Capítulo 27

   Gladys con un largo vestido verde caminaba por la mansión de Armando. Tocaba las cosas para conocer su historia.

 Poseía ese poder desde niña, en ese momento le daba mucho miedo, al tocar algo su mente se llenaba de recuerdos. Le contaba a sus familiares y amigos y todos pensaban que eran inventos.

  Hasta que aprendió a controlarlo por sí misma y al investigar se enteró que era ese poder que tenía, se llama psicometría.

  Armando se acercó a ella e inclinó un poco su cabeza en modo de saludo.

—No es necesario que sea tan formal con mi persona -le dice Gladys a Armando.

—Una bella dama merece respeto -le responde él con amabilidad.

—Es un hogar muy agradable.

—Me siento satisfecho de tu comodidad. Está mansión a pertenecido a mi familia por generaciones. Todos con un linaje de brujos.

—Leí un poco la historia de esta mansión. En la antigüedad se creía que tu familia eran vampiros que secuestraban a las personas para beber su sangre -comenta Gladys.

—Siempre culpan a los que le parecen extraños.

—¿Y ellos no eran culpables de las desapariciones?

—La verdad no lo sé, sólo sé que no era para beber su sangre -responde Armando riendo.

—Los verdaderos vampiros en la actualidad ya no son tan salvajes como antes. Muchos compran sangre en el mercado negro.

—Aunque hay otros que siguen cazando.

—Algunos no quieren perder su instinto de cacería, pero lo hacen sin llamar la atención -dice Gladys- No le es conveniente que los comunes se enteren de su existencia.

—¿Ha conocido muchos vampiros?

—Muy pocos la verdad.

—En mi clan hay por lo menos sesenta y siete. Están bajo mis órdenes así que se controlan -responde Armando.

—Los vampiros son fuertes aliados.

  Él asintió —Recibí noticias, Karina Licano pudo escapar de la trampa que le puse con Leonardo Palacios, el sobrino de Eugenio, me confirmaron que es un brujo.

—Él debe guardar la llave de Obsidiana.

—Todos mis subordinados están en su búsqueda y lamento hacerte venir por una llave falsa.

—Fue necesario que viniera para descubrir esa copia. Sólo hay que esperar encontrar la original -contesta Gladys con calma.

—Eso puede tardar.

—Ver con mis propios ojos el poder del libro de Obsidiana. Puedo esperar el tiempo que sea necesario.

—Sé que no tendrás que esperar tanto -dice Armando con seguridad.

—Estamos cerca de encontrar la llave, puedo sentirlo.

—Espero que tu instinto sea correcto.

—¿Todavía dudas de mi poder? -pregunta Gladys.

—No me cabe duda. Por fin tendré en mis manos el libro de Obsidiana.

—Primero debes conseguirlo.

—Tantos años buscando todo lo necesario para conseguir el libro -dice él- El pergamino donde está escrito el ritual. El cofre de Obsidiana -tomó un pequeño cofre verde esmeralda- Allí adentro está el libro. El ritual es para hacerlo crecer y la llave para abrirlo. Se necesita todo, si alguna parte falta no se conseguirá nada.

—Muchos brujos han buscado ese poderoso libro por siglos.

—Se ha creído que era sólo una leyenda, pero yo siempre supe que era real. El gran brujo Takeru, el creador de ese libro, quien fue capaz de hacerse enemigo del mismísimo Satanás.

—Pero, al final murió -comenta Gladys. 

—Era viejo cuando consiguió el poder del libro. Los humanos tenemos una vida efímera, es por eso que lo primero que obtendré es la inmortalidad.

—Satanás no se quedará de brazos cruzados.

—Cuando se entere yo tendré más poder que él -contesta él- De eso estoy seguro.

                                         ***

—Toma -Patrick le entrega una varita de madera.

—¿Y esto es? -pregunta Leonardo. Se encontraba en el apartamento de Patrick.

—Una varita.

—Pero nunca te he visto usando una.

—Porque sólo los novatos la usan. Para aprender a controlar su magia -responde Patrick.

—Pude hacer un conjuro de teletransportación sin ella.

—Lo hiciste porque estabas alterado y era una emergencia, pero te apuesto lo que sea a que no puedes volverlo hacer ahora.

  Leonardo se concentró e intentó usar el conjuro de teletransportación, pero no dio resultado.

—No puedo -responde Leonardo decepcionado. Pensaba que ya podría usar su magia sin problemas.