—Estoy aburrido —Ressur se levanta del elegante sofá, la mujer que está abanicandolo, baja la cabeza y suspira, ya le dolían los brazos —Todo lo he visto ya.
El hombre camina de un lado a otro, sus ojos se paseaban por todo el horizonte, ya todo lo había visto, ser el hermano del Faraón le traía muchos beneficios.
Era el segundo en sucesión si su hermano fallecía, y no engendraba hijos.
Suspira profundamente, se detiene a observar nuevamente el horizonte, el sol estaba preparándose para morir una vez más.
—¡Ve que me preparen un baño! —ordena, la mujer corre rápidamente a indicar lo que su señor a pedido.
Ressur suspira, vivía en el palacio del Faraón, no porque fuera el hermano preferido, simplemente al ser un sucesor al trono era bien cuidado.
Tenia todo lo que podía pedir, pero sentía que le faltaba algo, suspira profundamente una vez más.
—¡Oh gran Horus! ¿Qué puedo hacer para salir de mi aburrimiento?
*****
—¡Tammy! —se detiene ante el llamado, un mechón rubio a caído sobre su ojo izquierdo, lo sopla tratando de moverlo, ya que sus brazos estan ocupado con la pila de libros que lleva.
—Dime Rose —no se gira, espera que su compañera le indique que desea.
—Tráeme un café por favor, estoy revisando el inventario y no me puedo poner de pie.
Tammy asiente, también ella estaba ocupada, pero no era molestia para ella ir a la cocina y prepararle café a Rose, estaba segura que el que había hecho temprano ya no existia, a nadie le gustaba hacer el café, decían que ella lo hacía exquisito así que le asignaron la tarea.
Tammy coloca los libros sobre un escritorio, acomoda sus gafas de armazón negro y de pasta, camina con paso apresurado hacia la cocina.
Como pensó la cafetera estaba vacía, las tazas sucias sobre el fregadero, si llegaba el señor Evans se molestaría al verlos sucios.
Cuando encendió el botón de la cafetera, se dirigio al fregadero y comenzó a lavarlas.
—Imagine estabas aquí —Tammy se gira rápidamente un poco asustada —Para variar lavando lo que no has ensuciado.
El Señor Evans suspira profundamente, su personal era muy bueno en su trabajo, pero en las relaciones personales daban mucho que desear, se aprovechaban de la bondad de Tammy, no se molestaban en lavar su propio plato, los amontonaban en el fregadero, a espera de Tammy.
—Están ocupados.
—También tú lo estás —ella muestra una sonrisa de disculpa.
—No podía estar la loza sucia hasta mañana, atrae bichos.
El Señor Evans suspira.
—Tammy volveré a enviarles correo de que cada quien se hace cargo de lavar su loza, pero debes dejar de hacerlo.
—Señor Evans... —él levanta la mano para que guarde silencio.
—No quiero discusiones, no los seques, ya mucho hiciste lavandolos, deseo ver tu informe en este momento.
Ella asiente, al entrar a la pequeña oficina, sus otros dos compañeros ya estaban con Rose.
—Jóvenes —el señor Evans los saluda —Estaré con Tammy en este momento, luego iré donde ustedes.
—Esta bien.
Tammy trabajaba en una pequeña empresa de servicios contables, pero muy estable.
—Chris, hiciste un excelente trabajo —Chris Martin era un joven 2 años mayor que Tammy, era un excelente contable, pero de mala actitud —Sólo debes cuidar la manera en que le pides la información a los clientes.
Él resoplo molestó, pero no dijo nada. El Señor Evans una vez había revisado los informes y haberlos firmado, se despide amablemente de su equipo.
Frank se sienta frente a Tammy, él era un hombre muy atractivo, ella se volvía torpe ante él.
—¿Cómo estás Tammy? —ella desvía la mirada hacia el computador, sentia nervios de tenerlo frente a ella.
—Bien, Frank.
—¿Puedes esperar unos documentos por mi? Ya me marchó. La empresa Anibal & Asociados, me traerán una documentación que debo revisar, pero la traen a las siente —levanta su muñeca para ver su reloj —Tengo una cita —la mira —¿Tienes algo que hacer?
—Una cita con los diez gatos que tiene —responde Chris burlándose —Creo que Tammy nunca a tenido una cita en su vida —Rose y Chris se rieron de su mal chiste, Frank no lo hizo, algo que le encantaba a Tammy que él no participaba en las bromas de ellos.
Lo que no sabía era que Frank era el más cruel con las bromas acerca de ella, cuando no lo escuchaba, simplemente era astuto, dado que le pedía muchos favores y se daba cuenta que ella se ruborizaba cuando estaba cerca, así que las bromas eran privadas con sus compañeros.
—Esta bien Frank —sonríe con timidez.
Frank se pone de pie con una enorme sonrisa en su rostro, sabía que no se iba a negar, nunca lo hacía.
Tammy pensó que la película que tenía planeado ver, lo más seguro la pasarían cualquier otro día por el canal.
*****
—Ressur acompáñame a ver como va la obra —él asiente y acompaña a su hermano, el Faraón, ellos no eran cercanos, ambos fueron criados para ser reyes, claro que Ressur sólo era el sustituto de su hermano, si este llegaba a morir jóven y no tuviera hijo, así que su hermano mayor, lo miraba como un rival, alguien de quien no se fiaba, en cada movimiento de Ressur él buscaba algo oculto.
Ressur mira la magnífica construcción, era preciosa.
—Los esclavos están trabajando muy bien —le indica su hermano, Ressur asiente —Esta ciudad será resplandeciente como yo.
Ressur suspira, su hermano daría el mismo discurso de grandeza de siempre, para él no existia nadie mejor que él.
La grandeza del Faraón era comentada en cada rincón de la tierra.
—Ve a buscar al maestro de obras, debo revisar los planes.
—¿Yo? —Ressur mira hacia todos lados, era un príncipe, él no hacía ese tipo de cosas.
El Faraón asiente.
—Ve —mueve su mano, las piedras de sus anillos resplandecen —Vamos que ya es tarde.
Ressur con el ceño fruncido, rodea la gran construcción ¿Qué rayos le pasaba a su hermano? Para mandarlo a buscar a un maestro de obras, él era un príncipe... suelta un jadeo al sentir el dolor en la parte de atrás de su cabeza, va a girarse para defenderse, pero se da cuenta que esta rodeado por hombres que claramente debían ser rebeldes, estaban armados con grandes espadas, Ressur no llevaba su puñal, nunca se imagino que iba a ser atacado, no le quedó más remedio que correr, así que entró en la gran construcción, el camino estaba iluminado por las grandes antorchas, los soldados de su hermano no tardarían en llegar, escuchaba los pasos detrás de él, llegó a una parte de la construcción que aún estaba en proceso, era un túnel, uno oscuro, desprovisto de antorchas, pero tal vez ahí los rebeldes no lo encontrarían... corrió, hasta que dejó de escuchar los pasos, sintió diferente la atmósfera en el tunel, al fondo de éste pudo ver dos antorchas, que iluminaban diferente el camino, corrió hacia ellas, pero le pareció que las antorchas también salían a encontrarlo.