TODOS ESTABAN DESTINADOS
Segunda Parte.
6 de noviembre de 2022.
una semana después.
Luisa Pouso;
Eran las ocho de la mañana cuando mi colega y yo ingresamos al Juzgado de menores.
Teníamos programada una reunión con el nuevo juez, quien había sido asignado al caso apenas dos días atrás.
La asistente del juez nos había informado que fue el psicólogo general del centro quien solicitó la llegada de un nuevo juez para el orfanato.
Durante este encuentro, ellos nos ofrecerían su perspectiva sobre la solicitud de adopción presentada por el matrimonio Clark Walker.
Era importante señalar que este tipo de adopción no es algo común en el país.
Tanto Jorge como yo estábamos convencidos de que no habría ningún obstáculo para que aceptaran la solicitud.
En el momento en que ingresamos al despacho del juez que había sido reasignado para el orfanato central four, me di cuenta de que la persona que se encontraba allí no era otra que Francisco Focco.
Para mi fortuna, él es un gran amigo de muchos años, a quien no dudé en saludar con un fuerte abrazo.
Rompí con todas las formalidades, ya que hacía varios años que no nos veíamos y la emoción de reencontrarnos era palpable.
Al distanciarnos del abrazo tan cálido y efusivo, me recompongo y aprovecho la ocasión para presentar a mi colega Jorge.
Este, a su vez, lo saluda con un firme apretón de manos. De igual manera, también hacemos lo mismo con Andrés Barceló, quien se desempeña como psicólogo general del centro.
Es una persona que se caracteriza por su seriedad y rigurosidad en todo lo que concierne a su labor.
Sin embargo, a pesar de su actitud estricta, es fundamentalmente un buen hombre.
Al ver la escena que, momentos antes, habíamos protagonizado con el juez, no pudo evitar esbozar una sonrisa.
Nos acomodamos en nuestras sillas para dar inicio a la reunión, justo después de que la asistente nos sirviera los cafés y se retirara de la sala.
En ese momento, quedé completamente atónito al escuchar lo que Francisco había dicho.
Sus palabras me sorprendieron de tal manera que me quedé en un estado de incredulidad.
Juez Francisco Focco;
Bueno, como todos somos conscientes, esta reunión ha sido convocada para atender la solicitud de los señores Clark Walker.
Comprendo el motivo por el cual tú y tu colega decidieron enviarnos su evaluación, así como el listado de internos que tienen en el orfanato.
Sinceramente, no era necesario que yo diera mi aceptación, y aún menos que la diera Andrés, ya que ambos estamos familiarizados con las circunstancias de las dos parejas, gracias a situaciones que podríamos atribuir al destino.
Andrés ha tenido el placer de conocer al matrimonio Cruz Kolm desde hace varios años.
Fue él quien brindó su apoyo y asesoramiento durante el proceso de adopción de sus tres hijos más recientes.
Su ayuda fue fundamental en ese momento tan importante para la familia.
Además, fue la persona que le proporcionó a Walter, quien es el mejor amigo de los Clark Walker, el enlace a tu centro.
En lo que a mí respecta, tengo el placer de conocer a los cinco desde hace diecisiete años.
Recuerdo claramente que, en aquel entonces, la señora Clark, que hoy en día es conocida por ese nombre, contaba apenas con quince años.
En ese periodo, fui su abogado en un asunto familiar del que no es relevante entrar en detalles en esta ocasión.
Sé cuán responsable y protectora eres con tus niños, Luisa. Te aseguro que no tienes de qué preocuparte.
Ellos son realmente muy buenas personas que, desafortunadamente, han tenido que enfrentar numerosas dificultades en su vida.
Nada fue fácil para ellos; su camino no estuvo repleto de rosas, sino de desafíos constantes.
Sin embargo, su fortaleza y la singularidad de su unión les permitieron enfrentar cada obstáculo que tanto la gente como la vida les presentaron.
Gracias a esta conexión especial, lograron superar las dificultades y convertirse en las personas que son hoy en día.
Su espíritu inquebrantable y su capacidad para apoyarse mutuamente les han llevado a triunfar a pesar de las adversidades.
Te garantizo que serán unos excelentes padres para cualquiera de los niños que se encuentran en tu orfanato.
Ambos hemos sido testigos del profundo amor y dedicación que han brindado a sus ahijados, incluso ahora que la mayoría de ellos ya han alcanzado la mayoría de edad.
Su compromiso y cariño son evidentes, y estoy convencido de que ofrecerán un hogar lleno de calidez y apoyo para los pequeños que necesiten una familia.
Por otro lado, tengo la responsabilidad de gestionar con rapidez todos los documentos de los niños.