Por todo Muelle de Loto se escucharon gritos alegres, los que estaban acostumbrados a ese grito sonrieron sabiendo de quien provenía y sobre todo a quien eran dirigidos.
—¡A-Cheng! — grito mirando a su hermano e intentando llamar su atención
—¿Qué es lo que quieres? — miro a el mayor con cara de aburrimiento
—vamos a cazar faisanes — le propuso con una sonrisa
—¿Acaso no tienes que entrenar? — le respondió alzando una ceja
—no seas así shidi — reclamo con un puchero — vamos a divertirnos — intento convencerlo otra vez
—no me digas así — reclamo — no me vas a convencer de seguirte esta vez
Aunque se había negado termino siendo convencido por su hermano y se encontraban buscando faisanes en un bosque cercano de Muelle de Loto.
—no puedo creer que me convencieras — renegó
—es porque me amas — se burló sin ver el sonrojo del otro
—eres un idiota — dijo molesto
Un ruido detrás de unos árboles interrumpió su conversación y poniendo a ambos en alerta.
—deberíamos ir a ver — propuso teniendo a Suibian en la mano
—¿Estás loco?, algo podría atacarte — interpuso su mano para que el mayor avance
—debemos ir, alguien podría necesitar ayuda — quito la mano de su hermano
Ambos avanzaron con cuidado y alerta para evitar ser atacados por sorpresa. Caminaron unos pasos y encontraron dos niños y una niña.
Algo dentro de ellos sintieron un pequeño dolor al verlos de esa manera, ambos se miraron y con mucho esfuerzo los llevaron al Muelle para que pudieran atender a los niños.
Varios discípulos que los vieron llegar los ayudaron cargando a los desconocidos y otro discípulo buscaba a los líderes para comunicarles que ambos jóvenes habían llegado con niños inconscientes a la secta.
Ambos líderes fueron al salón médico para averiguar sobre los niños inconscientes que trajeron a su hogar.
—¿Qué pasa aquí? — entro junto a su esposo
—líderes, los jóvenes maestros los encontraron en el bosque – explico el médico revisando a los niños
—Deberían estar entrenando — miro a ambos con seriedad
—Mi señora, por favor — intento calmar a su esposa — ¿Cómo se encuentran los niños? — pregunto al doctor
—Parecen estas bien los tres, pero parecen tener algo extraño, el mayor y la menor tienen nuestras túnicas y las trenzas de la familia principal y el otro niño tiene ropa muy costosa de la secta Jin y no parece ser un discípulo
—gracias, puede retirarse — el doctor salió dejando solo a la familia — mi señora, ¿Qué deberíamos hacer ahora? — pregunto a su esposa
—debemos mandarlos a los calabozos e interrogarlos cuando despierten — miro a los tres inconscientes
—pero Madam Yu, son solo niños — hablo el mayor de los hermanos
—es verdad madre, solo son niños — replico el menor a su madre
—¿Cómo se atreven a desobedecerme? — grita molesta, pero fue interrumpida por un balbuceo
—niang — balbuceo la niña buscando por toda la habitación
El de negro que quería acercar a la niña, pero fue detenido por la mano de su hermano.
—¿A dónde vas? — pregunto mirándolo
—ella esta asustada, mírala — señalo a la niña que parecía que lloraría en cualquier momento – pequeña, ¿Cómo te llamas?
—soy Jiang Su, ¿ya no me recuerdas a-niang? — hizo un puchero triste
Todos en la sala se miraron con cara de sorprendido por la manera en que la pequeña niña se dirigió a el de negro.
—¿A-niang? — pregunto sorprendido
—sí, tú eres a-niang y él es a-die — la pequeña niña señalo a Jiang Cheng sorprendiendo a todos por la insinuación de eso
—¡Que idioteces dices niña! — grita molesta con Zidian brillando de furia
—¿porque la abuela está molesta conmigo, a-niang? — pregunto la menor asustada
—cállate mocosa — grita, azoto su látigo contra la niña, pero el golpe fue recibido por Wei Ying
—mami — lloro la niña muy asustada — A-yuan, A-ling — llamo a los desconocidos que recién despertaban por los gritos
—¡cómo se atreve a tocar a mi madre! — grito el mayor de los tres niños
—¡¿Quién crees que eres para hablarme así?! — grita aún más furiosa