Abrí la puerta del restaurante y entré rápidamente antes de que cerraran, en ese momento todos salían para dirigirse a sus casas, - tu novio es muy atractivo y trabajador - decían algunos de mis compañeros al unísono, con un tono burlón, la verdad no entendí de qué hablaban, yo nunca había tenido novio ni pensaba tenerlo aún, es más con tanto trabajo ni siquiera tenía tiempo de conocer a alguien.
Al escuchar los murmullos mi jefe apareció sonriente luego de salir de su oficina -¿Porque no me avisaste que enviarias un reemplazo?- preguntó, mi jefe sonriendo; ¿qué? ¿reemplazo? ¿Qué reemplazo? me pregunté a mi misma, ¡¡desperté al mediodía!!… ¡cómo podría haber envíado un reemplazo! Era imposible ¿verdad? o ¿Acaso el golpe en la cabeza me había provocado lagunas cerebrales y había olvidado algo importante? ¿Olvidé a mi novio? ¿Alguna vez lo tuve? No, no puede ser, incluso recordaba todas las oscuras que hice para huir del hospital, cómo podría olvidar algo importante… pero… cómo fue que terminó así, además no sentía ningún vacío en mi cerebro.
- ¿Te encuentras bien? - Preguntó mi jefe al mirar mi rostro desconcertado: -el muchacho me informó lo sucedido, él acaba de irse - me dijo, yo… no sabía cómo decirle que no envíe ningún reemplazo y que no conocía a esa persona. Debo haber puesto muy mala cara ya que mi jefe puso cara de preocupación y dijo - no te ves muy bien, deberías irte a casa a descansar, si quieres puedes enviar a tu novio mañana tambien; no te exijas demasiado y concéntrate en recuperar tu salud - Si supiera que era precisamente ese falso novio el que tanto me preocupaba, sacudí la cabeza y solo opté por decirle que no se preocupara, pues ya estaba bien y trabajaría normalmente a partir de ese día.
Después de todo, quien quiera que haya sido aquel chico, ayudó a salvar mi trabajo. Y en ese momento me sentí mal por acusarlo de robar mi puesto, la única tonta y egoísta era únicamente yo. Aunque una pregunta seguía dando vueltas, rondando en mi cabeza ¿Cómo es que ese muchacho sabía en donde trabajaba?