Capítulo 01. PRIMER ENCUENTRO

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En una mañana tranquila, quien se hubiera imaginado que aquel día la vida de una joven cambiaría por completo, en ocasiones se producen eventos que no son planificados, sin embargo, para aquella chica de cabello rosa fue el comienzo de su mala suerte.

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—¡Ahhh! ¡¡Es tarde!! ¿Mamá porque no me despertaste? No me alcanzara el tiempo para desayunar —grito desesperada al mismo que se cambiaba apresuradamente

—Intente despertarte hija, pero no me hacías caso e incluso golpeaste el despertador y lo rompiste

—No tiene caso lamentarse por ello, lo mejor es que me vaya, se me hará tarde para ir al trabajo

—Hija llévate por lo menos esta merienda y aliméntate cuando tengas tiempo libre, no es bueno irte con el estómago vacío.

—Gracias Mamá, eres la mejor —la abraza agradecida y le da un beso rápido en la mejilla— bueno me voy, adiós.

Se aleja corriendo de su casa para alcanzar subir al autobús

—Si no me apresuro llegare tarde y me van a descontar, no puedo creer que me haya quedado dormida —se replicaba para sí misma

Lamentablemente no pudo llegar a tiempo lo cual hizo que se retrasara por unos cuantos minutos, Sakura decidió entrar a hurtadillas rogando para que no la descubrieran.

De pronto una voz autoritaria se escucha, da un grito de terror al darse cuenta quien era.

—Señorita Haruno de nuevo está llegando tarde, esta es su segunda vez, creo haberle advertido que no volvería a dejar pasar una tardanza más de su parte —cuestiono molesto al verla arrodillada tratando de ingresar a hurtadillas

—Discúlpeme por favor, no volverá a pasar, por favor no me despida, necesito este trabajo —se levantó raudamente mientras suplicaba con fervor temiendo ser expulsada de su trabajo

—Señor Gerente por favor déjele pasar por esta vez, además hoy no se presentó el chico que reparte los pedidos, recuerde que está enfermo, porque no deja que Sakura se encargue de las reparticiones como castigo —comento una rubia que hizo su aparición repentina, para tratar de ayudar a su amiga

—Señor Gerente déjemelo a mí, por favor no me despida, de verdad necesito mucho este empleo —imploro para que le diera una oportunidad

—Uhmm está bien, Señorita Haruno por el día de hoy usted será la encargada de hacer las entregas, también tendrá que atender a los clientes aquí en el restaurante, si usted vuelve a llegar tarde, será mejor que no se moleste en volver

—Sí, descuide no volverá a suceder, muchas gracias, no volveré a llegar a tarde, se lo aseguro —hace una leve reverencia mientras el hombre se aleja

Dirigió su vista a su amiga que le había salvado la vida o más bien el trabajo

—Gracias Ino, si no hubieras intervenido lo más seguro es que me hubieran despedido —suspiro relajada después de un momento complicado

—Lamento que tengas que hacer las reparticiones, pero era lo único que se me ocurrió para auxiliarte.

—No te preocupes Ino, con lo que hiciste me salvaste la vida

—¿Por qué llegaste tarde? Acaso de nuevo te desvelaste dibujando algún un diseño —espetó molesta ya que conocía a su mejor amiga

—Anoche me quede dibujando hasta tarde un nuevo boceto que se me vino a la cabeza, realmente quería dormir temprano, sin embargo, la imagen de ese diseño no me dejaba tranquila por lo que termine desvelándome hasta terminar el boceto —comento apenada, sabía que hizo mal, le era muy difícil detener la inspiración cuando esta llegaba de improviso

—¡¡Sakura estuviste a punto de perder tu trabajo!! —exclamo molesta al notar que Sakura estuvo a punto de quedarse sin empleo y no medir las consecuencias de trasnocharse— entiendo que ames diseñar, pero no debes descuidarte, sobretodo no llegues tarde, recuerda lo que dijo el gerente a la siguiente te despedirá sin miramientos

—Sí —baja la mirada, sabe que Ino tiene toda la razón— ahora tendré que hacer doble trabajo, atender al público y hacer las entregas —se deprime por unos segundos al darse cuenta de las extenuantes labores que le esperan— bueno más nada se puede hacer, es mejor eso, a tener que quedarme sin trabajo —respondió con una sonrisa, tratando de darse ánimos a si misma

—Admiro tu optimismo Sakura, en fin, comencemos a limpiar las mesas la hora de apertura está muy cerca, sin duda tendrás un día muy ajetreado

—¡Sí! —exclamo con alegría

Comenzaron a limpiar las mesas, barrer el piso para que todo estuviese reluciente, el gerente principal observaba a todo el personal mientras realizaban sus actividades, en especial a Sakura ya que estaba en la mira por su tardanza, gracias a la aparición de Ino, el gerente le otorgo una última oportunidad que no iba a desaprovechar por nada del mundo.

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