Un edificio sobrenatural

Una pequeña broma

  Maribel se acerca emocionada al escritorio de Bruno, el portero del edificio Oblivion. 

 

—Hoy habrá una reunión en el salón de fiestas con algunos vecinos, además de Edgar, Román y Adrián que siempre han asistido.

—Me alegra que por fin los demás hayan aceptado en ir -responde Bruno alegre.

—El nuevo vecino tiene sangre de brujo y esta intentando despertar su magia y al parecer todos están interesados en eso. Me confirmaron Leonardo, Patrick, Gregory, Luzmila y Konogi. 

—¿Patrick? Eso es increíble -él jamás interactuaba con los demás excepto con Eugenio.

—Está entrenando a Leonardo, él  ni estaba enterado de que existía la magia ni nada sobrenatural.  

—¿No sabía nada? -Bruno se quedó pensativa y tuvo una divertida idea.

 

  Horas más tarde todos reunidos en el salón de fiestas.

 

  Bruno ve a Leonardo, el nuevo, y usa su poder para tomar su forma exacta.

 

  Leonardo queda en shock al ver acercarse a alguien idéntico a él.

 

—Hola -dice Bruno con la voz y apariencia de Leonardo.

—¿Quién eres tú? -dice Leonardo señalándolo- No me vengan a decir que tengo un hermano gemelo perdido porque eso sucede nada más en las telenovelas.

 

  Bruno se ríe con fuerza, su broma había sido un éxito. Disfrutaba el rostro consternado de Leonardo que ni entendía lo que sucedía.

 

—Bruno deja de jugar -le reclama Maribel con rostro serio. 

 

 Bruno intenta dejar de reír y vuelve a su verdadera forma.

 

—Lo siento, sólo quería ver tu cara -dice Bruno todavía riéndose.

—¿Cómo es que lo hiciste? ¿Eres un brujo, mago o hechicero? -le pregunta Leonardo.

—Nada de eso. No poseo magia. Soy un mutante con el poder de la metamorfosis.




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