Las semanas seguían pasando y el disco ya estaba casi terminado, solo faltaba la última canción, la cual compartiría con Bars and Melody. Las fechas para la gira ya habían salido a la luz y en unos meses más empezarían los ensayos. Saúl había vuelto, dijo que había estado ocupado buscando trabajo y eso le evitó comunicarse por mucho tiempo. Unos días después de terminar la penúltima canción Alexis vino a mi casa y nos reconciliamos, incluso prometimos no volver a pelear por tonterías y que no hablaríamos más de Leondre. Saúl se estaba comportando muy extraño desde que regresó, me ponía muchos pretextos para salir y que estaba ocupado, era extraño porque él era el que quería salir siempre.
Era un nuevo día y me encontraba en mi habitación, el director me había hablado para decirme que Bars and Melody estaba en Austria y que veríamos lo de la colaboración en video, así que él organizó todo conmigo y quedamos que en la noche sería. Para no aburrirme decidí hacer un directo en mis redes sociales porque llevaba tiempo que no hacía uno.
—¡Hola, chicos! ¡Cómo están! —Exclamé con emoción—. Estoy muy feliz de estar aquí con ustedes, esperemos a que se conecten más personas para empezar —sonreí.
Acomodé mi celular y esperé a que se conectaran más personas.
—Tenía muy solitaria mis redes sociales pero ya he vuelto, esta vez con nuevas sorpresas y demasiadas noticias —dije.
Sonreí.
—Comenzaré diciendo que la gira está muy cerca, ya se confirmaron algunos países, ¿quieres que los diga? —pregunté con una sonrisa.
Leí algunos comentarios y todos dijeron que sí.
—De Latinoamérica voy a estar en mi hermoso México, en Argentina, en Chile, Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Venezuela y todavía faltan más países por confirmar —dije—. De Europa voy a estar en Londres, Noruega, Austria, Irlanda e Italia —sonreí.
Todos estaban emocionados y lo hacían notar en los comentarios.
—Todavía faltan por confirmarse más lugares, así que atento a las próximas noticias que saldrán en estos meses —dije con emoción.
Seguí leyendo algunos comentarios y traté de saludar a todos y contestar preguntas.
—El disco todavía no tiene una fecha de lanzamiento pero les puedo decir que lo amarán tanto como yo, en él quiero mostrarles una faceta diferente de mí y algo más detrás de lo que pueden ver —conté—. Estoy muy agradecida con todo el equipo porque ha hecho un gran trabajo en la producción del disco, también les agradezco a ustedes por apoyarme cada día y estar atentos a todo —dije con una sonrisa.
Seguí leyendo y las preguntas comenzaron a intensificarse.
—Por cierto, pronto saldrán más videoclips, así que estén atentos a mi canal para que puedan verlos muy pronto —dije.
Seguí dando más noticias y decidí terminar el directo, no me estaba sintiendo un poco bien para seguirlo, así que preferí retirarme. Después mi mamá me llamó para decirme que iba a salir con Carlos a pasear a Leo, querían que fuera pero preferí quedarme.
—¡No tardaremos! —exclamó mi mamá desde la planta baja.
Bajé a la cocina y abrí el refrigerador para agarrar una fruta, hasta que el timbre comenzó a sonar muchas veces y yo me irrité. Pensé que era mi mamá olvidando las llaves y regresando por ellas, pero cuando abrí vi a Alexis con una película en la mano.
—Hola, Emma, estaba en una tienda de película y renté una para que la veamos ahora, aunque me acabo de acordar que no traje palomitas y refrescos, así que iré —dijo.
Reí.
—Siempre tan despistado —sonreí.
—No me culpes, vine directo en cuanto la renté —dijo.
Reí.
—Está bien, ve a comprar, mientras voy a poner la película —dije y agarré la película.
Alexis se fue y yo me quedé a preparar la sala de estar. Al finalizar tomé una foto de cómo se veía la mesa y la televisión, después la publiqué en mis historias de mis redes sociales.
—«Día de películas con mi mejor amigo» —escribí.
Puse dos vasos y un bote para las palomitas en la mesa, finalmente me senté a esperar a Alexis. Quise publicar otra foto, así que entré de nuevo a mis redes sociales y en ese momento me llegó una notificación de una foto nueva de alguien, la abrí y me encontré a Leondre mirando a la cámara, era una foto donde estaba en el restaurante Taro. Se veía tan perfecto, sus ojos, sus labios, sus mejillas, su cabello y todo de él brillaba en esa foto.
—«Lugares que me recuerdan a una persona muy linda, que estaba pérdida y encontró el camino» —leí.
Los golpes a la puerta me distrajeron de mis pensamientos y por un momento creí que era Alexis, pero al abrir vi a Saúl con su expresión enojada. Entró dándome un ligero empujón y yo lo seguí a la sala de estar.
—¿Una película con tu mejor amigo? —preguntó con seriedad.
Entonces golpeó la mesa y todo cayó.
—¡¿Qué demonios te pasa?! —exclamé con enojo y lo empujé.
—¡¿A ti qué te pasa?! —exclamó.
—¡No sé de qué hablas, Saúl!
—Estoy cansado de tus mentiras, te voy a enseñar a respetar a tu novio que se sacrificó por ti para venir a recuperarte —dijo acercándose a mí.
Subí corriendo las escaleras y entré a mi habitación para luego cerrarla con llave, ahí le marqué de inmediato a Alexis.
—Hola, Emma, estoy yendo a tu ca…
—¡Alexis, corre! ¡Saúl está en casa y quiere golpearme! —exclamé en llanto.
—¡¿Qué?! —exclamó.
—Por favor, Alexis, corre —sollocé.
De tantos golpes la puerta logró romperse, yo me quedé paralizada por el miedo pero ya no podía hacer nada. Saúl se acercó a mí y me agarró, me empujó a la cama y me lanzó un golpe a mi estómago, mi celular cayó en algún lugar de la habitación y yo seguí sintiendo esos golpes en cada parte de mi cuerpo. Todo me dolía y recuerdos de cuando me golpeaba volvieron a mi mente, ahí reaccioné y recordé una de las razones del por qué lo dejé. Me tiró al suelo y todo me daba vueltas, estaba mareada por tantos golpes que había recibido en mi cuerpo y en mi cara.