Los días siguieron pasando y nuestra estancia en la casa era la mejor, ya habían llegado los muebles. Además, la casa estaba llena de paz, de tranquilidad, de tantas cosas positivas y podías descansar muy bien. Estar ahí te hacía ser otra persona, se sentía muy distinto el ambiente y eso lo hacía más increíble.
Un nuevo día comenzó y desperté por la voz de mi mamá.
—Emma, despierta, Alexis está aquí —dijo mi mamá al entrar a mi habitación.
—¿Alexis? ¿Qué hace aquí? —pregunté frunciendo el ceño.
Me puse un vestido amarillo de tirantes y mis sandalias. Me peiné y así bajé.
—Hola, Emma —saludó Alexis con una sonrisa.
—Espero de todo corazón que haya valido la pena que me despertaras —dije.
—Es que quería invitarte esta noche a un concierto de mis cantantes favoritos, es en el O2 Arena, logré conseguir otro boleto para ti y me encantaría que fueras conmigo —dijo con una sonrisa.
Lo fulminé con la mirada.
—¿Para eso me despertaste? —pregunté frunciendo el ceño.
—Sí, aunque no sé por qué te quejas, son las doce de la mañana —dijo Alexis.
—¿Las doce? —pregunté sorprendida.
—Sí, pensé que ya estabas despierta y pues por eso vine.
Caminamos a la sala de estar y ahí estaba mi perrito acostado.
—¿Te quedas a comer, Alexis? —preguntó mi mamá.
—Quisiera estar todo el día aquí, si es que me lo permite —dijo.
—Claro que sí, además sirve que te llevas a Emma —dijo mi mamá.
—Ustedes saben que me pueden reconocer, es peligroso para mí —dije.
—De eso no te preocupes, nadie se dará cuenta —dijo Alexis.
—¿Realmente tengo que ir? —pregunté.
—Sí —dijo mi mamá.
—Lo mejor de todo es que conseguí el Meet and Greet, vamos a conocerlos —dijo Alexis con emoción.
—Genial, que emoción —dije con sarcasmo.
—¡Es increíble! —exclamó Alexis.
Cargué a mi perrito y lo acaricié.
—Me quieren matar, perrito —me quejé.
Alexis me obligó a buscar una ropa bonita para la ocasión, él quería que usara algo elegante y casual, solo que no encontrábamos nada, hasta que él recordó el vestido que mi papá me regaló.
—¿Dónde está? —preguntó Alexis.
—No sé —me hice la que no sabía.
—Ya, dime dónde está —insistió.
Suspiré.
—Está al fondo del armario —dije.
Llevaba tiempo que no veía ese vestido, me dio mucha nostalgia porque me recordaba a cuando mi papá me lo compró como regalo sorpresa, yo deseaba ese vestido y él lo consiguió.
—En verdad no sé si usarlo, Alexis, tú sabes que mi papá me lo compró —dije con tristeza.
Me senté en la cama y Alexis me siguió.
—Tienes que seguir adelante, Emma, sé que una muerte de un familiar muy cercano es muy difícil pero creo que es hora de seguir adelante, es hora de sacar toda la tristeza que tienes y dejarlo como un recuerdo.
Sonreí y poco a poco me animé.
—Gracias por estar aquí, Alexis, eres mi mejor amigo —lo abracé.
Agarré el vestido y sonreí, era rojo de forma tableada con negro, era de manga larga y cuello V, tenía un moño en la cintura y botones, me llegaba un poco arriba de las rodillas y lo acompañaría con unas botas largas.
—Me di el tiempo de elegir algunas canciones para enseñarte de ellos, esta se llama «Stay Young» —dijo Alexis y la puso.
La canción sonaba bien y cuando comenzó me sonó mucho mejor, empezaba un chico rapero y lo hacía demasiado bien, aunque su voz me resultó muy conocida, como si ya la hubiera escuchado alguna vez.
—El rapero estaba más chico en esa canción, ahora ya tiene dieciocho años, acabando esta canción te pongo una reciente —dijo.
Otro chico cantaba con él y tenía una bella voz, acompañaba muy bien al rapero y hacían un gran dúo. Me hubiera gustado saber sus nombres pero Alexis me dijo que los viera primero.
—¡A comer! —exclamó mi mamá.
—Vamos a comer, ahora me la muestras —dije.
Bajamos por las escaleras y nos sentamos en el comedor, Carlos ya estaba ahí y mi perrito comía su comida.
—El concierto empieza a las siete y media de la tarde —dijo Alexis.
—¿Van a ir a un concierto y no me invitaron? —preguntó Carlos.