Definición amplia para expresar todo lo que te aqueja,
todo lo que te destruye mordazmente y sin misericordia.
Y no necesariamente debe ser físico aquello que te acongoja;
porque no solo lo visible duele hasta aniquilarte por completo.
Palabras y acciones que actúan como miles de espinas,
que te atraviesan sin tregua, que te van destruyendo lentamente.
Igual a no poder respirar en las profundidades oscuras del océano,
O a crueles llamas que te calcinan internamente y no descansan hasta volverte cenizas.
Son tantas cosas que te agobian, las que son semejante a estar atrapado;
Perdido en un laberinto, con paredes que se cierran día tras día con objetos letales.
Sin saberlo, eres el ratoncillo que no para de correr desesperado;
Ese que espera encontrar una salida a toda costa.
Sentir el peso demoledor sobre tus hombros es agotador;
La psiquis vuelta papilla de tantos atropellos incluso propios.
Porque sí, es tanta la carga que te vuelves un masoquista de lo peor.
La desesperación corre por tus venas cada vez más espesa;
El sentimiento de asfixia se torna más insoportable.
Debido a que la oportunidad de escape se reduce…
A cada instante parece morir sin remedio la esperanza.
Ya las lágrimas no son suficientes para un respiro,
Solo sigues corriendo tratando de poder escapar.
Pero la realidad se burla en tu cara,
Porque, de uno mismo, ¿quien podrá huir?
Y duele como el infierno.
Duele saber que arrastras tanta calamidad;
Que, por más que corras, no la puedes dejar atrás.
Tu mente se desploma sin remedio ante la dura realidad,
solo quieres dejar de existir, con la efímera esperanza
de poder encontrar al fin la anhelada tranquilidad.