♫Capítulo 13♫

Desperté con unas vibras muy buenas y recordé el día anterior, la había pasado tan bien con Leondre y quería repetirlo. 

—Emma, hay una sorpresa en la calle —dijo mi mamá

—¿Qué? —pregunté frunciendo el ceño. 

Mi perrito se acercó a mí y quería que lo cargara, así que me puse una bata y lo cargué, me asomé en la ventana y no podía creer lo que estaba viendo, Ana estaba a un lado del carro de mi papá. Me puse a llorar de inmediato y bajé con mi perrito en brazos. 

—¡Ana! —exclamé con emoción. 

—Lo prometido es deuda —sonrió. 

Ana cargó a mi perrito y me entregó las llaves del carro, entré y grité de la emoción. 

—¿Cómo le hiciste? —pregunté.

—Cambiaron la fecha del vuelo para ayer, así que lo guardé para darte la sorpresa hoy —sonrió. 

—¡No lo puedo creer! —exclamé con emoción. 

Salí del carro y le dije a Ana que posara para una foto que quería subir a mis redes sociales, así que la tomé y de inmediato la publiqué. 

—«Por fin los vuelvo a ver y esta vez para siempre, que buen regalo de México» —escribí. 

—Realmente insistí mucho para tenerlo antes —dijo Ana.

—Me siento muy feliz, estoy completa —sonreí. 

Le agradecí a Ana y nos dimos un abrazo. 

Me dieron muchas ganas de estrenar el carro en Londres, así que subí con mi perrito a mi departamento y me cambié de ropa. 

—¿A dónde vamos? —preguntó Ana. 

—Vamos a ir al centro comercial, aprovecharé a ver algunos vestidos y luego te dejaré en el hotel —dije mientras me colgaba la cadena de la cartera en mi hombro. 

Me había puesto un vestido negro de tirantes que me llegaba hasta las rodillas con una chaqueta de cuero negra y unas botas de cuero.

Me despedí de todos y salí con Ana a estrenar el carro. 

Ana grabó videos desde mi celular donde yo estaba manejando y los publicó en mis historias. 

Finalmente llegamos al centro comercial, bajamos del carro y caminamos a la entrada. 

—Entremos a Gucci —dijo Ana. 

—Hay que ver más opciones, creo que la dejaré al final, por ahora quiero recorrer un poco —dije. 

—Ahí está Louis Vuitton, pero siento que es una marca muy usada —dijo. 

—Entonces Louis Vuitton no —dije. 

Estuvimos buscando más tiendas y ninguna nos llamó tanto la atención, así que nos fuimos a mi última opción, Gucci.

—Mira ese vestido rosa, está bonito —dijo Ana. 

—No, se me van a ver mucho los pechos, mejor no —dije.

Habían demasiados vestidos y realmente no sabía cuál elegir, no muchos me gustaban.

Retrocedí y me choqué con un vestido, me giré para verlo y quedé encantada. Era de color negro, llegaba hasta los pies, era de cuello V, era pegado al pecho, la falda no era pegada y tenía una cortada en una de las piernas. 

—Este —dije y Ana se acercó. 

—Está bonito, vamos a preguntar —dijo. 

Había una empleada cerca de nosotras y me acerqué a ella para preguntar. 

—Quiero comprar ese vestido que está ahí, solo que lo tienen en grande y yo soy mediana —dije. 

—Lo siento, señorita, por el momento la talla que busca no está disponible en la tienda, es nuevo y acaban de traerlos solamente en talla grande, tendría que pedir uno en línea y venir dentro de un mes —dijo. 

—Bueno, lo quiero pedir. 

—Venga conmigo para tomar sus datos. 

Fuimos a la caja y la chica me pidió mis datos, los anotó y me dijo que viniera por él en un mes. 

Solo faltaba un vestido más, ese sería para la canción, así que estuvimos buscando más tiendas. 

—Mira, ahí está la tienda Zara —señaló Ana.

—¿Ya viste? —pregunté sorprendida. 

—¿Qué? —preguntó.

—Ese vestido —señalé.

El vestido estaba en un maniquí, era rojo, estaba muy corto, no tenía mangas y era cuello V; era parecido a un jumper, pero no era un short, era falda.

—Está un poco corto —dijo Ana. 

—Me gusta, Ana, solo lo usaré para la canción.

—Está bien, Emma, pero solo para eso —recalcó. 

Entramos a la tienda y me lo probé, busqué en mi talla y finalmente lo compré. 

—Te invito una tapioca y nos vamos —dije. 

—Te lo acepto —sonrió. 

Adoraba pasar el tiempo con mi mejor amiga, teníamos una conexión fuerte y no había palabras para describirlo.

Ana me apoyó antes de ser cantante y youtuber, estuvo conmigo en mis momentos duros y ella me contagiaba de su alegría. Antes no tenía nada, trabajaba todo el tiempo para poder ayudar a mis papás, tenía que pagar la escuela yo sola y Ana siempre estuvo conmigo.