Capítulo 40

—Mañana será el día, 17 de octubre -dice Leonardo preocupado, sentado en la cama de su habitación.

—Relajáte. Todos te apoyaremos -le responde Karina quien ya traía puesta su pijama para dormir. Estaba recién bañada y tenía un aroma fresco.

—Es que... jamás he hecho algo así.

—Hace unos meses ni sabía que existía la magia, ni lo seres sobrenaturales.

 Ella se sentó a su lado.

—Y tú fuiste la que me traumó al transformarte frente a mí -bromeó Leonardo.

—Querías una prueba y eso hice.

—Podrías haber sido algo más comprensiva con alguien que ignoraba todo eso.

—Eso es el pasado y ya han pasado muchas cosas desde entonces -ella sonrió con dulzura.

  Karina se puso frente a él y se sentó en sus piernas. Acarició su rostro para luego besarlo con pasión. Leonardo la rodeo con sus brazos profundizando más el beso. Se separaron para respirar. 

  Él metió sus manos debajo de su blusa para quitársela poco a poco, dejándola con un sostén azul oscuro con encajes.

—Siempre vistes tan sexi. 

 Sus labios recorrieron su cuerpo.  

  Continuaron dejándose llevar por la pasión que tenían en ese momento.

—Te amo -dice ella cuando ya habían terminado y estaban abrazados en la cama.

 Él quedó sorprendido, era la primera vez que ella se lo decía.

—Yo también te amo.

  La abrazó más fuerte y le dio un dulce beso en los labios. Los dos sonreían como tontos enamorados.

  Se amaban, de eso estaban seguros. Aunque se conocieron de una forma no muy agradable.

***

—Hoy es el día -le comenta Leonardo a Karina cuando se despiertan. Él estaba muy nervioso.

—Todo saldrá bien -le acaricia el rostro y le da un beso.

 Salieron del apartamento junto con Azur para ir a la entrada donde estaban reunidos todos los demas.

—Espero todo salga como lo tenemos planeado -comenta Gregory quien estaba junto a Luzmila y con su perro Boxer.

—Hay que pensar en positivo -le contesta Maribel intentado subirle el ánimo.

—A mi nunca me ha resultado eso -dice Adrián con seriedad.

—Será porque tienes mal karma -responde Román molestándolo.

—Yo no creo en eso.

—Dejen sus conversaciones estúpidas y empecemos -interviene Patrick quien acababa de llegar junto a un  joven de cabello plateado corto y ojos azules.

—¿Y éste quién es? -pregunta Leonardo confundido. Jamás lo había visto.

—¿Éste? Que manera más grosera para referirte a mí -le responde el joven cruzándose de brazos.

—Hola, Naim -lo saluda Edgar quien lo reconoció por su olfato al igual que lo hizo Karina.

—¿Naim? -preguntaron Adrián y Román con sorpresa.

—Claro que lo soy ¿Por qué se sorprenden tanto? -dice Naim.

—Eres ¿humano? -dice Luzmila sin estar segura.

—Puedo transformarme en humano por cierto período de tiempo.

—Katia también puede hacerlo -comenta Maribel- También deberías ayudar.

 Katia que estaba en su hombro como una cobaya saltó y se transformó en una chica rubia. Se sentía incómoda al tener todas las miradas encima de ella.

—Beilla y yo no podemos -dice Román desanimado. Se preguntaba como se vería Beilla en forma humana

—Eso es injusto -se queja Beilla quien estaba convertida en gata para poder acompañarlos sin llamar la atención.

—Deben volverse más fuertes si quieren evolucionar -les dice Patrick.

—¿Tipo pokemón? 

—Por supuesto... que no. Sólo mejorarán sus habilidades.

—Yo quería una evolución genial, que estafa -dice Beilla molesta. Ella veía mucha televisión.

—Ya nuestro gremio ha estado haciendo alboroto para despistar al clan Asha. Me lo confirmo Aarón -les informa Karina leyendo un mensaje de su tío por su celular.

—Entonces a seguir el plan -ordena Leonardo.

—Antes quiero darte esto -Edgar saca un brazalete plateado con una joya amarilla.

—¿Qué es? -pregunta Leonardo confundido.

—Es un regenerador de magia.

—Es algo muy costoso -se sorprende Adrián.

—Un pequeño regalo de mi parte -responde Edgar con una sonrisa- Les ayudará a aumentar su magia más rápido. Ese sello agota mucha.