Un Encuentro con el Destino

Capítulo 1

Desperté de un salto cuando sonó la alarma, aunque en realidad estaba más dormida que despierta... pero qué podía esperar después de estar una semana sin pegar las pestañas. Vi el reloj y apenas pasaron treinta minutos desde que me dormí y debía salir de nuevo al trabajo, la vida sí que es cruel conmigo, porque no puedo dormir un minuto más, solo un poquito más.

Bueno no era hora de quejarse tenía que apresurarme si no creía llegar tarde. Así que después de darme una ducha me vestí y salí corriendo a tomar el autobús, la cabeza me daba vueltas y parecía que en cualquier momento explotaría, seguro era por la falta de sueño y alimentación pero no había tiempo así que no tenía más remedio que comprar un café en el camino. Corría con mucha prisa a la estación de autobuses pero al girar la esquina ¡¡bum!! ¡¡Oh no puede ser!! Me choque con algo o alguien que era tan grande como un poste, bueno fue lo único que noté hasta que mi cabeza chocó contra el suelo y resonó. Sentía mucho dolor, aun así, enseguida me puse de pie, el señor o joven me pidió que esperara a que llegara una ambulancia ya que me sangraba la cabeza. Pero claro ahí estaba yo de necia, afirmando que me sentía de maravilla y no era necesario ver a un doctor, de pronto mi cuerpo se volvió pesado y sentía que caía de espaldas otra vez, aunque estaba a punto de perder la conciencia sentí que caía en sus cálidos brazos y después todo se volvió oscuridad y más oscuridad.

Sin embargo lo que más me dolía era que no podría llegar a mi trabajo, tanto tiempo, tanto sacrificio para nada. Era seguro que me iban a despedir por faltar. Pero era imposible llegar, aunque quería obligar a mi cuerpo para que despertara era inutil todo seguía oscuro. No se cuanto tiempo pasó exactamente pero aún no podía abrir mis ojos, sentía mis párpados tan pesados como si se hubiesen vuelto de piedra, los cuales estaban al igual que mi cuerpo, se negaban a moverse.

Poco a poco empecé a escuchar murmullos había voces por todos partes, y cuando me di cuenta estaba acostada en lo que parecía ser una cama. Estaba segura de que no estaba soñando pero aún así me pellizqué varias veces tratando de despertar pero no funcionaba hasta parecía como si todo el dolor se hubiera esfumado, no puede ser y si estaba secuestrada y si me dieron alguna droga para que no despertara y si habían pedido un rescate para dejarme ir, ay.. si era así estaba perdida quien en su sano juicio pagaría todo ese dinero para salvarme, ¿quién? bueno ni siquiera yo lo haría, no me malinterpreten pero como podria pagar algo que está fuera de mi alcance, además mis papás tampoco tenían dinero y es más hace tiempo que había perdido todo contacto con ellos, no me quedaba más que ser esclava de estas personas hasta que me dejaran ir o... que tal si huía… sí, definitivamente era la mejor opción o más bien dicho la única que tenía.

Mientras estaba sumida en mis pocos pensamientos alguien había notado que me movía y preguntó: ¿señorita está despierta?¿se encuentra bien?.

La verdad… es que tenía tanto miedo de aceptar la realidad y lo único que hacía era cerrar mis ojos con tanta fuerza como un niño cuando teme ver algún monstruo si abre sus ojos, hasta que de pronto sentí que trataban de quitarme las sábanas ...¡¡aaahhhh!! Me aferre con fuerza a las sábanas que me cubrían, eran lo único que me protegía, en ese momento no sabía que hacer, me quedé paralizada y tragué saliva esperando lo peor. Pero mientras forcejeaba con quien sea que trataba de descubrirme, sentí un dolor fuerte en mi cabeza y volví a entrar en la oscuridad.




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