Un Espacio entre Nosotros

Capitulo 6

Desde hace unos meses, aprendí que no todo es lo que parece, y mucho menos lo que uno quiere que sea, por eso, después de lo que dijo la entrenadora ríos decidí llamar a mi madre, ella confirmo lo que yo ya sabía y que mi mente se negaba aceptar, pero así son las cosas, estoy en la competencia, no sé qué voy hacer, porque si ni siquiera encuentro las ganas para levantarme de mi cama por las mañanas, mucho menos las voy a encontrar para ir a entrenar.

La natación ha sido una parte de mi desde que tengo memoria, aunque con el tiempo la he ido dejando de lado, por diversos problemas que se me han presentado, lo más difícil es que la recuerdo como algo pasado que no va a poder volver a ser, y es que es cierto, duele ver que uno de los placeres que tenía en mi vida ya no logra satisfacerme de la manera que desearía, porque cada vez que estoy cerca de una piscina no puedo evitar recordar a papá y las veces en las que él iba a apoyarme en las competencias.

Cada uno tiene su propia lucha personal y si no logramos superarla viviremos atados, dejando de lado la alegría para fundirnos en una tristeza absoluta, que no se cura con cualquier cosa.

Por eso, esa misma tarde después de salir del instituto, en vez de irme directo a casa decidí recoger a mi hermanito y llevarlo conmigo a una heladería, era momento de hablar con él, había estado tan cerrada en mi propio mundo de miseria que me olvide por completo de Nicolas, no soy la mejor hermana, pero por lo menos intentare ser la mejor por él

Cuando llegué al colegio de Santi lo vi en una esquina solo, no pude evitar fijarme en sus ojos, se veían un poco aguados y su mirada estaba fija en un niño que salía del colegio en los hombros de su padre, mientras su madre iba colgada del brazo del señor. Lo entendí, él estaba sufriendo más que yo, al menos de pequeña guardaba los recuerdos compartidos con mis padres como una familia feliz; pero él no lo hacía apenas tenía 6 años, y mamá ya no podía venir a recogerlo por sus turnos dobles en el hospital.

-Santiago-lo llame e hice un gesto para que se acercara a mí, cuando llego lo abrece y bese su cabeza

Lo tome de la mano y emprendimos camino hacía la heladería, creí que iba a empezar a contarme su día como siempre, pero él solo se mantenía callado

-Sabes que te amo ¿verdad? - le dije y el me miro

-yo también te amo-me dijo

-¿Qué tal tu día?-le pregunte

-Todos los niños hablan de mí por no tener papá- me dijo, instantáneamente se formó un nudo en mi garganta

-Tú tienes papá Santi, solo que él ya no se puede ver, porque ahora es tú ángel guardián-le dije tratando de recomponerme

-¡Pues no quiero que sea mi ángel!, quiero que regrese y me enseñe a jugar fútbol, que nos abrace, para que tú vuelvas a sonreír y mamá deje de llorar en las noches- gritó y ya no aguante más, mis lágrimas simplemente salieron como si de una casada se tratara al igual que las de nico, yo solo lo abrece hasta que ambos nos calmamos y seguimos camino a la heladería.

 

NOTA DE LA AUTORA:

Aquí está uno de los capitulos prometidos, ahora que ya conocen  a la familia de isobel mejor¿qué opinan?

Les voy a dar un pequeño spoiler ¿Están listos para conocer a Alek?

No olviden votar y comentar, dejenme saber su opinión

Gracias;)



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En el texto hay: musica, redes sociales, amor

Editado: 13.08.2021

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