Un edificio sobrenatural

Capítulo 11

   Leonardo entró al baño a tomar una ducha. Su mente intentaba asimilar la situación actual 《Soy un brujo》 Aún en su cabeza se escuchaba como una gran locura.

  Secó su cuerpo y se colocó el paño en sus caderas para ir a su habitación a vestirse. Se encontró con Karina al salir del baño. Por alguna razón sintió vergüenza. Por supuesto que no era la primera vez que una chica lo veía en paño, pero se sintió algo incómodo.

—Tienes un muy buen cuerpo -le comenta Karina observándolo detenidamente.

  Leonardo se sonrojó y su corazón se aceleró de repente  —Antes practicaba fútbol. Luego cuando empecé a trabajar lo fui dejando.

—Se te nota -responde ella que también se sintió algo incómoda.

 

  Él sigue hasta su habitación a vestirse 《¿Por qué estoy tan nervioso?》piensa él mientras se colocaba una franela verde. 

  Hace mucho que no se sentía de esa manera. 《Debe ser porque todavía es una desconocida para mí y me siento incómodo al estar tan descubierto de esa manera frente a ella.  Eso debe de ser, aunque no puedo negar que es muy hermosa》

 

 Al rato tocan la puerta. Leonardo abre y ve a un hombre de 58 años, cabello negro canoso y ojos naranjas.

—¡Mucho gusto! Soy Alex Villarreal, el dueño de este edificio. Quería darte la bienvenida.

—Mucho gusto, soy Leonardo Palacios -responde él con mucho respeto. Por fin conocía al hechicero dueño del edificio Oblivion y creador del escudo protector mágico.

—Sé quien eres. Debes esforzarte mucho para que Patrick pueda entrenarte bien.

—¿Cómo lo sabe? -la sorpresa de Leonardo era evidente.

—Yo me entero de todo lo que sucede aquí. He venido también a darte la llave del depósito de tu tío Eugenio -le dice Alex muy confiado.
—¿De su depósito?

—Está en el sótano. Hay quienes guardan ciertas cosas allí. Maribel te acompañará.

  Maribel se encontraba detrás de Alex. Saludó con la mano a Leonardo y le entregó la llave.

—Me dices cuando deseas visitarlo -dice Alex.

—¿Podemos ahora? Me da curiosidad saber que hay allí -responde Leonardo. Quería saber que era lo que guardaba su tío.

—Si así lo deseas -contesta Maribel con su alegría de siempre. Ella era una chica muy sociable y amigable.

—Como ya está claro todo, yo me retiro -Alex le da un abrazo y le susurra- Leonardo, saludame a tu compañera.

  Él quedó sorprendido 《¿Cómo se enteró?》

—¿Ocurre algo? -pregunta Maribel cuando ve la cara de sopresa de Leonardo.

—Nada, vamos.

 

  Bajaron hasta planta baja y caminaron por unos pasillos hasta llegar a una bodega. Ella le señaló cual era la puerta. Él introdujo la llave. Dentro del depósito había muchos objetos extraños.

—¡Cuántos objetos! Tu tío era todo un coleccionista. Varias cosas aquí son muy raras -se asombra Maribel emocionada como una niña pequeña en una juguetería.

—Quería preguntarte esto hace unos días ¿Qué eres? -pregunta él sin saber bien como preguntar.

—¿Qué soy?

—Si vives en éste edificio es porque no eres... normal -dice Leonardo algo incómodo. No quería que su pregunta la ofendiera.

—Lo normal ya depende de cada persona. También soy bruja, pero me especializo en la nigromancia.

—¿Nigromancia?

—Puedo comunicarme con los espíritus, invocar muertos, entre otras cosas -responde Maribel como si lo que decía fuera algo común.

—¿Puedes revivirlos?

—Puedo animarlos, pero no revivirlos como tal y sólo será por un corto tiempo.

—No entiendo -contesta Leonardo.

—Puedo crear unos cuerpos artificiales para que estén sus espíritus mientras estén en este mundo, pero no será como si esa persona hubiera vuelto a la vida. 

—Creo que entiendo.

—Revivir a los muertos podría hacerlo, pero es un ritual muy poderoso, complicado y requiere de objetos muy únicos y varios sacrificios -comenta Maribel intentado explicarle de la forma más sencilla posible. La nigromancia es algo muy complicado.

—¿Sacrificios? -se asusta Leonardo. No esperaba que en esta época todavía fuera posible sacrificar gente para sus brujerías.

—Para traer una vida debes ofrecer otras a cambio. Ya eso sería magia negra y es peligrosa. Mientras más la uses va consumiendo parte de tu alma. 

—¿Y la nigromancia no es magia negra?

—Depende de como lo uses. Hay conjuros prohibidos que son de magia negra, hasta en los magos que usan magia de luz -responde ella con emoción. Estaba claro que conocía bien el tema- Yo obtengo el permiso del espíritu antes de invocarlo, no me gusta hacerlo en contra de su voluntad. 

 

 Maribel se especializó en la nigromancia porque desde niña poseía la habilidad de ver espíritus y todo lo contrario a una niña normal, a ella le agradaba y quería poder ayudarlos. A ayudado a espíritus a cumplir sus deseos y que puedan ir al mundo de los muertos. Estos espíritus son los que normalmente Maribel invoca para sus trabajos.




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