Un Error a la Medida

Capítulo 19. Broche de oro

════ ≫ Lucas ≪ ════

La historia de Ayleen me afecta más de lo que pensé. Después del tiempo que llevamos conviviendo bajo el mismo techo, me cuesta imaginarla en una situación tan difícil como la que describe, y me siento como un idiota por no haberme interesado antes en su vida.

Sin poder escuchar más, me despido de ella con la excusa de tomar una ducha y me adentro a mi habitación con un molesto vacío en el pecho.

—Qué día tan largo —digo, frotando mi rostro. Tomo asiento en la orilla de mi cama y me permito un momento para reflexionar sobre todo lo sucedido.

Sin duda fue un día lleno de emociones, eso no se puede negar. Jamás pensé llegar a preocuparme por nadie como lo hice hoy por Ayleen, así como tampoco imaginé poder sentirme tan vivo como cuando el consultorio se llenó del sonido del corazón de… mi hija. Aún me cuesta siquiera pensarlo, pero ¡por todos los cielos!, creo que es verdad.

Esa niña, sin haber nacido aún, llegó para aclararme la mente, para hacerme madurar de golpe. No sé si tengo un futuro con Ayleen, pero por Dios que dedicaré mi vida entera a proteger a mi hija con uñas y dientes.

«Basta de sentimentalismos», me digo. Me levanto y me dirijo por fin al baño, donde tomo esa ducha que tanta falta me hacía. El agua caliente se lleva las tensiones acumuladas a lo largo del día y salgo con nuevo ánimo en busca de Ayleen.

El departamento se encuentra en completo silencio cuando llego a la sala de estar y al verla me doy cuenta del porqué. Está recostada en el sofá, dormida.

Me quedo embobado admirando su belleza por un minuto, cuando de pronto comienza a quejarse entre sueños. Parece estar teniendo una pesadilla, por lo que tomo la decisión de despertarla, pero en ese momento su rostro se relaja y de su boca sale una risita que también me hace sonreír. Ayleen acaricia su vientre y suspira. La imagen es tan enternecedora que no puedo evitar pensar en nosotros. En cómo se sentiría despertar todas las mañanas y, al abrir los ojos, que sea esta imagen la que me de la bienvenida a un nuevo día.

«¡Carajo! Estoy tan confundido».

Sacudo esos pensamientos y observo la posición de Ayleen en el sofá. Debió estar tan cansada que se quedó dormida sin importarle que su cuerpo quedara tan torcido sobre el sofá. «Le dolerá el cuello si permanece mucho tiempo así», pienso y, convencido de estar haciendo lo correcto, paso mis manos por debajo de su espalda y rodillas y la cargo en brazos hasta llevarla a su habitación y dejarla en su cama.

Ayleen suspira al sentir el colchón bajo su cuerpo, y solo espero que no se asuste si despierta de pronto y me ve observándola como un tonto, por lo que aprovecho que se acomoda de lado y salgo de la habitación.

Voy a la sala de nuevo y, sin más que hacer, me pongo a revisar las notificaciones en mi teléfono. Últimamente tengo abandonados a los idiotas de mis amigos.

Abro el chat del grupo y me encuentro con trescientos mensajes que, por supuesto, no pienso leer. Me salto los mensajes más antiguos y me dirijo a los más recientes.

Bad boys TJ

Fernando, Julio, Mario, Sergio, Tú.

Mario

¿Se va a hacer o no? Digan para organizarme.

7:34 p.m.

Julio

¿Organizar qué? No seas ridículo. Claro que se va a hacer.

7:35 p.m.

Sergio

Toca en el departamento de Lucas, pero creo que se murió, hace días que no da señales de vida.

7:35 p.m.

Mario

En paz descanse Lucas

7:35 p.m.

«¡El cumpleaños de Fer!». Me abofeteo mentalmente al recordar la reunión que teníamos programada desde hace semanas, y me siento como un tonto por haber descuidado tanto mi vida y a mis amigos.

Al traer a Ayleen aquí, me prometí que mi rutina seguiría siendo la misma, sin embargo, todo lo sucedió me ha impedido cumplir esa promesa.

Lo siento, chicos, pero en mi departamento no se puede.

7: 38 p.m.

Sergio

Vaya… revivió el difunto.

7:38 p.m.

Mario

No andaba muerto, andaba de parranda jajajaja

7:39 p.m.

Muy graciosos. Eso quisiera.

7:40 p.m.

Julio

¿Qué pasa, bro? Has estado perdido estos días. ¿Todo bien?

7:40 p.m.

Hay mucho que debo contarles, pero no por aquí. ¿Podemos posponer la reunión para mañana? Podemos salir a beber algo. Me urge distraerme.

7:41 p.m.

Julio

Por mí no hay problema.



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En el texto hay: romance, drama, amor

Editado: 20.11.2024

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