Un Giro De 180 Grados

Tiempo de Decisiones y Nuevos Comienzos Segunda Parte

Tiempo de decisiones y nuevos comienzos.

Segunda Parte...

Mientras Francisco, Luisa y Andrés se dirigían al orfanato, el matrimonio Clark junto a sus hijos se deleitaban con una caminata tranquila.

Durante el paseo, reían y conversaban animadamente sobre las ocurrencias y travesuras de sus pequeños, disfrutando del tiempo en familia.

Dos horas después, regresaron a su hogar, donde se reunieron con sus amigos.

Luisa, al llegar, se acercó a Lourdes y le entregó las mudas de ropa que había preparado para los niños.

Zack, Erick y Emma, entusiasmados, entraron a la casa, y Francisco se encargó de guiarlos hacia sus habitaciones, que estaban ubicadas en la planta baja.

Todo parecía transcurrir con armonía y alegría en aquel ambiente cálido y festivo.

Lourdes y Luisa se ocuparon de acostar a los cinco niños más pequeños, acomodándolos cuidadosamente en la amplia cama King size que se encontraba en el cuarto principal de la planta baja.

Mientras tanto, Brandon y sus hermanos, junto con Francisco y Andrés, estaban en la habitación contigua, inflando los colchones que usarían tanto ellos como los niños.

Dado que solo había una cama disponible, Zack ocuparía esa cama, mientras que Brandon se acomodaría para dormir junto a Lourdes y los más pequeños.

Por su parte, Enrique, Javier y Fabián se distribuirían en los colchones inflados junto a los trillizos y Erick, asegurando que todos tuvieran un lugar donde descansar.

Una vez que todos los niños se habían puesto sus pijamas, sus padres tomaron un momento para cambiarse de ropa también.

Después de que todos estuvieron listos, se acomodaron en la cama y se desearon buenas noches entre risas y abrazos.

Pronto, el cansancio de la jornada se apoderó de ellos, y todos se sumieron en un profundo sueño.

Mientras tanto, Brandon y Lourdes se estaban cambiando para ponerse sus pijamas.

Lourdes se acostó en el lado derecho de la cama, donde se encontraba Emma, y con una sonrisa se acomodó a su lado.

Por otro lado, Brandon ocupó el lado izquierdo de la cama, arropándose junto a Christopher.

En el espacio que quedaba en el medio se encontraban Darío, Bruno y el pequeño Álex, quienes parecían dormir plácidamente, ajenos a lo que sucedía a su alrededor.

La habitación se llenó de un ambiente cálido y sereno, mientras los pequeños se entregaban al abrazo del sueño.

Ambos intercambiaron un suave hasta mañana antes de cerrar los ojos, dejándose llevar poco a poco por la calma de la noche, hasta sumergirse en un profundo y reparador sueño.

Mientras los miembros de la familia Clark se relajaban en sus habitaciones, Francisco decidió invitar a Luisa y Andrés a que lo acompañaran al jardín trasero.

Con entusiasmo, los tres se dirigieron hacia la barbacoa, que estaba equipada con una amplia habitación donde podían charlar cómodamente.

Al entrar, se acomodaron en el sofá; el ambiente era acogedor y propicio para una conversación privada.

Francisco, siempre atento, comenzó a ofrecerles algo para beber, sabiendo que el momento requería un toque especial.

Era evidente que los tres compartían un tema importante que necesitaba ser tratado, y ninguno de ellos tenía intención de irse a descansar sin antes esclarecer esa situación que los envolvía.

Francisco se sentó al lado de Luisa, llenando el espacio entre ellos con complicidad y nerviosismo, mientras que, a su otro lado, se encontraba Andrés, quien, consciente del peso que llevaba la conversación pendiente, decidió que era momento de dar el primer paso.

Fue él quien se atrevió a romper el hielo, iniciando así el diálogo que tanto esperaban para poner en claro las cosas.

Andrés, creo que ya somos lo suficientemente adultos como para no andar con rodeos.Por eso, seré muy claro contigo, Luisa: estoy locamente enamorado de ti desde hace cinco años, desde el momento en que te conocí.

Francisco; Luisa, tú sabes que nos conocemos desde hace muchos años.Por mi parte, debo confesarte algo muy importante: aunque siempre he sentido un cariño especial por ti como amigos, he tenido dificultades para aceptar que realmente me he enamorado de mi mejor amiga.Durante todo este tiempo, intenté ignorar esos sentimientos y mantener las cosas como estaban.Sin embargo, cuando nos separamos y pasaron tantos años sin vernos, fue en ese período de distancia que realmente comprendí lo que siento por ti.Me di cuenta de que te amo como una mujer y no solo como una amiga.Sin embargo, me llenó de temor la idea de perder nuestra valiosa amistad, así que decidí guardarme estos sentimientos y mantenerme en silencio hasta el día de hoy.



#7792 en Novela romántica

En el texto hay: poliamor, adopciones

Editado: 07.04.2025

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