Los días siguieron pasando y Alexis ya había vuelto a Londres, fue muy duro despedirme de él y dejarlo ir, lo iba a extrañar otra vez.
Ya habían pasado tres semanas de la muerte de mi papá y no podía soportarlo, sentía que me rasgaban el corazón; de igual forma no podía olvidar a Saúl, me era difícil porque con él hice muchas cosas y todo eso se quedó grabado en mi cuerpo, corazón y mente como un tatuaje que no podía quitar.
Cada noche lloraba por mi papá, extrañaba todo lo que nos hacía de comer, cuando nos abrazaba a mi hermano y a mí, cuando éramos los cuatro, cuando jugábamos juegos de mesa. Mi hermano escuchaba mis sollozos y me venía a consolar, ahí es donde lloraba más porque estaba conmigo alguien que sentía lo mismo que yo, incluso mi perrito sintió ese vacío.
Era otro día y mi hermano se había ido al gimnasio y mi mamá estaba viendo la televisión en la planta baja, yo estaba en mi habitación viendo fotos de mi papá conmigo cuando era niña o cuando ya estaba con mi diploma de que había terminado la universidad. Nunca estuvo conmigo cuando salía de la escuela o cuando me presentaba a cantar en cualquier lugar, pero estuvo conmigo ese día importante, cuando me estaba graduando y terminando lo que se me hizo difícil por años. Estuvo en mis cumpleaños, estuvo recuperando nuestro lazo que se había roto.
Mi perrito se acercó a mí y se acostó en frente de mí, me miraba y yo sonreía porque era lo más hermoso que le di a Saúl. Decidí quitarle el nombre y dejarlo así por un tiempo, ya que no quería acordarme de Saúl por el antiguo nombre de mi perrito. Me acostumbré rápido a no llamarlo Rey, aunque mi familia y Alexis no pudieron acostumbrarse rápido, pero al final lo lograron.
Mi celular comenzó a sonar y vi en la pantalla que era un número desconocido, así que respondí porque tal vez era algo importante.
—¿Hola?
—Hola, buenos días, ¿hablo con la señorita Emma Cisneros? —preguntó una voz femenina.
—Sí, soy yo, ¿quién es? —pregunté.
—Tenemos el placer de decirle que usted está nominada a «Mejor youtuber latina» en los Britain's Music Awards que se llevarán a cabo en Londres, Inglaterra —dijo con emoción—. Sus videos fueron revolucionando internacionalmente, más en Reino Unido —dijo—. ¿Puede confirmarme sus datos?
Le dije mi nombre completo y le respondí todas las preguntas que me hizo. Ella me dijo que todo estaba registrado en su computadora y que los premios serían el dos de agosto, justo en la misma fecha de mi cumpleaños. La chica me dijo que yo fui la primera nominada en esa categoría, todavía estaban viendo a las demás chicas que compartirían conmigo la categoría. Estábamos en marzo, faltaba mucho para que fueran los premios, pero me causaba mucha emoción.
Grité muy fuerte cuando terminé la llamada, me gané el susto de mi perrito y reí por su reacción, de todos modos seguí gritando de la emoción. La puerta se abrió y entró mi mamá llena de preocupación.
—¿Qué ocurrió? —preguntó con preocupación.
Me quedé en silencio y luego volví a gritar fuerte.
—¡Estoy nominada en los premios Britain's Music Awards! —grité de la emoción y la abracé.
—¡¿Qué?! —exclamó con emoción.
Carlos llegó una hora más tarde y le dijimos todo lo que pasó y se unió a nuestro abrazo.
Tenía que subir un video para que la gente votara un mes antes de los premios porque iban a publicar las categorías pronto, así que debía esperarme y aguantar. También me dijeron que nos iban a dar un hospedaje en un hotel de Londres, la verdad aceptamos porque queríamos disfrutar esa semana ahí y luego ir con Alexis para conocer la ciudad.
—Emma, voy a ir con tu hermano a comprar, vamos a festejar este avance en tu carrera —dijo mi mamá con una sonrisa.
Se fueron y yo me quedé en mi habitación con mi perrito buscando en las cajas si tenía algo por salvar, ya que iba a regalar mis cosas, tenía muchas cosas que ya no usaba y merecían estar en manos de otra persona. Seguí buscando y de repente me encontré con algo que fue muy especial para mí, que marcó mi infancia y parte de mi adolescencia: mi libreta de canciones. Siempre escribía canciones sobre el amor, sobre mi familia, sobre las amistades, entre otras cosas; así que agarré las cinco libretas que había, las exploré y recordé cuando escribía y cantaba. Yo agarraba la pista de otros artistas y escribía mis canciones, siempre eran románticas o sobre otros temas que me habían ocurrido.
—No lo puedo creer —dije sorprendida.
Había escrito una canción para mi papá, la cual canté en un concurso de talentos en mi escuela, mi papá había ido y le encantó.
Las ideas aparecieron en mi cabeza y rápidamente le marqué a Ana, mi mánager en el mundo de la música y mi mejor amiga.