Un Giro De 180 Grados

¡Primer día como Padres! Segunda Parte...

¡ LOS CLARK WALKER !

PRIMER DÍA COMO PADRES...

Segunda parte...

Brandon Clark: Muy bien, mi pequeño príncipe, ya me doy cuenta de que tienes bastante hambre. ¿Qué les parece, niños, si vamos a comprar algo de comer? Así podremos disfrutar de una merienda en el parque que vimos cuando llegamos. ¿Les gustaría?

Enrique Clark exclamó: ¡Espera un momento, hermano! Creo que lo mejor será que ustedes se queden aquí. Nosotros podemos ir con los niños, si les parece bien, ¿qué opinan?

Trillizos: ¡Sí, papás, nosotros vamos!

Los cuatro Clark observan con lágrimas en los ojos, emocionados, al escuchar por primera vez a los trillizos llamarlos de esa manera.

Sin poder contenerse, los abrazan cariñosamente y los levantan entre sus brazos.

Sin embargo, Brandon no puede unirse a este gesto porque sostiene a Alex en sus brazos, pero aun así les dedica un dulce beso en las mejillas sonrojadas de los pequeños.

Mientras tanto, los niños, acompañados por sus padres y Jorge, se dirigen al supermercado, llenos de entusiasmo.

Por otro lado, Brandon y Lourdes deciden quedarse en la banca con los pequeños, disfrutando de una amena charla mientras los demás se alejan en busca de provisiones.

Lourdes Clark Walker: Querido, ¿estás feliz con los trillizos y con Alex, mi amor?

Brandon Clark: Estoy inmensamente feliz, cariño. Quiero compartirte que el pequeño Alex, al verte, decidió llamarte mamá. Sabes que está en una edad en la que empieza a usar ese tipo de palabras, pero debo admitirte que me tomó por sorpresa y me dejó impresionado. Sin embargo, mi alegría fue aún mayor cuando los trillizos nos llamaron papá. Cariño, ¿te das cuenta de que tanto ellos como nosotros estábamos destinados a estar juntos?

Lourdes Clark Walker: ¡Sabes, cariño! Desde el momento en que el encantador Alex cruzó el umbral de la puerta y vi a los trillizos por primera vez, experimenté una profunda y abrumadora sensación de amor maternal que resulta difícil de poner en palabras. Fue como si, en ese instante, comprendiera que ellos eran los elegidos para llenar nuestro hogar. Esa certeza se reafirmó aún más cuando conocimos a los gemelos. Estoy convencida de que ellos son los hijos que tanto hemos deseado y anhelado en nuestras vidas.

Brandon Clark: ¡A nosotros nos sucedió lo mismo, cariño! Te cuento que justo eso fue lo que comentamos con mis hermanos cuando estábamos dejando las compras en la camioneta. Jorge me mencionó que nunca había visto a los trillizos tan a gusto con alguien, especialmente después de todo lo que vivieron, ya sabes a lo que me refiero. Sin embargo, tenemos la seguridad de que nos permitirán adoptarlos, una vez que el psicólogo realice la evaluación y Jorge hable con los niños. Así que ahora solo debemos disfrutar de este tiempo con nuestros hijos, sin preocuparnos por nada más.

Ambos continuaron conversando y divirtiéndose con Alex, mientras que Bruno y Darío descansaban plácidamente en su carriola. En ese momento, vieron cómo los trillizos se acercaban corriendo hacia ellos, cada uno sosteniendo una bolsa en sus manos.

Trillizos: ¡Mira, mamá! ¡Papá! ¡Miren lo que nos han comprado los papás!

Les estaban mostrando unos grandes vasos de plástico que venían con tapa y una colorida bombilla, cada vaso tenía un color diferente y también un nombre escrito en él. Para cada niño, habían comprado uno de estos vasos, y al recibirlos, los pequeños mostraban una alegría desbordante que iluminaba los rostros del matrimonio. La felicidad de los niños al tener sus vasos era contagiosa y les hacía sonreír a los adultos. Cuando Javier solicitó los vasos, se los entregaron con gusto. Javier regresó después de lavar los vasos, ya que los cuatro niños estaban ansiosos por usarlos durante la merienda. Salieron del centro comercial y cruzaron la calle con cuidado. Al llegar al parque, se sentaron en el suave pasto, donde extendieron un mantel que habían comprado en el supermercado. Después, organizaron la comida: abrieron la chocolatada y sirvieron primero a los niños. Ellos comenzaron a comer los sándwiches y las galletitas mientras se pasaban los vasos entre ellos. En ese momento, Lourdes se dirigió a Jorge y le preguntó si quería comer algo. Sin embargo, él, de manera amable, rechazó la oferta. Justo entonces, su celular comenzó a sonar insistentemente.

Jorge se disculpó y, alejándose un poco, atendió la llamada. Unos minutos después de finalizar la llamada, Jorge se dirige hacia ellos con un semblante serio.

Con discreción, les pide que se alejen un poco de los niños para poder hablar en privado. Una vez que ha asegurado que están en un lugar donde no serán escuchados, les explica que Luisa le ha solicitado que, después de que terminen de merendar, vuelvan al orfanato con urgencia, ya que necesita hablar con todos ellos de manera prioritaria.

El matrimonio, visiblemente preocupado, le preguntó a Jorge si Luisa le había comentado acerca de lo que había sucedido. Sin embargo, Jorge simplemente negó con la cabeza, sin ofrecer más explicaciones. Tras esta conversación, regresaron a donde los niños, quienes aún estaban disfrutando de su merienda.



#7792 en Novela romántica

En el texto hay: poliamor, adopciones

Editado: 07.04.2025

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