Un edificio sobrenatural

Capítulo 8

   Al día siguiente...

—Hoy tengo que visitar al brujo Patrick Carrillo, él es el único que me puede entrenar -le dice Leonardo a Karina en la mañana.

—Tienes que desayunar primero y te quiero informar que mi tío llegará en unos minutos. 

—Tú tío ¿también es un... lica...?

—Sí, es un licantropo como toda mi familia -le contesta Karina.

—¿Y a qué vendrá?

—Traerá mis cosas. He tenido que estar usando tus franelas y lavando mi ropa todos los días. Que incómodo es para una mujer -dice ella con una franela roja de Leonardo que le quedaba como una bata.

—Es que no viniste preparada para invadir un hogar ajeno -responde Leonardo con sarcasmo.

—Tu sarcasmo no me hace gracia.

 

  Karina se cruza los brazos. A Leonardo le seguía molestando que ella estuviera allí 《Cómo si yo hubiera preparado todo esto》Aunque tampoco podía culparlo por estar enojado.

—No esperaba que fuera gracioso -replica él tomando un sorbo de su café.

—Debo ocultarme durante un tiempo. Te voy a pagar el alquiler.

—¿Me vas a pagar?

  Su expresión de asombro se reflejaba en su rostro. No imaginaba que ella le fuera a pagar. 

—Tienes problemas económicos y estoy de inquilina aquí -responde Karina con tranquilidad. Ella no iba a abusar de Leonardo, que aunque se quejaba a veces terminó aceptando que se quedara.

—Pero has estado durmiendo en el sofá.

—Durante mi trabajo he dormido en sitios peores.

—Pero igual, debe ser incómodo para ti -dice Leonardo, a pesar de todo Karina era una chica y no debe estar cómoda durmiendo en un sofá.

—No te preocupes por eso, estoy bien.

—Si tú lo dices -contesta Leonardo, pero su intuición decía que ella mentía. No era posible que ella estuviera cómoda.


  En unos minutos tocaron la puerta. Karina abrió y apareció un hombre alto de 36 años, cabello negro y ojos naranjas.

—Leonardo, él es mi tío Aarón Licano -lo presenta ella.

   Se estrechan las manos con formalidad. A simple vista Aarón parecía una persona normal《Pero es un licantropo también》 Ellos se mezclaban fácilmente entre los humanos, si no se transformaba nadie pudiera imaginar lo que realmente es.

—Mucho gusto y lamento las molestias que les causa mi sobrina -se disculpa Aarón.

—Según ella no tengo más opción -contesta Leonardo que no sabía que más decir en ese momento.

—Sé que fue obligado, pero cuida mucho de mi sobrina. Es mandona, pero eres una buena persona.

—No soy mandona -se queja Karina.

—Aquí tiene el dinero de un mes de alquiler y un dinero extra para un celular nuevo -Aarón saca de su bolsillo una cantidad de billetes- Me contaron el accidente con tu celular.

《No fue un accidente, lo destrozó con sus manos》 pensó.

  Leonardo recibió el dinero sin decir nada. No podía negar que ese dinero le era necesario en esos momentos.

—Y aquí en esta maleta te empaqué parte de tus cosas -le dice a Karina entregándole una maleta marrón.

—Muchas gracias, tío.

—Y vengo a informate la situación.

 

  Los tres se sentaron y desayunaron. 

—Hace tanto tiempo que no probaba tu exquisita comida -dice Aarón con gusto.

—Todos esos cursos de cocina debieron servir de algo.

 

  Luego Karina y Aarón se alejaron para conversar a solas de asuntos personales. 

  El clan estaba desplegado buscándola por esa ciudad. También tenían vigilado las casas de sus familiares, pero no se han atrevido a buscar problemas con la poderosa familia Licano, sólo esperaban que ella apareciera.

—Ya me lo imaginaba -responde Karina suspirando exageradamente haciendo notar su gran molestia.

—No te pueden ver por ningún motivo -le recomienda Aarón preocupado- Ellos deben estar por todos lados, son un clan muy numeroso.

—Conozco muy bien la información de ese clan y de su líder ¿No han conseguido la información de lo que busca?

—Los del gremio han conseguido algunas pistas -le informa Aarón. Era un avance en la misión.

—¿Sobre qué?

—Sabemos que buscaba varios objetos y al parecer tiene varios en su poder, pero si no ha susecido nada es porque todavía requiere otras cosas.

—¿Para que necesita esos objetos? Si tan sólo supiéramos que es lo que intenta hacer -comenta Karina mordiéndose el labio. Una costumbre que hacía cuando estaba preocupada de verdad.

—¿Estás segura que puedes confiar en él? -dice Aarón señalando a Leonardo.

—Sí, no es un mal tipo, pero si intenta algo sé como defenderme.

—De eso no lo dudo, pero hablo de que te delate con el clan Asha.




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