía

En el texto hay: un da normal

Editado: 28.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.