Adaptación concluida, proceso de adopción completado, un emotivo adiós y un viaje hacia un nuevo inicio.
TERCERA PARTE.
Mientras la familia ultimaba los detalles para disfrutar de su último desayuno en el orfanato antes de dirigirse al aeropuerto, en la oficina de Luisa se encontraban reunidos Francisco y Jorge, quienes estaban inmersos en una conversación.
En aquel momento, la atmósfera estaba llena de emoción y un ligero aire de nostalgia, mientras en la sala común las risas y los murmullos de los niños se mezclaban con el aroma del café y los pancakes que se estaban sirviendo.
Mientras tanto, en la oficina, la charla entre Francisco y Jorge se tornaba más seria, como si estuvieran abordando asuntos importantes que requerían su atención antes de que el tiempo se les agotara.
Francisco, necesito hablar contigo sobre una situación preocupante. No tengo buenas noticias, y es importante que estés al tanto. El juzgado general ha tomado la decisión de destituir a Luisa de su cargo como directora. Esta decisión se ha basado en algunas denuncias anónimas que se han presentado en su contra. Además, el inspector ha elaborado un informe muy desfavorable sobre su desempeño tanto como directora como tutora de los internos. Lamentablemente, esto significa que van a asignar a otra persona para ocupar el puesto. También me han comunicado que todo el personal que actualmente está trabajando en la institución será despedido. Es una situación bastante complicada y desafortunada. A partir de la próxima semana, tanto tú como los cuidadores ya no podrán permanecer aquí, ya que el orfanato cerrará por un período de algunos meses. Este cierre se debe a que alguien ha adquirido la propiedad y tiene planes de convertirla en un instituto internacional. Esto significa que el lugar seguirá funcionando como un orfanato, pero atenderá a niños y niñas de edades comprendidas entre 0 y 21 años. Los nuevos propietarios ya han seleccionado a su personal para el funcionamiento del instituto. Lamento sinceramente tener que comunicarte esta noticia. Luisa ya está informada sobre toda esta situación. Ella me comentó que planea ausentarse por un tiempo, pero que una vez que se sienta preparada y con la energía suficiente, se pondrá en contacto contigo de nuevo. Siento mucho lo que está pasando, Jorge, y espero de verdad que pronto logres conseguir un nuevo empleo. Ya son las doce y necesito irme al aeropuerto con Fernando. Él regresará aquí más tarde con la camioneta, mientras que yo volveré al juzgado. Es importante que informes al personal sobre lo que ha sucedido. Mañana te enviaré una lista de los orfanatos a los que deberán enviar a los internos. Ahora, con tu permiso, me voy a retirar.
Mientras Jorge, completamente aturdido, se quedaba en estado de shock ante la impactante noticia que había recibido, Francisco tomó la iniciativa de llamar a Fernando.
Le informó que necesitaba que fuera en su coche al aeropuerto para recoger la camioneta, que quedaría disponible una vez que la familia Clark la desocupara.
Mientras tanto, entre los cuatro miembros de la familia Clark y Francisco, comenzaron a cargar las maletas en el coche.
Por su parte, Fernando se ocupaba de ayudar a Lourdes con los niños y aprovechar la ocasión para despedirse de cada uno de ellos de manera individual.
Cuando finalmente todo estuvo listo, el grupo se dispuso a partir hacia el aeropuerto.
El recorrido que debían realizar les tomaría, como mínimo, una hora.
Además, el vuelo tenía previsto despegar a las cuatro de la tarde.
Una vez que llegaron al aeropuerto y estacionaron los automóviles, Francisco y Fernando se dirigieron a buscar los carritos para las maletas.
Mientras tanto, la familia descendía de la camioneta con precaución.
Brandon sostenía a Zack en sus brazos, mientras Enrique abría la silla de ruedas para poder acomodar a Zack en ella.
Lourdes y Javier llevaban a Darío y Bruno cada uno en sus mochilas portabebés, mientras que Fabián sostenía a Alex en brazos y, con la mano libre, tomó a Christopher.
Enrique alzó a Emma con ternura y la acomodó en las piernas de Zack, ya que la pequeña había expresado su deseo de estar con él.
Después, con mucho cuidado, levantó a Erick en sus brazos, asegurándose de no lastimarlo debido a los yesos que cubrían sus brazos.
Por su parte, Brandon se encargaba de llevar las tres pañaleras que llevaban consigo, además de sostener la mano de Diana para guiarla.
Mariano, por su lado, tomó de la mano a Braian y Alán, asegurándose de que ambos estuvieran a su lado.
Martín, por su parte, empujaba la silla de ruedas, lista para transportar a Zack y a Emma, mientras que Maximiliano caminaba a su lado, apoyándolo en la tarea.
Una vez que los carritos estaban completamente cargados con las maletas, Lourdes y Javier, que llevaban las manos libres, se hicieron cargo de empujarlos.